Durante hora y media, 600 personas escucharon al escritor colombiano Mario Mendoza, mientras que cerca de 2 mil más, lo esperaban en la Plaza de Bolívar con la esperanza de conseguir una foto, un autógrafo o un consejo por parte del novelista que ha conquistado a millones de lectores en todo el mundo.
La conferencia del autor de ‘Satanás’, ‘Leer es resistir’ y ‘La melancolía de los feos’, entre otros libros, fue muy bien recibida por los boyacenses y turistas, quienes conocieron de cerca la historia de Mendoza quien a raíz de varias dificultades que ha pasado en su vida encuentra en la lectura la mejor forma de soñar y de vivir de una forma extraordinaria.
«Empecé leyendo libros como Tintín, pero también he aprendido a vivir historias con libros como el del Che Guevara, La ciudad de Cristal, leyendo sobre historia, filosofía, novelas, cómics. Cada libro es una forma magnífica de vivir y de resistir lo que pasa a nuestro alrededor», expresó Mendoza.
La charla inició con varios detalles literarios, que para muchos eran desconocidos, habló sobre ‘Don Quijote de la Mancha’, considerada por Mendoza como una de las obras cumbre que enseña la importancia de la lectura y cómo un libro puede abrir tantas posibilidades y fronteras de lo inimaginable, a través de esta novela los lectores se ven inmersos en una aventura sobre la historia de la literatura en el mundo.
La fascinación de Mendoza por la lectura es tan contagiosa que decenas de los asistentes salieron de la conferencia con ganas de leer varios de los libros que el escritor nombró en su conferencia.
Las risas no faltaron por las anécdotas contadas por Mendoza, aquella cuando intentó, como investigador resolver un conflicto de unos niños que jugaban con pistolas imaginarias, cuál pistola era más poderosa, ¿la de Júpiter o la de la Tierra? O cuando comentó que en su familia hay varios artistas y él envidiaba el uso de un overol cuando pintaba, a tal punto que
alguna vez creyó que si él escribía con overol su trabajo iba a ser reconocido.
Mendoza es premio de escritura nacional, pero, ‘para mí el año 95 no es el importante, ese año gané, pero la gente olvida que desde 1990 hasta el 94 me presenté al premio y perdí. Yo era el perdedor profesional. Lo importante
no fue cuando gané, porque los otros años me enseñaron a resistir y a persistir», concluyó Mario Mendoza desde el Teatro Mayor Bicentenario de Tunja.
Mendoza dejó enseñanzas al público del FIC
Desde las ocho de la mañana empezaron a hacer fila los seguidores de Mendoza en la puerta del Teatro, pasaban las horas e iban llegando de diferentes municipios con la ilusión de alcanzar a entrar, mientras tanto iban leyendo los libros del colombiano, compartían sus gustos, se hacían amigos entre ellos y se turnaban para ir a comprar arepas, colaciones,
empanadas o algo que pudiera ayudarlos a llevar de buena forma la espera.
Algunos llegaron con sillas plegables y otros no dudaron en sentarse en el suelo frío de la Plaza de Bolívar.
Como era de suponerse al abrir las puertas fueron miles quienes que se quedaron por fuera.
«Me impactó mucho su libro ‘Leer es resistir’, me generó controversia y sabía
que tenía que intentarlo todo para poder entrar, por eso llegué desde las 8:30 a.m.
a hacer la fila» dice Chayan, uno de los afortunados que se llevó el libro
firmado.
A su turno, Víctor Sánchez contó que, «fue conmovedor, pensé que no iba a alcanzar a entrar y me dio mucha inspiración y muchas enseñanzas. Valió la pena la
espera».
En contraposición desde Mongua, Duitama, Jenesano y otras localidades esperaron hasta el último momento para tener un contacto con el escritor, esperaron a las afueras por más de cuatro horas anhelando ver y escuchar al autor.
«Que se repitan este tipo de eventos y que el FIC siga trayendo a este tipo de escritores, definitivamente hay que buscar un auditorio con mayor capacidad, para que todos podamos estar frente a invitados de este nivel», fueron las
palabras de muchos de los asistentes.
Fuente: Prensa FIC.