‘La emisora del Gobernador’

Foto | OPGB
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Por | Ricardo Rodríguez Puerto


La Emisora 95.6 FM llega a sus 25 años de existencia y claro que hay motivos para celebrar, pero eso no es obstáculo para hacer algunas reflexiones sobre el que es uno de los medios de comunicación más importantes del departamento.

En primer lugar y haciendo un ejercicio retrospectivo, hay que reconocer que fue el gobernador, José Benigno Perilla, quien adelantó los trámites ante el Ministerio de Comunicaciones para conseguir, en 1997, la licencia de la que en un primer momento se llamó ‘ICBA FM’.

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Por épocas durante todo este lapso, la estación ha estado a punto de cerrarse o clausurarse porque algunos gobernadores o secretarios de Cultura no entendieron su importancia. También porque la emisora oficial del departamento ha despertado la envidia entre directivos de las grandes cadenas radiales comerciales.

En los 25 años han pasado por la 95.6 grandes hombres y mujeres de radio. En primer lugar, el veterano Hernán Acero, quien en los primeros años fue el encargado de hacer lo más parecido a un informativo, porque en realidad era más un magazín o un espacio cultural. Después estuvieron periodistas y ‘voces’ de la calidad de José Manuel Medina (durante casi seis años), Elssy Sarmiento, Óscar Rodríguez, Sandra Rivera, Julio César Corredor, que le dio importancia a los espacios y transmisiones deportivas; y el gran reportero Freddy Giovanny González, caracterizado por su prudencia y respeto. En la parte técnica, la asesoría y ‘los ajustes’ han estado a cargo casi siempre de Elías Barrera Sastoque.

En la actualidad, con un equipo que integran casi 20 personas, entre otras cosas los periodistas de radio mejor pagados del departamento –lo cual es muy bueno que ocurra en un medio en el que los salarios son de hambre- la gran revelación, por voz y estilo, es Johana Báez, periodista de provincia que se podría proyectar a nivel nacional.

Los grandes hitos en la historia de la emisora han sido el revolcón que le dio la administración de Jorge Eduardo Londoño, que la reestructuró y la pasó a ser dependencia del despacho del Gobernador; la incursión en redes sociales, que estuvo a cargo de Javier Sneider Bautista durante el gobierno de Juan Carlos Granados, el espectacular cubrimiento del Paro Agrario del 2013 y, ahora último, la inversión en equipos y remodelación de los estudios por parte de Ramiro Barragán Adame.

Sobre estos dos últimos hechos me detengo a contar, primero, que la manera como Julio César Corredor y Héctor José Vargas registraron los detalles durante varios días, con transmisión ininterrumpida, del Paro Agrario es uno de los mejores trabajos de radio que se han hecho en Boyacá durante las últimas décadas. Esa transmisión debió haber ganado un premio nacional o internacional de Periodismo, pero, o no se postularon o nadie presentó ese trabajo, que por su seriedad, dedicación y por lo democrático fue, repito, un ejemplo para el ejercicio de la profesión.

En esa época y durante ese acontecimiento, que marcó la historia regional, la gran mayoría de los medios de comunicación tuvieron dificultad para llegarle a sus públicos, incluyendo Boyacá Siete Días, el periódico para el que yo trabajaba y en donde también –considero- hicimos un gran trabajo. El problema fue que la movilización social impidió que durante varios días el periódico pasara desde Bogotá y llegara a manos de nuestros lectores.

Y, segundo, destaco la atención y la inversión que el actual titular de la Casa de la Torre, Ramiro Barragán, ha dispuesto para actualizar la emisora, con la modernización de los estudios, porque eso tampoco es usual que ocurra. Y también lo digo porque en la ‘transmisión especial’ para celebrar los cincos lustros de la estación, en donde hubo exceso de autobombo, casi no lo mencionan. Entre otras cosas, por esa razón este artículo se titula ‘la emisora del Gobernador’.

Y el título también es válido para referirme a que la emisora debería ser más de los boyacenses, de Boyacá y no del gobernador de turno.
Claro que la estación es el medio oficial del Gobierno de Boyacá, pero durante algunos periodos en estos 25 años, la 95.6 FM ha sido utilizada para hacer proselitismo político abierto y esa situación ha sido varias veces denunciada ante los organismos de control, como la Procuraduría.

Y en el último periodo ha pasado mucho más que eso: la emisora se utiliza para atacar, cuestionar y criticar a personas o gobernantes que no son de la línea política de quienes realmente tienen el poder con la actual Gobernación. Ellos y no Ramiro Barragán son quienes en realidad mandan, definen qué periodistas entran o salen y tienen armado su equipo, claro, para que opine e ‘informe’ a su favor.

Periodistas y ‘periodistos’ (como decía Pedro Essaú Mendieta) o quienes creen serlo porque les abren micrófonos incluso opinan en sus redes sociales para criticar y fustigar a quienes consideran rivales de un exmandatario que no lo es tanto (sigue mandando), porque quieren congratularse con él y quieren ‘hacer puntos’ para mantenerse en sus cargos.

La emisora 95.6 es importante, presta un gran servicio social, registra y bien en los estudios de audiencias y por eso mismo debe dar garantías de democracia y pluralismo, cosa que no ha venido ocurriendo.

Y eso es precisamente lo que buscó siempre el Ministerio con la asignación de este tipo de frecuencias; proteger los derechos de la audiencia, evitar la incitación a la violencia y a la discriminación y garantizar el pluralismo informativo.

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