La crisis diplomática con el gobierno de los Estados Unidos ha generado toda clase de reacciones en las últimas hora, una de ellas del presidente de la Cámara de Representantes de Colombia, el sotaquireño Jaime Raúl Salamanca, que le contestó en inglés a un congresista de Estados Unidos.
No paran las reacciones de diferentes actores políticos a lo que ha ocurrido en las últimas 48 horas en materia de relaciones internacionales de Colombia, primero con el presidente de Francia, Emmanuel Macron, y luego, con el gobierno de Donald Tump, presidente de los Estados Unidos.
En ese rifi rafe se metieron el presidente de la Cámara de Representantes, el boyacense Jaime Raúl Salamanca y el ministro del Interior, Armando Benedetti.
El primero en utilizar su cuenta X para responderle al gobierno de Estados Unidos fue el presidente, Gustavo Petro:
“All my letters and communications to President Trump I have written personally, and this statement likewise comes directly from my own thoughts and my own hand: In response to the decision by Mr. McNamara, chargé d’affaires of the U.S. Embassy in Colombia, to return for consultations, I am correspondingly calling our Ambassador Daniel García-Peña in the United States back for consultations. Daniel must come to brief us on the progress of the bilateral agenda to which I committed myself from the beginning of my government: 1. Decarbonization of the economy and energy transition. Electrical interconnection of South America with Panama and North America, to make viable South America’s vast potential for clean energy. 2. Revitalization of the Amazon rainforest and the Chocó biogeographic rainforest to absorb a significant share of the planet’s atmospheric CO₂. 3. A determined offensive against drug trafficking kingpins and their international finances, including Latin America’s greatest current challenge in multinational crime organizations: the self-styled «Narcotrafficking Board,» headquartered in Dubai. Today, this multinational syndicate unites Albanian, Italian, Mexican, Colombian, and Southern Cone mafias. 4. An immigration treaty recognizing the United States’ right to accept or refuse visitors, on the basis of human dignity. 5. Cooperation from the U.S. government in developing a reform of the global financial system to enable debt-for-climate-action swaps of up to 25 trillion dollars, with the aim of taking the first decisive step toward decarbonizing the world economy and adapting to the climate crisis. 6. Uniting our efforts to build regional peace, through political and negotiated solutions to the conflicts in Venezuela, Cuba, and Haiti; ending blockades; and intensifying economic, cultural, and political relations in the Greater Caribbean, of which Colombia and the United States are both part. Joining together as Latin America and the Caribbean with the United States in efforts to achieve peace in the Russia–Ukraine conflict, and in the Middle East, ensuring there are two states and two free nations living in peace in the region of Palestine, with a permanent ceasefire and the release of all hostages. 7. Holding the U.S./CELAC Summit”.
“Todas mi cartas y comunicaciones al presidente Trump, las he escrito personalmente y éste comunicado igualmente, lo hago desde mi pensamiento y mis manos:
Corresponsablemente a la llamada a consultas del señor McNámara, encargado de la embajada de EEUU en Colombia, llamo a consultas a nuestro embajador Daniel GarcíaPeña en los EEUU. Daniel debe venir a informarnos del desarrollo de la agenda bilateral a la que me comprometí desde el inicio de mi gobierno. 1. Descarbonización de la economía y transición energética. Interconección eléctrica de América del Sur con Panamá y América del Norte, para hacer viable el gran potencial de energías limpias de América del Sur 2. Revitalización de la selva Amazónica, y la selva del Chocó biogeográfico con el fin de absorver buena parte del CO2 de la atmósfera del planeta. 3. Ataque decidido a los capos del narcotráfico y sus finanzas internacionales, incluido el mayor desafío que en organizaciones multinacionales del crimen, tiene hoy latinoamérica: la autodenominada «junta del Narcotráfico», con sede en Dubai. Hoy esa multinacional confedera mafias albanesas, italianas, mexicanas, colombianas y del cono sur. 4. Tratado sobre la immigración reconociendo el derecho de los EEUU a recibir o rechazar sus visitantes, sobre la base de la dignidad humana. 5. Colaboración del gobierno de los EEUU en la construcción de una reforma del sistema financiero mundial para que se pueda cambiar deuda por acción climática, hasta por 25 trillones de dólares, en la perspectiva de dar el primer gran paso contundente, para la descarbonización de la economía mundial y la adaptación a la crisis climática. 6. Juntar nuestros esfuerzos en la construcción de la paz regional, salidas políticas y dialogadas a los conflictos de Venezuela, Cuba y Haití, con fin de los bloqueos e intensificación de las relaciones económicas, culturales y políticas, del Gran Caribe, del que hacemos parte: Colombia y los EEUU. Juntarnos como latinoamérica y el Caribe con los EEUU, en los esfuerzos de lograr la paz en el conflicto Rusia/Ucrania y en lograr en el medio oriente, que hayan dos estados y dos naciones libres y en paz en la región de Palestina, con cese permanente al fuego y liberación de todos los rehenes. 7. Realización de la cumbre EEUU/CELAC.
