Cada vez es más usual que desde el Gobierno nacional desconozcan a Boyacá, pero lo curioso y reprochable es que ahora nadie reclame por el desdén con el que miran a este departamento. Ni siquiera explicaciones oficiales hubo sobre el desconocimiento al escenario de la Campaña Libertadora.
Boyacá sigue siendo objeto de la indiferencia y el menosprecio por parte del Gobierno Nacional y ahora el departamento ni siquiera es tenido en cuenta para los actos protocolarios de la conmemoración de la Batalla del Puente de Boyacá.
En el 2013 el departamento fue noticia en medios de comunicación nacional, cuando académicos, gobernantes y hasta congresistas se pronunciaron contra el presidente de ese entonces, Juan Manuel Santos, por no haber venido al Puente a los actos protocolarios del aniversario de la Batalla en el puente de la libertad y hacerlo en Medellín.
En este ocasión, 2021, el presidente Iván Duque prefirió trasladarse a la base militar de Tolemaida, en donde estuvo acompañado de la cúpula militar y de Policía y en donde realizó varios pronunciamientos al llegar a su tercer año de Gobierno.
Pero esta vez ni academias, ni sociedades de historia ni gremios civiles de Boyacá dijeron nada, tal vez porque tampoco esperan nada de un Gobierno que muy poco le ha dado al departamento.
En un comienzo, el jueves de esta semana, de manera sorpresiva se anunció un Consejo de Seguridad en el Puente de Boyacá, al que asistieron el ministro de Defensa, Diego Molano; el comandante del Ejército y el director de la Policía Nacional y se anunció extraoficialmente que sería la avanzada para la llegada dos días después del presidente Duque para los actos de celebración en el Puente de Boyacá.
En esa reunión estuvieron, además, los comandantes de Ejército y Policía en Boyacá y el gobernador del departamento, Ramiro Barragán Adame, pero las primeras noticias que se conocieron sobre esa cita estaban relacionadas con riesgos de que «personas extrañas» estuvieran amenazando con vandalizar el monumento histórico, razón por la cual el anuncio fue que se militarizaría el Puente de Boyacá y otros monumentos históricos para evitar actos de terrorismo.
Justamente esa podría haber sido la causa de que el presidente, Iván Duque, hubiera decidido no venir y conmemorar un nuevo aniversario de la batalla del Puente de Boyacá desde la base militar de Tolemaida.En las entrevistas concedidas a diferentes medios de comunicación durante el fin de semana, con motivo del comienzo de su último año de Gobierno, Duque se refirió a amenazas contra su vida y a los riesgos de que pueda haber otros atentados contra él, luego del supuesto plan descubierto y desactivado para atentar contra su vida en Cúcuta. Y así, con esa justificación, se canceló la visita de Duque al Puente de Boyacá.
Duque pasará a la historia por muy pocas cosas buenas. En el caso de Boyacá entre sus pocas visitas en estos años están la realizada para la entrega de unos salones de clase en la Normal Leonor Álvarez Pinzón y la reciente, a Pesca, para la firma del decreto que reglamenta y autoriza la exportación de cannabis.
Como sea, al final otra cita a Boyacá se canceló y aquí ya nadie protesta. Si no dijeron nada los historiadores, los académicos y otros actores civiles, mucho menos los parlamentarios que conocen menos de historia.
