Por: Daniel Triviño
Desde hace unos días vienen buscando hacer crecer el ideario de que la apuesta que Carlos Amaya y Nairo Quintana hicieron por el ciclismo en Boyacá ha sido un rotundo fracaso. Pero nada más alejado de la realidad, pues durante los cuatro años del Team Boyacá es Para Vivirla, o Boyacá Raza de Campeones como se le denominó en su nacimiento, fueron varios los logros conseguidos, y mucho el impulso que se le dio a las jóvenes promesas del ciclismo en Colombia.
Para empezar el ejemplo más reciente, el que conmovió a toda Colombia. Germán Darío Gómez, que sufrió una calamidad mecánica cuando se encontraba en el lote de fuga en la prueba de fondo sub 23 del Mundial de Ciclismo (Ruta). Gómez, al no encontrar oportunidades en su tierra llegó hasta el único departamento que le quiso abrir las puertas, y respondió con su destacada actuación de la contrarreloj individual del Mundial de Ciclismo, y con los títulos de la Clásica Ciudad de Soacha y la Clásica Esteban Chaves 2019.
Y si lo único a resaltar fueran los éxitos de Germán Darío Gómez, habría que darle la razón a aquellos que hoy hablan de fracaso. Desafortunadamente para estos tres o cuatro aficionados, esto no es así.
Para comenzar a hablar de los éxitos de este proyecto hay que remontarse al 2016, año en que fue concebido el proyecto con la conformación de un equipo de categoría continental. Sobre el cual hay que decir que no consiguió los resultados esperados, al cual se invirtieron fuertes sumas de dinero, y cual claudicó tras un escándalo en el que sus propios deportistas denunciaron las afugias que debieron pasar en diversas competencias. Pero a la vez hay que resaltar que la conformación del equipo y su rodaje por Europa sirvió de vitrina para que hombres como Miguel Flórez dieran el salto al ciclismo del ‘viejo continente’, en ese entonces a la escuadra italiana Wilier Triestina.
En esa misma temporada el por entonces Team Boyacá Raza de Campeones se iba a coronar campeón de la Vuelta a Portugal del Futuro y también lograría importantes resultados en la Copa Internacional UCI de Ciclismo de Pista en Trinidad y Tobago.
En 2017 en la Vuelta al Futuro tres de los hombres pertenecientes al Programa Departamental para el Desarrollo del Ciclismo ‘Boyacá Raza de Campeones’, barrieron en dicha competencia: Jhonatan Chávez, Andrés Pinzón y Germán Gómez. En esa misma temporada ratificó el gran trabajo conseguido en materia de ciclismo de pista, pues en la Copa de Pista Southern Games, el equipo boyacense se colgó siete medallas (2 oros, 2 platas y 3 bronces). El equipo, en aquel 2017, también se destacó por su contribución a selecciones Colombia en el marco de importantes competencias como Juegos Bolivarianos.
En 2019, semanas antes de que Egan Bernal lograra la mayor hazaña deportiva para Colombia en toda su historia; un grupo de jóvenes colombianos ocupaba los tres cajones del podio en el Giro de Italia sub 23: Andrés Camilo Ardila, Einer Rubio y Juan Diego Alba, este último surgido en el Boyacá Raza de Campeones.
A todo esto hay que agregarle que el Team Boyacá es Para Vivirla ha buscado potenciar por igual tanto ciclismo masculino como femenino, siendo así uno de los pocos en el país en afrontar este reto, y a la vez convirtiéndose en un destino para muchos jóvenes que no encuentran oportunidades en sus territorios.
Así las cosas solo es posible hablar de fracaso señalando lo que ocurrió antes de 2016, ese bache de un poco más de cinco años en los que Boyacá no tuvo equipo, en que ningún gobierno quiso comprometerse a patrocinar a los jóvenes deportistas. Si bien el balance de inversión-resultados no es el esperado, es absurdo hablar de fracaso, advirtiendo que Carlos Amaya podrá finalizar su mandato, pero no con ello llegará el fin de este gran proyecto, el cual seguirá siendo cobijado por la mayor gloria deportiva del departamento, el gran Nairo Quintana, así a tres o cuatro aficionados no les guste.