En el debate de control político a la Secretaria de Cultura y Turismo de Tunja, en el Concejo Municipal, lo único que quedó claro es el abismo que hay entre esas dos instituciones, la falta de compromiso de las partes involucradas que se dedicaron a lanzarse el agua sucia de un lado al otro, sin asumir una responsabilidad real para afrontar y sacar de la crisis a artistas, cultores y sus familias.
Han pasado tres meses del 2022, y aún el sector en total abandono. Es inadmisible que la excusa siga siendo la pandemia, para un sector que precisamente en el año 2020 contó un presupuesto de apenas 700 millones de pesos, y se le haya dado una inversión directa a los artistas de solo 300 millones.
Luego de seis horas del debate del pasado 30 de marzo en el Concejo de Tunja, se concluye una falta de compromiso con la ciudadanía y sobre todo con los actores involucrados directamente en el sector, la falta de una juiciosa veeduría y de una mesa técnica donde se mire con detalle a dónde van a parar los escasísimos recursos dispuestos.
La improvisación y falta de planeación por parte de esta Secretaría fue uno de los cuestionamientos más severos de la mayoría de los Concejales, quienes remataron el debate asegurando haber quedado con más dudas que respuestas. Pero, ¿cómo no les van a quedar dudas? Si apenas, según advirtió la misma secretaria Dalma Amézquita, solo dos concejales han acompañado de vez en cuando los proyectos, entre ellos Giovanni Torres, quien rescató planes como el de muralismo o los talleres de artesanías, gestiones que son minúsculas frente a las necesidades apremiantes del sector.
“Acá todos somos seres humanos, no todos somos perfectos”
Concejal Giovani Torres
Según el concejal Torres a “un sector estigmatizado por inseguridad, por violencia, extranjeros, etcétera”, pintándole los muros mejora el desarrollo, dice él sin percatarse que sus mismas palabras delatan la falta de una verdadera solución a los problemas que enuncia. Resalta Torres que, en el tema de la política pública, la Secretaría de Cultura “sí ha apoyado sectores como El Carmen y Cojines. En el sector occidental han llevado recursos para apalancar procesos de formación”. Y, al querer resaltar las labores de las escuelas de música y danza, no dijo nada más allá aparte de elogiar a la Secretaria Dalma y a Ricardo Bautista.
De un plumazo el pago mensual de alrededor 10 millones de pesos
Ricardo Bautista, resultó ser uno de los asesores contratados por la Secretaría, “como ayuda en los procesos de la agenda cultural, los procesos de formación, asesoría en temas de patrimonio y en temas de turismo […] Su aporte es invaluable”, dijo Dalma Amézquita para justificar de un plumazo el pago mensual de alrededor 10 millones de pesos por una OPS, ya que, según ella, Bautista cuenta con 45 años de experiencia.
Es incomprensible que, cuando a la Secretaria se le cuestione desde el Concejo cuáles son los números que soportan las gestiones que ella alega haber ejecutado, responda con: “vayan y revisen los archivos en la Secretaría para que verifiquen”, y aferrándose al micrófono, Amézquita, declame una lista de planes que quedan en el limbo de supuestos al no ser confrontados con pruebas.
Arturo Ferley Neira, artista y gestor cultural, Administrador de Empresas, hace parte del colectivo Juntanza Boyacá en defensa de las políticas y derechos por los artistas, en su intervención puso en alerta sobre los números y porcentajes como se manejan en la Secretaría.
“¿Cómo puedes ser que, de un presupuesto de 3.500 millones de pesos, el 40% sea para burocracia? […] Es decir, que la inversión real al sector es, del 100 por ciento, tan solo el 25 por ciento”, porque además 1.400 millones de pesos se van para Aguinaldo, “que no es inversión para el sector”.
“Eso es una vergüenza con quienes hemos dado tanto por esta ciudad”.
Ferley Neira, gestor cultural
Sobre la Carpeta de Estímulos 2021, dijo Neira, que la Secretaria tuvo 10 meses para planear, con un cronograma establecido: “divulgar la Carpeta, Promocionarla, evaluar los proyectos y ejecutarlos. Eso no se hace en tres meses, señora Secretaria”. A lo que Amézquita luego contestaría que la Carpeta salió en el mes de octubre porque “el año 2020 no dejó el recudo suficiente para el 2021, y el recaudo no depende de la Secretaría de Cultura, esperamos que este año no pase”.
