En diálogo con el DIARIO, el oficial retirado, exdirector de la Policía y uno de los colombianos que más conoce esa institución, se refiere a las decisiones que ha tomado el Presidente Gustavo Petro con esa fuerza y a las peticiones que el Mandatario ha hecho sobre la manera que deberá cambiar para ajustarse a los nuevos tiempos.
El general ( r) Luis Ernesto Gilibert no solo es nieto del fundador de la Policía Nacional, Marcelino Gilibert, sino que fue director de esa institución durante dos años y dos meses.
Gilibert estuvo en la Policía durante casi 40 años; fue comandante de departamento, comandante de Carreteras, director Aeroportuario, comandante de Bogotá, director operativo y subdirector antinarcóticos. En este último cargo dirigió la operación contra los narcotraficantes en los llanos del Yarí y desmanteló el campamento llamado Tranquilandia.
También fue el fundador de los frentes de seguridad local y de las escuelas de seguridad ciudadana.
El periódico EL DIARIO conversó con el general ( r ) Luis Ernesto Gilibert sobre los cambios que en la Policía se han producido durante el gobierno de Gustavo Petro y sobre sus propuestas de transformarla.
EL DIARIO: ¿Cómo le va el Ejército y la Policía con el nuevo Presidente de Colombia, Gustavo Petro; cómo cree que los está tratando?
General Luis Ernesto Gilibert: Le ruego hablemos de la Policía, reléveme de la responsabilidad de hablar de las Fuerzas Militares. Al fin y al cabo mi conocimiento es limitado frente a ellos. De manera que lo invito a que conversemos de la Policía y hablemos de ella.
EL DIARIO: Perfecto General ¿Cuántos hombres hacen parte hoy de la Policía de Colombia?
LEG: Un monto exacto de hombres y mujeres en la Policía no se lo puedo dar porque es un número altamente cambiante. En la medida en que van entrando oficiales, que se van graduando oficiales, esa cifra va cambiando; y en la medida en que se van dando bajas, se producen retiros por diferentes aspectos, por sanidad, tiempo cumplido, en fin. Eso hace tener número vago y no tan preciso de la fuerza de Policía, pero estamos hablando de unos 170.000 hombres y mujeres con que cuenta la Policía Nacional de Colombia.
EL DIARIO: ¿Qué interpretación hace y cómo vio el nombramiento del general Henry Sanabria como director de la Policía?
LEG: Normalmente cuando cambian los mandos, siempre hay un momento traumático para la institución. Aquí lo más importante es que el Director de la Policía sea escogido por el Sr. Presidente de la República haciendo uso de su fuero. Y la ley le permite a él nombrar el director de la Policía y que este nombramiento sea exclusivo de él y esté soportado en un estudio de la hoja de vida del oficial, de sus antecedentes, de su trayectoria, de su conocimiento, de su formación, de sus capacidades. Todo eso hace que el Sr. Presidente escoja el hombre que lo va a acompañar manejando y dirigiendo la Policía Nacional. Y más importante saber que ese nombramiento no está influenciado por corrientes políticas, por acercamientos personales, por amistades; es decir sin ninguna presión de ninguna índole. Eso hace que el señor General escogido para dirigir la Policía tenga toda la maniobrabilidad y la capacidad de actuar sin ningún tipo de presión diferente al cumplimiento de su deber. De manera que lo que estamos viendo es el nombramiento de un oficial, si, totalmente inesperado, en cuanto a su nombre, hecho por el presidente de la República y eso está bien. Porque sale de donde debe salir, del fuero del Sr. Presidente sin ningún tipo de presión. Ahora.
EL DIARIO. El nombramiento del general Sanabria causó la salida de 20 generales que tenían más antigüedad y experiencia.
LEG: Ahora, que con un nombramiento de estos, mucha gente tenga que retirarse, que muchos buenos oficiales deban que retirarse, ese es el camino de las circunstancias. Esas decisiones siempre traen problemas, se va gente muy buena, se va otra no tanto, pero esa la situación esa es la ley de la vida y en este momento se está priorizando el futuro de la institución por encima de los intereses personales.
EL DIARIO: Lo que han lamentado muchos con el retiro de esos generales es que se pierda toda esa experiencia, con el costo de lo que el Estado ha dedicado a su formación.
