Para padres y acudientes que no tienen la posibilidad de solicitar un descanso en el trabajo, que viven de un sustento diario y no pueden permitirse parar sus labores para cuidar cien por ciento a sus hijos, esta semana es un completo caos físico, mental y económico.
En Colombia la semana de receso escolar para estudiantes de preescolar, básica y media, fue decretada en el 2007 para dar un breve descanso a niños y jóvenes. Este periodo se lleva a cabo desde el 11 al 15 de octubre.
Es el caso de madres solteras, conductores de buses o taxis, de enfermeras y/o ayudantes domésticas, entre otros, que se ven obligados a dejar a sus hijos con los vecinos, a pagar un cuidador, o, incluso, dejar a los niños solos en casa. Así mismo, los profesores y coordinadores no toman esta semana como descanso, si no que deben realizar una reorganización en las instituciones educativas.
El Gobierno Nacional archiva estos problemas sociales mientras impulsa esta semana como una oportunidad para la reactivación del sector turístico, uno de los más golpeados por la pandemia por COVID-19; desobligándose de poner atención en estos grupos que no pueden darse el lujo de parar de trabajar para llevar el sustento a casa.
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Disfrutar un momento con los pequeños es necesario y saludable, tanto para ellos como para los grandes. Existen algunas alternativas para compartir en familia.
Se podrán entretener con juegos de mesa, entre ellos el parqués o el juego de cartas UNO. Entretenciones como cocinar galletas o pasteles, buscando recetas a través de YouTube. Incluso disfrutar de las parrillas de televisión con programas para niños.