Por | Martha Sofía Medina Cuervo / Experta RSE
De la nube virtual que cubrió todos los rincones de Boyacá, cayó una lluvia de propuestas que con “precipitaciones moderadas” fueron confluyendo interactivamente en propósitos, motivaciones, proyectos, razones y más razones sobre presente y futuro de los jóvenes de la región: hablaron claro y con argumentos, que fueron ganando peso sobre las aguas del optimismo y de lo posible.
Se encontraron a la distancia en una tolda de 23.189 kilómetros, que busca acercar al campo con la ciudad en lo colectivo y democrático: hacer tránsito en el Nuevo Plan de Desarrollo Departamental, intensión que animó a cerca de cien participantes en dos jornadas, para hablar de lo rural y de lo urbano, de los cultivos pero también de los mercados y exportaciones. De la educación y la participación inclusiva en los 123 municipios, construcción como tarea para el actual Gobierno de Boyacá.
“Retos y oportunidades para los jóvenes de Boyacá”, como se denominó el Foro, cayó
como un chaparrón en época de sequía. Desde Cubará hasta San Luis de Gaceno, desde
Pajarito hasta Puerto Boyacá, Chiscas y Otanche, se desgranó lo mejor de cada
participante expositor: Una Política pública para Juventudes decente y ascendente en
criterio y forma de vida para cada provincia, apalancamiento de recursos provenientes de
los fondos nacionales y extranjeros: realidades hechas con cabeza, corazón y mano.
El derecho y la materialización a la participación como insumo democrático propuesta en
reiteradas exposiciones y la puesta en marcha de la conectividad tecnológica inclusiva
para los niños, niñas y adolescentes estudiantes, que en esta época de cuarentena han
pasado las duras y las maduras tanto en la ciudad como en el campo. En esta línea piden
cabida para la puesta en funcionamiento de medios de comunicación alternativos,
direccionados por jóvenes y mujeres jóvenes rurales, que a nivel mundial comparten
indicadores de desarrollo muy por debajo de los hombres.
Sobre la empleabilidad, se hace urgente reducir las tasa de 83.000 vacantes de jóvenes
boyacenses recién egresados de universidades del departamento, que a la vez proponen consolidar el Banco de Saberes, con hojas de vida promediadas en su comportamiento académico y en el conocimiento.
Por su parte, la salud mental a través de serios programas de promoción y prevención de problemáticas psicosociales, también ocupa la atención de los líderes juveniles del departamento, convocados al Foro por el diputado Luis Carlos Ochoa.
Para muchos, este espacio genera una voz unida de esperanza donde de paso,
demuestran la riqueza multicultural de Boyacá a la que según exponen, se hace urgente
darle diseño y foco a lo artístico, a los nuevos emprendimientos, a la educación
agroindustrial, al deporte, a las vías de progreso y en general a las dinámicas que les
permita transformar sus propias realidades en el territorio. El cuidado del medio ambiente
y la contribución social emerge con profunda inquietud y entusiasmo en la contribución a
la Agenda 2030, Objetivos de Desarrollo Sostenible ODS, teniendo en cuenta que los
jóvenes son el activo más importante para su cumplimiento. Es claro que esta población
tanto rural como urbana, está llamada a garantizar una vida sostenible, pacífica, próspera
y equitativa en todo el mundo, ahora y en un futuro próximo.
Boyacá y los jóvenes un espacio inundado de buenos deseos: juntos bajo la misma nube demostraron la capacidad de identificar sus problemáticas, pero también de desafiar las estructuras de poder.