La comunidad del Alto Ricaurte marchó en masa para reclamar que bajo ninguna circunstancia permitirá la intervención a cielo abierto de más de 2500 has. para la explotación de piedra caliza que ya tiene licenciada y viabilizada la cementera Tequendama, una empresa cuyos propietarios pertenecen a las más encumbradas familias del país, que a su vez están entroncados con el todopoderoso e intocable sistema financiero colombiano.
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