Dice el experto que a mediados de enero podría presentarse en el departamento la mayor presencia de personas contagiadas con el virus del COVID-19, aunque señala que la buena noticia es que, a pesar de la mayor transmisión, nueva variante ha demostrado menor índice de hospitalizaciones y muertes.
“Hoy más que nunca es necesario que quien sienta síntomas de gripa, que eventualmente pueda resultar siendo COVID-19, se aísle”.
Lo dice el boyacense Fred Gustavo Manrique Abril, epidemiólogo, magister y doctor en Salud Pública y Ciencias de Enfermería.
Insiste en que con los mínimos síntomas de gripa o resfrío las personas deben aislarse como medida para protegerse y para proteger a los demás.
Manrique asegura que, aunque hay alarma por lo que está ocurriendo con la propagación del COVID1-9 y por lo que puede significar la presencia de la variante Ómicron, la situación podría ser peor a propósito de que la gran mayoría de las personas se ha relajado en medidas como el distanciamiento social, el uso del tapabocas y la desinfección de manos.
Dice el experto que, a pesar de las fiestas en muchos municipios, de la gran cantidad de reuniones sociales y familiares en todas partes y del desorden, el número de casos no ha crecido de la manera en que hubiera podido ocurrir.
El periódico EL DIARIO habló con Manrique Abril sobre el actual momento de la pandemia y lo que puede ocurrir en los próximos días.
EL DIARIO: ¿En qué etapa de la pandemia nos encontramos en Boyacá y en Colombia?
Fred Gustavo Manrique Abril: Frente a lo que hemos visto, con la gran cantidad de festividades y reuniones de todo tipo, el número de casos de contagios no es el que podría esperarse. En primer lugar eso nos ha sorprendido. De otro lado, Boyacá, como el país, ha estado avanzando en la vacunación y eso ha permitido que muchas más personas estén protegidas frente al virus. Hay personas que no se cuidan, pero la gran mayoría lo hace y, a pesar de las festividades, ha sido prudente. Se espera la llegada de la nueva variante que seguramente ya está presente en muchas partes pero, aunque puede tener una mayor velocidad de transmisión, también se ha detectado que no está ocasionando mayor tasa de hospitalización. Creo que favorece muchísimo el hecho de que la mayoría de las personas tiene su esquema completo de vacunación. Finalmente, tal vez no vaya a ocurrir un colapso de las unidades de cuidados intensivos pero sí habrá un incremento de demanda de servicios en consulta externa.
EL DIARIO: ¿Cómo ve usted la llegada de la variante Ómicron y las implicaciones en materia de salud pública que puede tener?
Es posible que se pueda registrar un pico después de 7 de enero o que por lo menos tengamos un incremento del número de casos. Lo más seguro es que esa variante ya esté entre nosotros y que incluso se hayan producido contagios, por ejemplo, desde el Aguinaldo Boyacense. Hoy tenemos un mundo más globalizado y seguramente lo que falta es que llegue el reporte oficial de la presencia de Ómicron, por parte del Instituto Nacional de Salud.
EL DIARIO: Con esa variante o sin esa variante, ¿cuáles son las recomendaciones?
Es posible que llegue y que, efectivamente, como lo han señalado los primeros estudios, tenga síntomas más leves, lo que se suma a la situación que se puede dar porque estamos en época de temporada de lluvias intermitentes, una época de calor con lloviznas que pueden generar gripas o sintomatología muy parecida. En cualquier caso, la recomendación es que ante el menor síntoma la persona debe aislarse.
EL DIARIO: ¿Usted cree que Tunja y Boyacá están preparados para enfrentar una avalancha de nuevos contagios, que eventualmente podría producirse?
