“Cuando ustedes me estén despidiendo, con el último adiós de este mundo, no me lloren que nadie es eterno, nadie vuelve del sueño profundo…”.
Así reza ‘nadie es eterno en el mundo’, unas de las canciones más populares de Darío Gómez, ‘el rey del despecho’, quien falleció esta noche en Medellín, a los 71 años.
El deceso del compositor y cantante de música popular se produjo en la Clínica de Las Américas, como consecuencia de un ataque cardiaco.
Los médicos dijeron que Gómez ingresó a la institución «en estado de inconsciencia luego de haber sufrido un colapso súbito en su hogar».
En el mismo informe la clínica explicó que el reconocido artista no tenía signos vitales en su ingreso y fue llevado de inmediato a una sala de reanimación en donde se le realizaron «maniobras avanzadas de resucitación cardiopulmonar sin que dieran resultados». Su muerte fue declarada a las 7:30 de la noche.
Darío Gómez había nacido en Los Cedros, vereda de San Jerónimo, Antioquia, el 6 de febrero de 1951. Compuso su primera canción a sus 16 años, mientras se desempeñaba en las labores del campo y la mecánica.
Años atrás su abuelo materno le había regalado un tiple que despertó desde su infancia la inquietud por la música.
Gómez es el referente mayor en la evolución de la música cantinera y de carrilera, que gracias a su aporte empieza a ser conocida como «música de despecho». Así se le canta al despecho, Nueve años de soledad, Esta Navidad no es mía, El caso de dos mujeres, Si negabas que buscabas, Entre comillas, Corazonada, El rey del despecho y Nadie es eterno, entre otros temas, son algunos de sus éxitos.
Darío Gómez amenizó cientos de conciertos para los amantes de la música popular, muchos de ellos en Boyacá, en la Plaza de Bolívar, en el Aguinaldo Boyacense, en el estadio de la Independencia y en las festividades de pueblos y ciudades del departamento.