Eso no se hace en tres meses, señora Secretaria
Para este año 2022, se acabó el mes de marzo y tampoco ha salido la Carpeta de Estímulos. “Esperamos que no vuelva a salir en noviembre y diciembre, poniendo a los artistas a correr con los procesos de formación, investigación de circulación y creación”, insistió el gestor cultural.
“Lamento que no estemos logrando cumplir”
Las cavilaciones de Amézquita le dan para sacar frases como esta, dicha con tanto brío y despotismo que en el recinto solo quedó un Dios nos ampare colgado de la boca de todos. Divagando en las respuestas que debía dar a los concejales, aseguró que “Es imposible construir un proceso eficiente que logre satisfacer las necesidades de una comunidad con tantas faltas de oportunidades”. ¿Cómo es posible «nos preguntamos» que persista en el cargo?
“No se trata de entrar en un debate político de establecer si soy o no competente para gerenciar, aquí se trata de entre todos construir”, dice Amézquita. Pero, ¡por supuesto que para eso es un debate de control político, para saber qué tan competente es!
Para la Casa del Fundador, dijo que tienen un contrato el cual deberá salir este año. Pero dejó nuevamente el tema escurrido en el atril al decir que: “si quieren venimos luego a socializar el proyecto cuando ustedes quieran”.
Pero insistimos, ¿cómo puede hacerse un control con tantas lagunas? El Presidente del Concejo aseguró que “sí hay dinero pero no hay gestión; mientras que, el concejal Torres y la Secretaria dicen que no hay recurso y por eso no hay gestión. Entonces, al quedar la duda en el aire de quién tiene la razón, y ya se anuncia un nuevo debate, son los artistas los que padecen de hambre y enfermedad por culpa de estos ejercicios burocráticos.
La Secretaría tiene la obligación de velar por el buen funcionamiento de los recursos, cuando es más que obvio que su nivel de gestión es ínfimo y más en este control político donde dejó ver la inoperancia, falta de planeación y gestión durante su administración. Pues, según el concejal John Carrero, ella debió aprovechar el tiempo de pandemia para planear: “Dos años y dos meses después, sí la pandemia yo lo entiendo, lo comprendo […] pero ese momento era para planear proyectos”.
“¡Les cogió la tarde a la Secretaría de Cultura!”.
Concejal Carrero
Que los agarren confesados
Entre los rifirrafes estuvo también la promoción turística y la Semana Santa.
La Secretaria repitió al menos tres veces que “Semana Santa está absolutamente trabajada”. Acá se habla de un presupuesto alrededor de 208 millones de pesos, que son invertidos desde el municipio no como una manifestación religiosa, sino como manifestación de la cultura e idiosincrasia tunjana.
Algunos concejales, entre ellos Carrero, mostraron su preocupación por cómo se promociona la semana en la que se espera lleguen más turistas. “Esta Semana es el gancho para traer turismo, es a lo que a nosotros nos va a dar la importancia a nivel a nacional”.
“Se suma que los sacerdotes no quieren que las iglesias sean más paso de turistas, pues se están deteriorando también por factores del clima, y por eso los nazarenos están buscando nuevos pasos para que la gente siga conociendo los recintos […] debemos ayudarles a ellos para mantener la tradición”.
Envueltos en las mismas discrepancias, no concluyeron nada. Seis horas casi infructuosas que dejaron ver el desconocimiento por ambas partes, de unos rubros que no se saben con certeza cómo son utilizados, que la ciudadanía misma se aqueja de no ver cómo y sobre qué justifican las pocas obras como aquella de pintar muros (con el debido respeto hacia los muralistas quienes reciben las migajas de dinero por su trabajo artístico).
Según el concejal Giovanni Torres, los problemas del sector es que les hace falta promoción y de comunicación, de estrategias de publicidad, de la misma sectorial de comunicaciones incluso pide perifoneo. Señor Concejal, ¿en verdad es esto lo que necesitan los artistas? ¿No cree mejor que se debiera revisar a fondo todo contrato público y privado, mirar cuáles y cómo son puestos los requisitos de las convocatorias?
Es obligación de las partes, desde el Alcalde Fúneme, la Secretaria, consejeros de áreas, concejales, y por supuesto artistas y gestores, reunirse y buscar cuáles son los mecanismos que beneficien directamente a la comunidad artística y cultural de la ciudad.