Sobre la crisis de las relaciones con Estados Unidos y las últimas declaraciones de Petro sobre el país norteamericano, el Representante a la Cámara de los Estados Unidos Carlos A Gimenez, escribió en su cuenta de X:
“Petro cannot continue to threaten America and then think he can get away with it. We stand with the freedom-loving Colombian people — not the narcoterrorist socialist thug living in Casa de Nariño”.
“Petro no puede seguir amenazando a Estados Unidos y luego creer que puede salirse con la suya.
Apoyamos al pueblo colombiano, amante de la libertad, no al narcoterrorista socialista que vive en la Casa de Nariño”.
A ese mensaje le respondió, en inglés, el Presidente de la Cámara de Representantes de Colombia, Jaime Raúl Salamanca:
“With all due respect yet with equal firmness I reject Representative @RepCarlos
’s remarks about President @petrogustavo Such rhetoric erodes the historic partnership between Colombia and the United States. The presidency is the living symbol of our nation’s unity; any slight to that office is a slight to every Colombian. I therefore demand the respect our Head of State and our people have earned. As an elected leader, I cannot normalize language that demeans sovereign institutions. Colombia deserves dignified treatment and I will always defend that principle. Enduring friendship is grounded in mutual respect, transparent dialogue and a shared commitment to justice. As sister nations, we owe each other nothing less”.
“Con el debido respeto, pero con la misma firmeza, rechazo los comentarios del Representante @RepCarlos sobre el Presidente @petrogustavo. Esta retórica erosiona la histórica alianza entre Colombia y Estados Unidos. La presidencia es el símbolo viviente de la unidad de nuestra nación; cualquier desaire a ese cargo es un desaire a todos los colombianos. Por lo tanto, exijo el respeto que nuestro Jefe de Estado y nuestro pueblo se han ganado. Como líder electo, no puedo normalizar un lenguaje que degrade las instituciones soberanas. Colombia merece un trato digno y siempre defenderé ese principio. La amistad duradera se basa en el respeto mutuo, el diálogo transparente y un compromiso compartido con la justicia. Como naciones hermanas, no nos debemos menos”.
El ministro del Interior, Armando Benedetti también escribió, en inglés:
“What a paradox it is when someone with Latin names prefers to be called Peter or George. For a Latino, there’s no worse attack than that of another Latino who believes he’s superior simply because he holds U.S. citizenship, especially when neither his parents nor grandparents did. This man shows no respect for ideologies outside of his far-right beliefs; he believes in superior races, empires, and invasions. With such language and ideas, one might think he’d support a coup d’état”.
“Qué paradoja que alguien con nombres latinos prefiera que lo llamen Peter o George. Para un latino, no hay peor ataque que el de otro latino que se cree superior simplemente por tener la ciudadanía estadounidense, sobre todo cuando ni sus padres ni sus abuelos la tenían. Este hombre no respeta ideologías ajenas a sus creencias de extrema derecha; cree en razas superiores, imperios e invasiones. Con semejante lenguaje e ideas, uno podría pensar que apoyaría un golpe de estado”.