Según el funcionario, el incremento en el precio del servicio, que se produjo desde el fin de semana, no es una consecuencia directa del alza en los precios de los combustibles sino de los reajustes que se han producido durante todo el año en los costos de los insumos del transporte.
Óscar Javier Cuadros es el gerente de la empresa Coflonorte, propietaria del mayor parque automotor para el transporte de pasajeros en Boyacá.
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El área de cobertura de esa empresa incluye a Arauca, Meta, Santander, Cundinamarca y Casanare y cuenta con vehículos de todos los tamaños para la prestación de sus servicios: buses, vanes y minibuses, pero no solo incluyen los reconocidos como ‘Los Libertadores’ sino que integra a otras compañías, entre ellas Autoboy.
Por tener casi 500 vehículos, sus servicios y tarifas impactan a miles de usuarios que a diario se movilizan entre las ciudades de Boyacá, hacia Arauca, Yopal y hacia y desde la capital del país.
Por eso es totalmente normal que el anuncio del incremento en los precios de sus tarifas genere tanta molestia e inconformismo, como lo ocurrido desde el pasado fin de semana.
Las tarifas de Coflonorte en los principales recorridos fueron incrementadas en más del 20 por ciento, lo que tiene repercusión en la vida de más de 50.000 boyacenses que usan el servicio por lo menos una vez a la semana.
La tarifa Bogotá-Tunja y Tunja Bogotá quedó en 35.000 pesos; entre Tunja y Paipa, Paipa-Tunja, en $10.000; Tunja Yopal o viceversa, $75.000, entre otras.
El periódico EL DIARIO habló con Cuadros sobre este reajuste y otros aspectos que tienen que ver con la prestación de los servicios de transporte por parte de Coflonorte.
EL DIARIO: ¿Entiende Usted el inconformismo y la molestia de sus usuarios?
Óscar Javier Cuadros: Sí, pero es bueno explicar que este incremento no es una consecuencia directa del alza de los combustibles sino de los ajustes que los insumos del transporte han tenido durante más de un año. El precio de los combustibles se ha reajustado varios veces durante el último año y siempre mantuvimos las tarifas, pero llega el momento en que ya no podemos más. Pero, adicionalmente, han subido todos los demás insumos del transporte, las llantas, los lubricantes, la mano de obra. El tema del dólar también golpea muy fuerte al gremio transportador porque la gran mayoría de los repuestos son importados y esa tasa de cambio ha generado una gran variación de los precios y ha elevado el costo de los servicios, de la mano de obra, lo que cobran en un taller, lo que cobra un electricista. Si una planta costaba 200.000 pesos, ahora cuesta 320.000 y puede llegar a costar $400.000.
EL DIARIO. ¿Cómo se hacen esos incrementos del costo del Transporte? ¿a ustedes quién los regula, los vigila o los autoriza hacer esas alzas?
OJC: Nos vigila la Superintendencia de Puertos y Transportes. No tenemos tarifas controladas por el gobierno, pero tenemos que tener y presentar una estructura de costos que justifiquen porqué hacemos los reajustes. Ahora seguramente se van a acercar a preguntarnos y a pedir los soportes jurídicos y legales de los incrementos y tenemos como justificar esas alzas.
EL DIARIO: ¿Fue coincidencial que las tarifas de Coflonorte se hubieran incrementado al mismo tiempo que la fecha en que se produjo el alza en los precios de los combustibles?
OJC: Pues esta siempre ha sido una época en que se producen incrementos en las tarifas del transporte de pasajeros. En el país hemos sido muy responsables con el tema de las tarifas precisamente para no afectar a nuestros usuarios. Nosotros nunca hacemos incrementos en temporadas altas, como sí sucede con otras empresas a otros destinos. Un viaje por tierra a la Costa cuesta 100.000 pesos en temporada baja y 120.000 cuando hay más demanda y puede llegar a los 200.000 o hasta los 280.000 en temporada alta. Nosotros siempre aplicamos la misma tarifa. No tenemos tarifa diferencial entre temporada baja y temporada alta. Si cobramos durante el año 30.000 a un destino, eso mismo lo hacemos en cualquier día del año y el 24 de diciembre. Hemos sido responsables y conscientes con nuestros clientes. En temporada baja a Bucaramanga cobran 60 o 70 mil pesos y en temporada alta 90 o 100 mil pesos; nosotros no hacemos eso.
