Por | Edilberto Rodríguez Araújo- Profesor investigador, integrante del grupo OIKOS de la UPTC
Algunas observaciones sobre las consultas estamentarias
La elección de rector de la UPTC entró en la recta final, una vez se divulgaron los resultados del escrutinio general de las consultas estamentarias, realizado el 18 de noviembre pasado. La única consulta en la que el número de votantes aumentó, en comparación con las jornadas de hace cuatro, fue la de estudiantes (182,1 %), en tanto que en las demás se produjo una sensible reducción: profesores (-6,3 %), funcionarios (-23,4 %) y egresados (-28,8 %).
De otro lado, es muy diciente el abrumador margen de abstención en estudiantes (66,5 %) y graduados (98,5 %). Lo anterior podría denotar, de un lado las deficiencias del sistema de votación escogido (papeleta en los egresados y voto electrónico en los demás) o la apatía de los integrantes de la comunidad universitaria frente a las propuestas formuladas por los diez candidatos en una de las coyunturas de mayor incidencia en la vida institucional, cual es la designación del máximo responsable de la gestión institucional.
No puede pasar inadvertido, y, es sintomático de la aceptación de los postulantes, por ejemplo, el elevado número de votos en blanco registrado en la consulta de estudiantes (836), que supera la alcanzada por la mayoría de los candidatos, excepto los profesores Jorge Patiño, Luis Alejandro Fonseca, María Teresa Esteban y Alfonso Rincón.
Los resultados de las consultas estamentarias no mostraron grandes sorpresas, salvo la irrupción del profesor Alfonso Rincón, -docente vinculado a la FESAD, que reprodujo lo ocurrido en 2018, cuando Javier Parra “arrasó” en la votación de estudiantes-, y la profesora María Teresa Esteban, quien desbordó sorprendentemente las expectativas existentes, y logró hacerse, -de manera inédita en los comicios internos-, a la credencial en representación de profesores y estudiantes, los dos estamentos básicos de la universidad.
La inclusión dentro de los cinco clasificados del profesor Luis Alejandro Fonseca no sorprendió, en la medida que de los tres aspirantes por la Facultad seccional Sogamoso, era el que mayor opción tenía. De los profesores Enrique Vera y Leonel Vega, que puntearon en dos de las consultas, mientras que en otra empataron, desde el comienzo han figurado por su adscripción al “establecimiento” universitario, siendo, a su vez, evidentes exponentes del statu quo (continuismo no continuidad) institucional.
Las claves del relevo en la Rectoría
Los cinco candidatos que clasificaron para la ronda final ante el Consejo Superior, obtuvieron un indudable piso de legitimidad, pese a la baja y dispersa votación registrada. Los cuatro aspirantes más votados por los profesores universitarios representan el 70,5 % de las preferencias docentes, mientras que los dos escogidos por los estudiantes copan el 36,6 % de sus inclinaciones electorales, a lo que se añade que el 63,4 % del personal administrativo confió en dos de los posibles nominados, y, por último, el 34,4 % de los egresados depositaron su papeleta en favor de dos de los candidatos seleccionados.
Hoy, en víspera de la decisión que tomen los nueve integrantes, la baraja de elegibles se perfiló, y, simultáneamente, los acercamientos se han intensificado, en búsqueda de consensos alrededor de un (a) candidato (a), que responda, en buena parte, a las expectativas del Gobierno Nacional sobre la reorientación de la administración universitaria en línea con las reformas educativas en ciernes. Claro indicio de ello fue la reunión que sostuvo, el viernes anterior, un grupo mayoritario de consejeros con los cinco aspirantes a la Rectoría. Esta posición contrasta con la de otro bloque de consejeros, que no asistió a la entrevista con los aspirantes, que es partidario de una alineación con el gobierno departamental.
COLOFON: Así las cosas, la definición acerca del próximo rector de la universidad no es tarea fácil. Una vez se definan los delegados del Gobierno Nacional ante el Consejo Superior, la decisión girará, quizás, en torno a dos aspirantes. El repunte logrado por la profesora Esteban puso en el radar una refrescante concepción del modelo de universidad pública, que incorpora la autonomía universidad, la pluridiversidad, la democracia interna, el liderazgo y la gestión integral que debe encarar la UPTC.
Es previsible que los representantes de los estudiantes, egresados, decanos y profesores, se alineen con uno de los bloques que surjan para designar a quién reemplazará a Óscar Ramírez. ¡Alea jacta est!
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