LEG: Todo eso es verdad, pero no es la primera vez que se presenta. Cuando el general Óscar Naranjo ascendió a la dirección de la Policía también se tuvieron que ir 11 oficiales; 11 generales debieron pasar su retiro. Y son situaciones esto no es nuevo. Ha levantado ampolla por el número de oficiales que se retiran, pero no es la primera vez. El general Serrano llegó de ser brigadier general a ser Director de la Policía y muchas veces esa sucesión que la gente espera tener de director al subdirector, no se da. Muchas veces nombran al cuarto, al quinto, al sexto, eso es normal. No miremos eso como una actuación en contra de la institución; simplemente es la escogencia que hizo de él el Presidente de acuerdo al conocimiento y la experiencia que hizo del oficial que él encontró con el perfil ideal para su tipo de programa en cuanto a policía y seguridad.
EL DIARIO: Dijo el presidente Petro el fin de semana que la Policía Nacional no está para perseguir jovencitos en los parques y no está para tumbarle una carreta de alimentos a un vendedor ambulante.
LEG: Mire, la labor del servicio de Policía es supremamente amplia, el policía si está para cuidar los niños del parque, la policía si está para defender al ciudadano de los desórdenes, la policía si está para para impedir las agresiones, la policía sí está para perseguir los antisociales, la policía si está para orientar al ciudadano, la policía si está para defender los muebles municipales, la policía si está para ayudar al anciano, la policía si está perseguir los violentos; el servicio de Policía es supremamente amplio; de manera que es difícil tratar de parcializar o de marginar ciertas actividades de Policía. La Policía si debe continuar prestando esos servicios. Ahora, que el Presidente quiera darle prioridad, quiera potenciar determinado renglón del servicio es una cosa diferente. Que el Presidente diga vamos a enfocarnos en el tejido social, policías-ciudadanos y vamos a trabajar tratando de acercar la población a la Policía y la Policía a la población, eso está bien y eso se hace sin dejar de perseguir a los delincuentes; sin dejar de sancionar a los transgresores de la ley, sin dejar de llamar la atención al que no observa la conducta moral que debe observar. No podemos decir que el policía no está para una cosa y sí está para otra. El policía debe atender todos esos temas.
EL DIARIO: También se refirió el Presidente a la necesidad de que haya más equidad entre hombres y mujeres en las filas de la Policía; no solamente entre patrulleros sino en mandos medios y entre oficiales.
LEG: La Policía abrió sus puertas a las mujeres hace muchos años; el primer asomo de cercanía de la mujer en la Policía fue en 1953 cuando el general Gustavo Rojas Pinilla y su hija María Eugenia quisieron organizar un cuerpo de policía dedicado al control de la juventud. Se creó entonces una policía juvenil, una policía de la infancia y fueron unas damas que acompañaron esas labores y tuvimos mujeres en las filas de la Policía, uniformadas, trabajando por la niñez y una serie de programas sociales. Terminada la administración de Rojas eso desapareció para, posteriormente, por los años 70 reaparecer las mujeres en la filas de la Policía y eso fue muy importante y ha dado excelentes resultados tanto que se ha ido generalizando el llamado a la ciudadanía femenina para que haga parte de la institución y ha dado excelentes resultados; lo que pasa es que no hemos logrado el numero ideal de mujeres en la Policía, porque esto tiene mucho que ver con vocación, esto no es una agencia de empleos ni una solución a las necesidades de trabajo; esto es, antes que nada, una vocación y como la vocación es lo que más buscamos, buscamos por eso se ha dificultado encontrar el número suficiente de mujeres para tener equilibrado la balanza entre hombres y mujeres, si el Presidente está interesado en potenciar, en programar la llegada masiva de mujeres a la Policía, eso está bien. La Policía tiene muchas áreas importantes donde las mujeres se pueden desarrollar perfectamente. Administrativamente siempre se ha admirado a las mujeres como gestoras, ejecutoras, de manera que esos sectores están abiertos. Seguramente el Presidente dará herramientas a la institución para que pueda acercar el mayor número posible de mujeres a la Policía.
EL DIARIO: ¿Cómo está actualmente esa proporción entre hombres y mujeres en la Policía?
LEG: Pienso que el 30 por ciento de la Policía son mujeres.