Ya vimos que con lo que ocurrió en el 2020 y en el 2021 el sistema de salud tuvo una buena capacidad de respuesta. Por supuesto que hoy estamos mejor preparados. Tal vez en esta ocasión no va a llegar mucha gente a cuidados intensivos pero insisto que la recomendación es detectar y aislar. Creo que en ese sentido se debe enfocar el trabajo de las autoridades de salud. Debe haber un aislamiento obligatorio de las personas que tengan síntomas.
EL DIARIO: ¿Cree usted que es conveniente que el Hospital San Rafael ya haya entregado el Hotel Hunza, que se tenía dispuesto para atención de servicios de salud y hoy consideren que ya no se necesita?
Pues lo conveniente es estar en alerta naranja ante la posibilidad de requerir servicios de hospitalización, tal vez para atender población infantil no vacunada o a personas que pueda ser más vulnerables ante el virus.
EL DIARIO: ¿Cree usted que hay razones para que el Gobierno celebre con tanto optimismo el avance de la vacunación?
No creo en esa confianza administrativa y, aunque se ha avanzado con un porcentaje de más del 50 por ciento de vacunación efectiva, creo que todavía falta mucha población por cubrir.
EL DIARIO: Pero es que los colombianos sí están atendiendo las campañas de vacunación, al contrario de lo que ocurre en Estados Unidos y en Europa, en donde muchos creen en las teorías conspirativas.
En todos lados hay movimientos antivacunas y aquí también existen. Incluso hay gente con preparación o que ejerce un liderazgo social que ha estado haciendo campañas para que no se permita realizar esa vacunación.
EL DIARIO: En Colombia, en general, la gente sí cree en las vacunas para protegerse del COVID.
Pues en Europa y Estados Unidos hay medios de comunicación que le hacen eco a esas teorías conspirativas. Incluso hay reconocidos influencers o personajes importantes de la ciencia que se encargan de hacer campañas contra las vacunas o que especulan sobre sobre el virus y sobre los tratamientos. Reitero que aquí, aunque hay muchos indisciplinados, la gran mayoría de la población acepta las recomendaciones de las autoridades de salud. Y, sin embargo, el problema es que nos hemos relajado. El gran problema hoy es que no se está siendo suficientemente rígidos con el lavado y la desinfección de las manos, con el distanciamiento social y con el uso correcto del tapabocas. En el comercio de Tunja, por ejemplo, muchos ya olvidaron los del uso del gel, los dispensadores y los lavamanos.
EL DIARIO: ¿Cree usted que hoy, al contrario de lo que ocurría por ejemplo hace un año, los médicos tienen más conocimientos y herramientas para atender a los pacientes con COVID?
Lo que pasa es se han ido realizando diferentes ensayos clínicos que está mostrando resultados. La Universidad Nacional, por ejemplo, divulgó hace pocos días los resultados de unos estudios en los que demuestra que el uso de varios medicamentos logra reducir la tasa de mortalidad en enfermos de COVID sin llegar a la intubación.
EL DIARIO. ¿Entonces Dr. Seguramente superaremos este pico de la pandemia, pero vendrán otros, por tiempo indefinido?
Los más seguro es que el COVID se convierta en un virus endémico, como la influenza. Debemos seguir avanzando en la vacunación, pero este virus llegó para quedarse. Es muy seguro que se logrará bajar la tasa de mortalidad, pero también lo es que esto va a durar muchos años.
EL DIARIO: ¿Entonces qué debemos esperar?
La investigación seguirá avanzando para disminuir la tasa de mortalidad; seguirán haciéndose muchos ensayos y seguramente aparecen tratamientos terapéuticos. En el caso de Colombia hay un panorama alentador porque es posible que en el país se puedan producir vacunas a través de alianzas público-privadas. Lo que se ha visto hasta ahora es que el virus se ha estado debilitando pero debemos insistir en las medidas que tanto nos han recomendado hasta ahora: distanciamiento social, correcto uso del tapabocas y lavado y desinfección de las manos. Recordemos que la nariz es el principal canal de entrada y transmisión del virus.