Por | Edilberto Rodríguez Araújo- Profesor investigador, integrante del grupo OIKOS de la UPTC
Un breve recorderis…
Hace cuatro años, por estas calendas, se sometía, a consideración de los estamentos universitarios, los nombres de siete postulantes a la Rectoría de la UPTC. En esa ocasión, fueron cinco los candidatos (Leonel Vega, Hugo Rojas, Manuel Restrepo, Oscar Ramírez y Javier Parra) quienes pasaron a la ronda final, habiendo renunciado este último -fiel alfil del defenestrado ex rector Gustavo Álvarez y actual delegado del presidente de la República ante el Consejo Superior -, pese a haber punteado en la consulta de los estudiantes, gracias a la abrumadora votación proveniente de la FESAD (74,3 % del total), donde fue decano durante ocho años.
Los resultados de estas consultas arrojaron sorpresas cono la lánguida votación (léase abstencionismo) en los estamentos más numerosos, como son los estudiantes y egresados, a la par que una votación muy nutrida de profesores y funcionarios. A su vez mostró la fatiga de la comunidad universitaria con un rector destituido por pretender una espuria reelección, quien fue reemplazado por otro ex rector, que había desmontado varios logros alcanzado por el profesorado, y quien hoy apadrina a uno de los candidatos. Es la puerta giratoria, bien lubricada, que ha funcionado en la UPTC, causando una inercia e inmovilismo institucional.
Paradójicamente el candidato que patrocinaba el Gobierno Nacional (Hugo Rojas), sólo fue finalista en la consulta a los profesores escalafonados. En contraste, quien fue designado por el Consejo Superior (Óscar Ramírez), ganó en las consultas al personal administrativo y a egresados. Por el contrario, el único postulante que se presentó al actual proceso eleccionario, Leonel Vega, obtuvo la mayor votación en la consulta a profesores y figuraba en la tercería de aspirantes a la Rectoría.
El incierto escenario de 2022
En el escenario del relevo rectoral de 2022, la proliferación de candidatos de todos los matices programáticos e ideológicos, no hace fácil discernir las tendencias de los electores, pero los indicios conducen a mostrar que quienes resulten favorecidos en las urnas, -que hipotéticamente son 10-, no serán más de cinco, siendo el termómetro los más votados por el estamento docente. Así las cosas, la mitad de los candidatos quedarán al margen de la escogencia final, pues, debido a su reducido arraigo en la comunidad universitaria, obtendrán una escasa votación, y pasarán, como se dice coloquialmente, del anonimato al desprestigio.
Sin embargo, una cosa es la consulta estamentaria y otra el sigiloso sanedrín de los nueve integrantes del Consejo Superior, en el que, pese a que, aparentemente, los dados están cargados, cualquier fórmula imprevista puede surgir, con un “gallo tapado”.
Los intensos contactos de los candidatos que creen tener la credencial para llegar a la ronda final, se dan a todo nivel, particularmente, con los gobiernos nacional y departamental, -jurando fidelidad irrestricta a los preceptos petristas-, y se mantiene la incógnita de a quién designará el presidente Petro para que lo represente en el cónclave del 22 de noviembre. Esta inexplicable demora no es un alentador indicio de la prioridad que tiene la UPTC en la agenda educativa del Gobierno Nacional.
Como se sostiene en los corrillo de la universidad, mientras Enrique Vera, presume de los votos que le puede endosar el gobernador Barragán, -al que se le suma el voto de Alfonso López, por su estrecha cercanía con el INCITEMA-, en las toldas del Ministerio de Educación, las preferencias no coinciden con estas y se inclinarán por otros candidatos, que podrían ser uno de los candidatos emergentes (María Teresa Esteban, Jorge Patiño o Esaú Páez) o un ex decano (Leonel Vega o Luis A. Fonseca).
COLOFÓN: Una vez definidos los microbloques predominantes en el Consejo Superior, las representaciones de los decanos, de los profesores, de los egresados y de los estudiantes, se alinearán y, por una estrecha diferencia, designarán al nuevo rector. Como se requiere una mayoría decisoria para tal designación, los cinco votos que ungirán al rector de la UPTC, resultarán de estos alinderamientos.