Por | Miguel Ángel Peña Moreno / Asesor TIC / @MiguelPTIC
Hace muy poco escuché unas palabras que resumen los cambios que vivimos actualmente: “No falta mucho para que a cada una de las profesiones, oficios o negocios le llegue su respectivo UBER”.
Es una costumbre muy nacional quedarnos anclados en la popular zona de confort, esa donde todo funciona bien para mí, tengo una seguridad financiera por mi actividad diaria, o realmente mi negocio no necesita otra cosa que seguir como está. Afirmar que la innovación es un proceso de grandes empresas, llegar a pensar que a mi negocio o profesión le quedan muchos años de vida es un rotundo error. El mundo en el que vivimos exige cada día servicios más ágiles, respuestas más cortas, tiempos de desplazamiento inmediatos y sobre todo un valor agregado por el cual muchas personas pagan un dinero extra: EXCLUSIVIDAD.
Muestras, para mi punto de vista, hay cientos en todo el mundo, basta con googlear ejemplos de innovación en determinado campo y, se sorprenderán de los resultados; seguramente, en alguna conversación les han mencionado los casos de Netflix, Amazon, Airbnb, Apple y el mismo Uber. Pero quiero citarles otro tipo de ejemplos, los de la innovación disruptiva actual, siendo tal vez esas iniciativas que se pongan de moda más adelante.
Dejando atrás el servicio de nuestra lavadora o de las lavanderías, llega SILIC, una prenda de ropa diseñada para no tener que lavarse; gracias a la nanotecnología repele cualquier mancha, literalmente se le puede vaciar encima una botella con jugo y no se manchará.
Para quienes piensan que siempre se necesitarán interruptores de corriente o bombillas con sus respectivas rosetas. Les quiero contar sobre Helios Touch, un sistema de iluminación modular formada por elementos hexagonales independientes, unidos entre sí por imanes, formando paneles luminosos a gusto del usuario. Eso sin contar con varios inventos para generar electricidad que hoy en día parecen ser mucho más accesibles y a un precio razonable teniendo en cuenta la vida útil de los productos tradicionales.
Por último, desde hace algunos años los drones toman un papel protagónico en varios oficios que antes tenían un costo bastante alto, por ejemplo, la grabación de videos, películas o incluso servicios de camarógrafos. Así mismo, en aspectos cotidianos como el servicio de mensajería, en algunas ciudades del mundo, ya es normal el uso de drones para domicilios de comidas rápidas, reduciendo considerablemente el tiempo de entrega y garantizando aún más la calidad de su producto.
Comprender y vincularnos a las nuevas tecnologías, con sus avances y novedades en nuestro campo laboral, debe ser una obligación; anticiparnos a conocer los cambios proyectados adaptándonos a esa inminente trasformación seguramente nos garantizará una ventaja competitiva sobre las personas que simplemente esperan a último momento para tratar desesperadamente de aferrarse al pasado o reaccionar torpemente ante la obsolescencia de su servicio o producto.
Seguramente usted se puede identificar entre estos últimos si algún día le ha dicho a alguien: “aquí, siempre hemos hecho las cosas así”, seguido de una señal de molestia. Espero haber despertado en ustedes su instinto de supervivencia y comenzar a pensar que será de sus vidas laborales si de repente el oficio que siempre han conocido un día llega a su final.