Titán de Titanes, Coloso de Colosos, pionero de la cultura boyacense; el leal amigo, el incansable, versátil y carismático irreverente, Gustavo Mateus Cortes, quien con su tenacidad quebrantó los paradigmas de los títulos de papel en los muros, para sustituirlos por dignidades en el mérito, de la labor realizada.
Gustavo es la personificación del ejemplo, ese que se convierte en la mejor manera de enseñar, ese que es más eficiente que la propia erudición, porque nos indujo a ser mejores y amables, servidores públicos, dejando de lado la vanidad, la figuración y la arrogancia.
Pintor, escultor, heraldista, fotógrafo, diseñador, escritor, escenógrafo, libretista, en fin, era, es y será, La biblia de la cultura y las artes boyacenses. Las palabras, los términos, las metáforas, no alcanza para definir a este gigante, a este hombre que se inmortaliza, para bien de nuestro patrimonio.
El templo de San Ignacio, de mi colegio de Boyacá, se convirtió en el escenario propicio para rendirle tributo de veneración; acto presidido por el señor gobernador de Boyacá Ramiro Barragán Adame, el secretario de cultura y patrimonio Miguel Moreno y el gerente del FIC 50 Años Luis Miguel Díaz, en el que, con Javier Ocampo López, Nelly Sol Gómez de Ocampo, expresamos nuestra admiración y reconocimiento a quien fuera nuestro compañero de Academia; el creador del Festival Internacional de la Cultura, que, por medio siglo, ha puesto en trono muy alto, esta clase de certámenes culturales en América.
La noche se colmó de magistrales presentaciones, en la música la estudiantina del Altiplano Cundiboyacense, que es una proyección de la Estudiantina Boyacá, fundada por el maestro Samuel Malagón Bravo, hizo un hermoso concierto, el pintor y escultor duitamense Neil Avella sorprendió a los asistentes con un retrato en acrílico, en tiempo récord, apenas 45 minutos.
La multitud que llenó el recinto aclamó al “Inmortal”, con un aplauso interminable, con vítores, alabanzas, gritos de júbilo y cariño, que estremecieron la centenaria casa de Dios. Quizás fue lo mejor de aquella noche, porque la comunidad explotó en expresiones sentidas de agradecimiento a este grande hombre. Además por la declaración por parte del gobernador de adoptar e institucionalizar la franja del FIC en San Ignacio, con el nombre del fundador: GUSTAVO MATEUS CORTES.
MINIATURA GMC
Titán de titanes, coloso de colosos;
El más sensible, pionero de pioneros,
El irreverente caballero andante,
Su Majestad Arte y Cultura.
El bohemio Puro.
Rompió los paradigmas
De doctores y maestros, de papel;
Sus dones brotaron cual centellas,
Para iluminar el Festival de la Cultura,
Hizo lo que quiso, para el bien de Boyacá.
Eduardo Malagón Bravo
FIC 50 -2023