«Los Juegos de la Paz deben honrar su nombre. No se puede construir paz ni comunidad sobre la base del favoritismo o el desequilibrio», dicen desde la emisora Zarbi Estéreo, del Occidente de Boyacá, quienes cuestionan la transparencia de esos juegos realizados en el municipio de Muzo.
La siguiente es la nota redactada por la Emisora Zarbi Estéreo / Emisora de radio comunitaria del Occidente de Boyacá:
«Acaban de culminar los Juegos de la Paz 2025 en el municipio de Muzo, y aunque deberían ser motivo de celebración y orgullo regional, desde la Redacción de Zarbi Estéreo sentimos el deber de alzar la voz y poner sobre la mesa hechos que, lejos de fomentar la unión, generaron inconformidad, desmotivación y serios cuestionamientos sobre la transparencia de estas justas deportivas.
Sin lugar a dudas, la acogida a todos los deportistas por parte de la alcaldesa de Muzo y del equipo de Indeportes es de exaltar. El buen trato, el hospedaje y la alimentación estuvieron a la altura que merecen cada uno de los participantes y hablan muy bien de Muzo como municipio anfitrión. Esa hospitalidad debe ser reconocida y valorada.
Sin embargo, más allá de la calidez en la recepción, los cuestionamientos surgen al revisar el manejo de la medallería, que es, al final, lo que define el resultado general de los juegos.
Es necesario decirlo con claridad: cuando una sola persona, de un solo municipio, se presenta a una disciplina sin tener contra quién competir, esa prueba no debería ser considerada oficialmente como una competencia deportiva.
Esto fue exactamente lo que ocurrió en la categoría de natación femenina, donde solo participaron dos deportistas, ambas del municipio de Muzo. En lugar de declarar desierta la competencia por falta de rivales, o entregarles medallas simbólicas de participación, se les otorgaron 4 medallas de oro y 4 de plata, lo que sumó 60 puntos directos para Muzo, sin mediar competencia alguna.
Este tipo de decisiones desvirtúa por completo el espíritu deportivo de los Juegos. La competencia real implica enfrentar a otros, superar obstáculos, demostrar excelencia frente a la diversidad. Cuando no hay oponente, no puede haber competencia, ni medallería oficial.
La entrega de puntos en estas condiciones afectó directamente el resultado general de los juegos, desmotivó a deportistas que sí compitieron en igualdad de condiciones y dejó una sensación de injusticia entre las delegaciones visitantes. No se puede hablar de victoria cuando no hubo desafío.
Si se realiza un ajuste justo y coherente en la tabla de puntuación, eliminando los 60 puntos obtenidos por Muzo en natación femenina, el municipio pasaría al tercer lugar en la clasificación general. Este cambio revela con claridad lo desequilibrado del sistema de puntajes y lo urgente que es revisar los criterios de evaluación.
Desde Zarbi Estéreo, como medio de comunicación comunitaria comprometido con la verdad, la participación y el desarrollo justo del territorio, hacemos un llamado firme y respetuoso a los organizadores y autoridades deportivas del departamento: es necesario corregir estas prácticas, revisar los resultados y garantizar que, en futuras ediciones, todos los municipios compitan en condiciones verdaderamente equitativas.
Los Juegos de la Paz deben honrar su nombre. No se puede construir paz ni comunidad sobre la base del favoritismo o el desequilibrio. La verdadera paz se construye con justicia, con reglas claras, y con respeto por el esfuerzo de todos los participantes».