Jacobo Pérez Escobar, el jurista centenario

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Por | Julián David Mesa Pinto / Abogado Especialista en Gobierno y Gerencia Territorial

Vivo y lúcido, Jacobo Pérez Escobar insigne abogado y tratadista de Derecho Constitucional, celebra su cumpleaños número 100 el próximo 4 de junio.

Nacido en el Reten, para entonces corregimiento de Aracataca Magdalena, Jacobo Pérez Escobar ocupó las más altas dignidades que cualquier jurista anhelaría ostentar: secretario Jurídico de la Presidencia de la República, Magistrado de la Corte Suprema de Justicia, Magistrado del Consejo de Estado, Ministro de Gobierno (E), secretario general de la Asamblea Nacional Constituyente 1991 y además, Gobernador del Magdalena.

Con Gabriel García Márquez compartieron el aprendizaje de las primeras letras en la escuela, posteriormente volvieron a coincidir en la facultad de derecho de la Universidad Nacional. Mientras Jacobo Pérez Escobar se destacaba como un estudiante destacado y sobresaliente, Gabriel García Márquez, lejos de atender las clases de derecho, se ubicaba en la última fila para leer lo que le más le interesaba: literatura, confiado en que su paisano le facilitaría los apuntes. No en vano, Gabo se refirió siempre a él como su “condiscípulo eterno”.

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Surgió, como naturalmente obedecía, el debate en torno a la persona indicaba que debía fungir como secretario general de la Asamblea Nacional Constituyente: para ejercer como notario, para dar fe y recopilar responsable y rigurosamente toda la discusión y el articulado del corpus iuris de la nueva Constitución Política que en el marco de las comisiones y plenarias del proceso constituyente se expedían. Nadie más probo, más preparado y más calificado: el nombre y brillante trayectoria de Jacobo Pérez Escobar salieron a relucir de manera consensuada y contundente.

Como secretario general de la Asamblea Nacional Constituyente 1991, honrosa designación que asumió en representación del Partido Liberal Colombiano, ejerció un liderazgo impecable, tuvo que corregir la totalidad del texto de la Constitución Política de 1991, mayúscula responsabilidad que cumplió con entereza, notable sabiduría y oportuno discernimiento.

Pero en la historia no pueden faltar las anécdotas y paradojas, para el caso del doctor Jacobo Pérez Escobar, demasiado injustas, en un error monumental, que lo han calificado como un acto de “ligereza”, no fue invitado al acto histórico y solemne de promulgación de la nueva Constitución Política que tuvo lugar el 4 de julio de 1991 en el Salón Elíptico del Capitolio Nacional. Indefectiblemente un error imperdonable y un acto de injusticia con el notable y perenne secretario general de la Asamblea Nacional Constituyente 1991. Aun así, las páginas de los libros de historia seguirán dando a fe y reconociendo su invaluable aporte al país que brindó al proceso constituyente y a la tradición jurídica colombiana.

Se erigió como el más notable y calificado constitucionalista del país, hoy, lúcido aún, se consolida como el último constitucionalista de esa pléyade de brillantes abogados y tratadistas que alcanzaron a formar generaciones de juristas antes de la Constitución Política de 1991: Jaime Vidal Perdomo,  Luis Carlos Sáchica, Vladimiro Naranjo Mesa y Javier Henao Hidrón entre otros.

Indiscutiblemente, Jacobo Pérez Escobar con su inclasificable y brillante función de secretario general, honró con talante, liderazgo e impecable rigurosidad para bien de la historia el proceso de Constituyente de 1991.

“El orgullo divide a los hombres, la humildad los une”.

Sócrates

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