Por: Emmanuel Rueda Girondo
No es nada fácil conocer Tunja y Boyacá a 7.500 kilómetros de distancia. Desde la misma Vigo, en España. Cruzando el océano sin moverse. Gracias a mi amiga de Tunja he podido conocer una realidad escondida tras los grandes titulares de Colombia.
Una Colombia auténtica. Sin fronteras. De ella sólo puedo enumerar virtudes. Dirige el teatro con pasión. Y también confecciona el atrezo. Canta como los ángeles y escribe mejor. Gran embajadora de esta tierra. Una verdadera princesa de Tunja. Gracias.