Precisamente durante esta semana que se celebró el día del perro callejero,
EL DIARIO se ha encontrado en redes sociales con una denuncia que ha conmocionado a los tunjanos.
En la denuncia, que se hace a través de Facebook, el perfil ha dejado al descubierto un caso de intolerancia y de irresponsabilidad ciudadana frente al cuidado y manejo de perros callejeros que se lleva en un sector del sur de Tunja.
La siguiente es la denuncia.
Doña Myriam
«Doña Miryam Castillo, una mujer de un gran corazón que ha sido la pagana de la irresponsabilidad y la falta de conciencia de muchos. Ella en su humildad ha sido un ángel para los animalitos que deambulan en el sector (Ciudadela Sol de Oriente), les ha brindado alimento y un refugio provisional a aquellos animalitos que sufren las consecuencias del abandono y del olvido, inclusive ya la mayoría están castrados y esterilizadas».
«Lastimosamente personas como doña Myriam encuentran más obstáculos que soluciones y un apoyo; y, como para rematar, está metida en problemas. Anoche desafortunadamente pasó una situación que la tiene muy triste, preocupada y con ganas de rendirse porque siente que va contra la corriente».
La niña atacada
«Ayer, una señora del sector, conocida por tener arrebatos de locura, y que empieza a tirar piedra a la gente, pasó por lado del negocio de ella [Myriam]. En ese momento había una niña comprando, y cuando la loquita empezó a tirar piedra, los perros empezaron a ladrar. La niña en el susto salió a correr, y en esa mezcla de todo, uno de los perros lamentablemente mordió a la niña«.
«Pues ya se han de imaginar el mierdero que se armó, ahí sí los vecinos que le han hecho la guerra a doña Myriam salieron muy presurosos a echar más leña al fuego y, como la abuelita de la niña es otra más que no le simpatiza para nada que hayan perros, pues se le fueron con todo en insultos y en reprendas«.
Llegó la policía
«Obviamente llegó la policía, mandaron a la niña para medicina legal. Doña Myriam no tiene la certeza si la mordedura fue grave o no, apenas vio que le alcanzó a rasgar la chaqueta. Ella manifestó a la policía que se ha acercado muchas veces a protección social a pedir ayuda, y que lo único que ha obtenido es un «vuelva después, no hay presupuesto»; y, como no tiene ningún papel con sello de que ella ha ido a pedir ayuda, antes la policía la trató de mentirosa, y la grandísima y sabía sugerencia que le hicieron, era que debía desarmar las casitas que les tiene [a los perros] y que no debía por ningún motivo seguir ofreciéndoles alimento, y que debía alejarlos a punta de baldados de agua y hasta pegarles para que se vayan. Ella le dijo que cómo le iban a pedir eso, que ella no tiene un corazón así, pero la policía manifestó que entonces se debía atener a las consecuencias«.
¿Y ahora qué?
«Doña Myriam está terriblemente angustiada por todo, por la niña, por lo que pueda pasar con los perritos y hasta con ella si les sigue ofreciendo alimentos a los animalitos».
«Recurro a alguien que haya leído está historia y de pronto sepa cómo podemos brindarle ayuda a doña Miryam. Con todo y el corazón apachurrado aún tengo esperanza que esta historia tenga un final feliz, y que se pueda dar alguna solución a esa problemática y ese dilema que está enfrentando doña Myriam. Ella no merece que la dejemos sola».
En lo que respecta a la señora Miryam, ella no tiene por que pagar el mal manejo de nuestros gobernantes, ellos don los que tienen que solucionar esta problemática y no es mandar matar los perritos, la señora como los que tenemos un gran amor y respeto por nuestros perritos callejeros, ella no tiene la intención de tener allí estos perritos para que le hagan daño a la gente, fue algo desafortunado, y lo mas incoherente es que en el código de policía esta en que no debemos maltratar lis animales más exactamente a los perritos, y que están haciendo ellos….amedrantandola y exigiéndole sacarlos de allí como sea, es triste, quisiera ayudar a esta señora pero como poder ayudarla????
Que abordaje tan mediocre.
Parece una novela mal contada,por la vecina chismosa del barrio.
El tema es que los animalistas en su afán de «ayudar» terminan creando más problemas que afectan e impactan en la salud pública.
El manejo debe ser integral, dónde están involucrados los lineamientos jurídicos y legales, los profesionales de la salud humana y de la medicina veterinaria y la comunidad.
Pero esa moda de animalistas que creen que solo con darle de comer a los perros y gatos callejeros están aportando, olvidan que no se trata solo de saciar su hambre, si no de cubrir y asumir la totalidad de sus necesidades. Abrigo, cuidado médico, reproducción, alivio o prevención del dolor y alimentación.
Valore su profesión y haga una investigación sería y detallada de un problema de salud pública en su ciudad, si quiere aportar a la solución del problema.
Que desastre la Policía, que medidas tan buenas las que ofrecen, maltrate los animales para que se vayan y además la amenazan, deberían investigar a las mentes brillantes de la policía. Y si hay que reclamarle a alguien es a la Administración Municipal, ya que son los responsables por no tener un sitio adecuado para llevar los animales que se encuentran en condición de calle, adicional por no contar con programas permanentes de esterilizaciones para su control, solo hacen 1 al año y por evitar que los sancionen. Adicional la señora con problemas mentales tampoco debe estar por las calles, debe ser recluida en una clínica para enfermos mentales, ya que representa un peligro para la sociedad. La Sra Myriam no debe hacer nada, pues los perritos no son de ella.
Esto es una problemática que los diferentes entes como alcaldías, policía…… Y de más tienen que enfrentar con planes de choque como utilizar los recursos para lo que son destinados como esterilizaciines masivas y obligatorias en pueblos y veredas por falta de comunicación es que la gente actúa sin tregua…. Y los animalitos son responsabilidad de todos no de unos cuantos……. Y no se les olvide a todos incluyendo la policía que ellos también tiene que ayudar en estos asuntos según el código de policía y según ley 1774.