Durante todo el fin de semana, especialmente en la misa del domingo, los sacerdotes católicos en todo el departamento le echaron su ‘ayudadita’ al padre Víctor Leguízamo, candidato a la Gobernación.
La lectura del día era Mateo 222., 15-21): “En aquel tiempo los fariseos se pusieron de acuerdo para hacerle decir a Jesús algo que les diera motivo para acusarlo. Así que mandaron a algunos de sus partidarios, junto con otros del partido de Herodes, a decirle: “Maestro, nosotros sabemos que tú dices la verdad y que enseñas de veras el camino de Dios, sin dejarte llevar por lo que diga la gente, porque no hablas para darles gusto. Danos, pues, tu opinión: ¿Está bien que le paguemos impuestos al César, o no?” Jesús, dándose cuenta de la mala intención que llevaban, les dijo: “Hipócritas, ¿por qué me tienden trampas? Enséñenme la moneda con que se paga el impuesto”. Le trajeron un denario, y Jesús les preguntó: “¿De quién es esta cara y el nombre que aquí está escrito?” Le contestaron: “Del césar”. Jesús les dijo entonces: “Pues den al césar lo que es del césar, y a Dios lo que es de Dios. Cuando oyeron esto, se quedaron admirados; y dejándolo, se fueron.
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Pues los sacerdotes en las diferentes parroquias de Boyacá hicieron su propia interpretación y lo adaptaron a las circunstancias política de hoy.
Algunos lo hicieron de manera disimulada, como el sacerdote de la Iglesia de Los Muiscas, al norte de Tunja, en donde la intención de la misa del domingo fue por el éxito de la candidatura del padre Víctor.
Dijo el sacerdote que “los cristianos no debemos idolatrar a los políticos como si fueran dioses”, pero, aparte del oficio religioso, no hizo mención directa al candidato sacerdote a la Gobernación de Boyacá.
Sin embargo, en otras parroquias e iglesias los sacerdotes de invitaron de manera directa a votar por el Padre Víctor, para defender también los principios del catolicismo.
