Dos accidentes en una semana han dejado como saldo tres personas muertas, por lo menos dos decenas de heridos, y una muy mala imagen de la empresa de transporte intermunicipal que recorre a diario las carreteras de Boyacá.
En las últimas horas se reportó un aparatoso accidente en la vía Bogotá-Tunja a la altura del puente del Sisga, en el cual un bus de la empresa Los Libertadores se quedó sin frenos y terminó colisionando contra seis vehículos. Tras este incidente dos personas tuvieron que ser trasladadas a un centro asistencial.
Pero para fortuna de Los Libertadores, este accidente no pasó a mayores, como sí lo hizo el que se registró a mitad de semana; que dejó como saldo tres personas muertas y más de 20 heridas, cuando el conductor perdió el control del bus y terminó rodando por un abismo de casi 100 metros.
La empresa no dio mayores explicaciones, solo que el conductor perdió el control el vehículo, pero nunca se supo si esa falta de pericia para conducir el bus se debió a una falla humana a una mecánica.
Del accidente de Chocontá, en el puente del Sisga, se sabe que el bus se quedó sin frenos, que iba a tal velocidad que tuvo que formarse una barrera de seis vehículos para detenerlo. Pero no se sabe si este es el único bus de la empresa que rueda por las carreteras boyacenses sin cumplir el mínimo de requisitos. Se sabe que muchas veces las autoridades hacen la vista gorda en los controles de velocidad, y se sabe también que muchos de los conductores tratan de recuperar en carretera el tiempo perdido en las terminales esperando a llenar el bus.
Es hora de que la Superintendencia de Puertos y Transporte tome cartas en el asunto, y no revelando el pésimo estado de las terminales, sino tomando sanciones hacia las empresas que abusan y ponen en riesgo la vida de sus clientes.
Exceden la velocidad, compiten con otras empresas en carretera, hablan por celular conduciendo. Los pasajeros nunca o muy rara vez dicen algo, nadie protesta, y si uno toma la decisión de decirle al conductor, los demás le miran a uno con extrañeza y éste generalmente se molesta y argumenta cualquier cosa. Por lo tanto se llega a la conclusión de que la gran mayoría de la gente es bruta
Sí señor. Yo soy uno de los que si tengo que decirle «burro» al conductor se lo digo. No es justo que jueguen con la vida de los pasajeros. La gente debería hacer más presión a los conductores para que mejoren sus conductas y la calidad del servicio
Muy cierto hablan x celular conductores irresponsables, en días pasado viaje Duitama Bogotá y todo el Camino el conductor hablando x celular