¿Ganarle a Carlos Amaya la Gobernación? Todavía parece no haber con quién

Foto | Hisrael Garzonroa
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El exgobernador se ve imbatible en la próxima disputa por el primer cargo ejecutivo del departamento. Todos los partidos políticos que le podrían hacer oposición parecen infiltrados por él, mientras sigue siendo muy fuerte la maquinaria de ese sector del verde, que incluye la actual Gobernación, los institutos descentralizados, las corporaciones autónomas, la Uptc, los hospitales y más de la mitad de los municipios.

¿Quién podría retar a Carlos Amaya en una eventual disputa por la Gobernación para el periodo 2023-2026? Hasta ahora no parece haber muchos que lo quieran intentar.

Entre quienes han manifestado la intención de presentar su nombre para las elecciones de octubre del 2023 está el exrepresentante a la Cámara liberal Rodrigo Rojas, pero después de su salida del Congreso ha estado desaparecido. Rojas tiene a su favor haber sido el mejor congresista boyacense en el pasado periodo.

Adicionalmente, hace un mes, cuando se mencionaron los primeros nombres del gabinete del presidente Gustavo Petro, Rojas estuvo sonando, primero para ser ministro de Vivienda; y, después, para director del Fondo Nacional del Ahorro.

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Haber hecho parte de esos ‘sonajeros’ no favoreció una eventual candidatura suya a la Gobernación porque quedó la impresión de que su primer objetivo no es buscar el respaldo popular para gobernar el departamento y que en cualquier momento puede contemplar otra alternativa.

Pero, adicionalmente, Rojas no controvierte, no critica, no opina y no asume posiciones y en política eso es lo que se espera de un líder.
Carlos Amaya, por ejemplo, se arriesgó y fijo posturas durante la campaña presidencial. Su gran apuesta fue Rodolfo Hernández para la segunda vuelta. No ganó, pero fijó una posición y hoy, con miles que los respaldan y votarían por él y otros miles que lo odian y lo critican, nadie puede decir que no decide.

También está la eventual candidatura a la Gobernación de Sandra Liliana Ortiz Nova. Primero, tendría que no estar inhabilitada, pero en segundo lugar tendría que conseguir el respaldo de sectores verdes disidentes a Amaya entre los que se encuentra el exgobernador y ahora director del Sena Jorge Eduardo Londoño, quien seguramente se mantendrá al margen de la política partidista regional. Un eventual respaldo del Pacto Histórico, por la cercanía que Sandra Ortiz tiene con Gustavo Petro, le podría dar fortaleza a una candidatura suya a la Gobernación, pero se requiere el apoyo de los congresistas César Pachón y Pedro José Suárez Vacca, con mucho voto de opinión que no acepta direccionamientos.

César Pachón no tiene muchos votos en Boyacá, cada vez le quedan menos; mientras que Pedro José Suárez Vacca llegó al Congreso con voto mayoritariamente de opinión, que no aceptaría guiños ni por Sandra Ortiz ni por otro candidato o candidata.

Algunos sectores han mencionado una eventual candidatura del exviceministro de Agricultura Ómar Franco Torres, pero no es muy claro qué sectores de los partidos tradicionales, como el Conservador o el Centro Democrático, lo acompañarían.

También está el exdiputado y excandidato al Congreso Giovanny Pinzón, quien tendría el apoyo de un sector del Pacto Histórico, aunque aseguran que en los próximos días podría ser nombrado en un cargo nacional. Pinzón siempre ha soñado con ser Gobernador, pero con él aplica también la frase de que ‘es mejor pájaro en mano que cien volando’.

Y, finalmente, surge otro nombre, nuevamente el del exdiputado y excandidato al Congreso Jonatan Sánchez, quien ya no tiene el respaldo de otros tiempos de sectores del Occidente de Boyacá.

Entonces queda una eventual candidatura de Carlos Amaya o de dirigentes políticos del Verde o de otros partidos, que tienen afinidad con su proyecto.

Si no es la Gobernación, Amaya puede estar pensando en la Alcaldía de Bogotá, pero su gran dificultad es que su nombre puede ser vetado por el presidente Petro y por otros sectores alternativos, a los que incluso la actual alcaldesa Claudia López escucharía.

También hay la posibilidad de que Amaya comience a liderar un movimiento nacional, que le permitiría en un futuro volver a presentarse como candidato presidencial. El problema para cumplir ese objetivo es la resistencia que Amaya tiene entre los jóvenes, precisamente por no haber respaldado a Gustavo Petro a la Presidencia.

Y si es por la Gobernación de Boyacá, Amaya prácticamente no tiene rival. Conoce el departamento y en todas las provincias lo conocen; tiene carisma y discurso, tiene la habilidad para conseguir respaldos e indiscutiblemente la maquinaria, que incluye la actual Gobernación, los institutos descentralizados, las corporaciones autónomas, los hospitales y más de la mitad de los municipios.

Durante los cuatro años de Gobierno de Carlos Amaya y durante los tres de Ramiro Barragán, sectores de otros partidos han gobernado al lado de esa fracción del Partido Verde, como un sector el Partido Liberal, el Partido de la U, el Partido Conservador e incluso fracciones del Cambio Radical y del Centro Democrático. No hay que olvidar que dentro del Partido Verde, Amaya tiene su propia fuerza, con dos representantes a la Cámara, Wílmer Castellanos y Jaime Raúl Salamanca, y la senadora Carolina Espitia.

Pero si no es una candidatura suya, Carlos Amaya se puede dar el lujo de impulsar otros nombres de su equipo político hacia la Gobernación de Boyacá o de respaldar candidaturas afines a su proyecto político.

El más fuerte de esos aspirantes es el diputado Fabián Rojas, oriundo de Miraflores, cercano al Gobierno del Presidente Petro, amigo de sectores liberales y con simpatía en sectores verdes.

Ahí también están, esperando el permiso de Amaya, el diputado Yamir López, el exsecretario de Salud Mauricio Santoyo, el sogamoseño Ricardo Corredor, el excongresista Wílmer Leal y el gerente del Hospital San Rafael de Tunja, Yamit Noé Hurtado.

Si no es Amaya, seguramente habrá un procedimiento para escoger entre ellos quien podría ser el candidato del Verde, pero lo más seguro es que, independientemente de esa mecánica, sea Amaya quien al final haga de nuevo el guiño, como lo hizo hace tres años con Ramiro Barragán, el gobernador que hoy parece estar guardando ese puesto.

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1 COMENTARIO

  1. Nunca había visto a un medio regional tan arrodillado a un jefe político como ustedes, llevan más de 4 años haciéndole pauta al corrupto de Carlos Amaya ¿no quedaron saciados con la pésima administración departamental de estos dos periodos? ¿les parece razonable el desempeño de la UPTC desde que Amaya maneja los cargos administrativos a su antojo? DEBERIA DARLES VERGUENZA SALIR CON ESTE TIPO DE NOTAS, VENDIDOS.
    En la política, lección básica para que aprendan un poquito a salir de la mentalidad retrógrada, es necesaria la ROTACIÓN de liderazgos, ya fue suficiente de mediocridad y roscas. Para que Boyacá sea un departamento prospero necesita otros dirigentes y en política nada está escrito en piedra. Ridículos!

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