Por | Alejo Gutiérrez /Profesor Universitario / Exconcejal
Con impotencia y tristeza vi las imágenes de los restos de la Casa de la Cultura de Sogamoso destrozados y tirados en las gradas vacías del histórico Coliseo Alfonso Patiño Rosselli de la ciudad. En comunicado oficial la administración municipal acepta que robaron los vestigios de la Casa de la Cultura.
Pero, ¿Qué hacían ahí? ¿Por qué los libros que soportan la historia de la que en otra época fue la Puerta al Llano, la Ciudad Industrial del Oriente Colombiano, la ciudad que en 1993 tuviese la mayor población del departamento, reposan destrozados en el más absoluto abandono?
Se viene a mi cabeza una secuencia lógica de preguntas en las que cada respuesta me embarga más la preocupación por el futuro de la ciudad. Primero, ¿Por qué los libros y los instrumentos no están en la Casa de la Cultura?, Porque una ciudad de 132000 habitantes no tiene casa de la cultura, y todos fuimos testigos de aquel Alfredo Tovar que dedicó su vida a defender la cultura sogamoseña acompañado por su bala de oxígeno defendiendo a todo pulmón su obra, aunque sus pulmones ante el implacable aparato estatal, evidentemente estuvieran muy débiles. Segundo, ¿Por qué no reposan en los archivos del edificio administrativo de la ciudad?, Porque una ciudad de 132000 habitantes no tiene edificio administrativo, lo tumbaron y están pagando millonarios arrendamientos en múltiples predios de la ciudad. Al no haber ni casa de la cultura, ni edificio administrativo, ¿Por qué estaban en las gradas de un coliseo cubierto?, Porque una ciudad de 132000 habitantes no tiene coliseo cubierto para el deporte y han anunciado su demolición, y tal vez por indolencia e insensibilidad. Cuarto, ¿Por qué robaron los libros de la casa de la cultura de sogamoso?, Porque una ciudad de 132000 habitantes tiene una inseguridad de tal magnitud en sus calles y en sus barrios que hasta en los sitios de vigilancia pública entran a robar, y la última pregunta para no cansar al lector, ¿Para qué robaban los libros que reposaban en el coliseo abandonado, que no estaban en la casa de la cultura, ni en la alcaldía municipal, dándo una muestra de la inseguridad?, Probablemente para venderlos como material reciclado a $200 el kilogramo, es decir, que por esta época triste y oscura de la ciudad de Sogamoso, que tenemos que superar, en la que la impotencia y la tristeza debe convertirse en un motor para que surjan liderazgos de cambio, a lo que he comprometido mi vida, en la ciudad del Sol, la cultura está… ¡A $200 el kilo!