EL DIARIO: ¿Coflonorte fue la única empresa que incrementó las tarifas o también lo hicieron las demás empresas que prestan servicio en Boyacá?
OJC: No lo sé; solo conozco y puedo responder por nuestra empresa; no sé cuál es la decisión de las demás empresas.
EL DIARIO: Los usuarios se ha quejado mucho de varios trayectos, por ejemplo, por lo que ocurrió con la ruta a Yopal, en donde se comenzó a cobrar $75.000. Parece muy exagerado.
Eso es lo que nos da por estructura de costos. Seguramente puede haber temporadas en las que se cobrará menor tarifa o en las que se harán algunas promociones. Estamos trabajando en eso.
EL DIARIO: precisamente hasta hace unos meses ustedes tuvieron una promoción en los que los viajeros frecuentes acumulaban puntos que se redimían para otros viajes. ¿Por qué la quitaron?
OJC: Eso está reorganizándose. Esta por salir nuevamente un plan para que nuestros usuarios que usan el servicio puedan redimir puntos para otros viajes. Tuvimos problemas con un proveedor que, debido al éxito de la promoción, se quedó corto en la elaboración de unas maquetas que se hacían de forma artesanal, pero estamos trabajando en un plan de promociones en los pasajes.
EL DIARIO: Lo que han dicho muchos usuarios durante el fin de semana es que sus buses funcionan con ACPM, cuyo precio no se incrementó; y no con gasolina, que fue la que sufrió el alza.
Es que repito que esos incrementos en el servicio no son relación directa necesariamente por el precio de los combustibles sino que durante el último año, en el que no habíamos subido las tarifas, se produjo una gran variación en los precios de todos los insumos del transporte y nosotros manteníamos las mismas tarifas del 2019. Y, aunque por algún momento se incrementaron las tarifas, cuando por bioseguridad solo podíamos utilizar el 50 por ciento de nuestra capacidad, esas tarifas bajaron. Hubo gente que aseguró que después de ese reajuste nosotros no íbamos a bajar las tarifas y les demostramos que sí y se hizo. Si no estoy mal, alcanzamos a llegar a 45.000 entre Bogotá y Sogamoso y después regresó a 30.000. Todos eso a pesar de las enormes pérdidas que tuvimos durante la pandemia, porque el transporte de pasajeros fue el más afectado durante casi dos años y medio. Pero, adicionalmente, este año hicimos la reposición de cerca de 60 vehículos previendo los cambios que hace el Ministerio por cuenta de emisión de gases. En los últimos tres meses el costo de un chasis se incrementó en un 30 por ciento. Hubo alza en más del 25 o 30 por ciento en el costo de una carrocería; una carrocería que costaba 300 millones ahora cuesta 380 millones y el año entrante puede costar 450 millones de pesos. Un bus, que valía $600 millones ahora puede costar 800 o 900 millones de pesos.
EL DIARIO: ¿Cómo está la empresa de ustedes con relación a los servicios que prestan y cómo le va a Boyacá con el transporte de pasajeros?
OJC: Boyacá tiene el mejor parque automotor del país. Prestamos el servicio con vehículos que tiene la última tecnología en seguridad y comodidad y eso cuesta. Repito que los costos de los insumos del transporte cada vez son más elevados. El año pasado subieron los salarios y nosotros no incrementamos las tarifas, pero tenemos otros costos de funcionamiento, de operación. Si han subido tanto los precios del pan, d ellos huevos, de todos los productos, eso tiene una repercusión para todo el mercado en todos los productos y servicios.
EL DIARIO: Efectivamente, ustedes fueron el gremio más afectado por la pandemia, ¿cómo va la recuperación del sector y qué tanto se ha recuperado el mercado?
OJC: Estamos en una operación de cerca del 90 por ciento frente a la demanda que había antes de la pandemia. La ocupación ha ido mejorando y estamos en los números cercanos a los que hubo en el 2019. Después de cifras en cero y de millonarias pérdidas durante la pandemia, algunos apenas se comienzan a recuperar.
Iniciaremos campaña de recolección de firmas para que el ministerio del transporte abra nuevas rutas de empresas prestadoras de este servicio para acabarle el monopolio a estos ricos y así dinamizar la economía del transporte y obligarlos a bajar precios con competencia