EL DIARIO: Y también se refirió el Presidente a la necesidad de defender la formación del personal de la Policía, ¿cómo ve eso General?
LEG: Mire, la Policía tiene una organización, una institución educativa muy seria y muy amplia, la Policía cuenta con muchas escuelas regionales: está la Escuela General Santander, en donde se inicia la carrera para los oficiales; está la Escuela Jiménez de Quezada, en donde se inicia la carrera para los mandos medios y hay varias escuelas nacionalmente repartidas para que inicien su carrera policial los ciudadanos que están aspirando a patrulleros, iniciando la carrara desde el más bajo nivel, como es el de patrulleros; de manera que la infraestructura educativa está dada, eso es bastante amplio y ambicioso, todos los días se está ajustando ese pénsum a las necesidades de la ciencia, a los adelantos de la tecnología; hay muchos aspectos que tienen que ver con la capacitación y formación de los policías que es amplia; seguramente el Sr. Presidente por algunos estudios o algunas informaciones ha encontrado algunas falencias en algunas áreas, pero eso es susceptible de arreglar; es susceptible de empalmar y bienvenida la idea del Sr. Presidente de potenciar la formación de los patrulleros, de los mandos medios, de los ejecutivos y de los oficiales. Eso está bien y qué bueno que se reediten los textos y se sienten y hagan debates y analicen si es que hay fallas y donde están las fallas y cómo desde la formación y la capacitación se pueden subsanar.
EL DIARIO: Y para la transformación de la Policía, también pidió el Presidente que se tomen medidas para que un patrullero pueda ascender a general.
LEG: Primero que todo eso no es nuevo, hay en la policía generales que fueron patrulleros; hay nombres claros y hombres. Eso se puede poner en el orden del día; se puede demostrar que existen generales que fueron patrulleros, luego eso no es nuevo. Y un general se forma en 30 años; de manera que hace más de 30 años se ha desarrollado esa posibilidad. Nunca ha estado cerrada. La posibilidad de los patrulleros de ingresar a la Escuela General Santander y abrazar la carrera para oficial; eso no está cerrado, eso está abierto; lo que pasa es que no es una tarea fácil; el solo hecho de venir de patrullero no lo hace general. Para ser general se necesita pasar las pruebas, llenar los requisitos, prestar el servicio, tener una excelente hoja de vida, mostrar unas realizaciones importantes, mostrar una formación profesional admirable, tener una serie de preparación; de manera que tiene que prepararse para llegar a ser general; no solo que por venir de abajo lo va a hacer y ojalá encontremos muchos patrulleros que reúnan los requisitos y se animen y quieran adquirir responsabilidades. Mucha gente no quiere ascender precisamente para no enfrentar las responsabilidades que trae el mando. El mando no es fácil ejercerlo y se necesita mucha vocación y mucha capacidad para hacerlo, de manera que muchos hombres piensan quedarse abajo, ser patrulleros, ser mandos medios para no tener que asumir responsabilidades. En una época se llamaron a una serie de sargentos que se llevaron a la Escuela General Santander y se hicieron oficiales. No tengo capacidad para decirle cuántos son coroneles hoy o cuántos son mayores, si lograron adelantar sus servicios o una vez que fueron oficiales se desanimaron y optaron por retirarse.
EL DIARIO: Pero lo que propone el Presidente es que esos ascensos se hagan por méritos, no por el que tenga para pagar el curso o la carrera de oficial.
LEG: Eso no tiene problema, estamos capacidad de brindar educación a los que quieran ser oficiales, pero deben ser excelentes patrulleros, deben mostrar una gran vocación, deben mostrar una potenciada capacidad y vamos para adelante. Entonces que entienda el compromiso y lo puedan enfrentar.
EL DIARIO: Muchos, incluyendo sectores muy cercanos al Gobierno de Gustavo Petro, consideran que ya es hora de que la Policía salga del Ministerio de Defensa y pase al Ministerio del Interior.
LEG: Esa es una discusión mayor, pero entonces tendríamos que remitirnos a la historia de la Policía. Los diferentes momentos que la Policía ha pasado del Ministerio de Gobierno al Ministerio de la Armas. En la Guerra de los Mil Días salió del Ministerio de Gobierno y pasó al Ministerio de la Guerra porque habría que ser así; pasada la Guerra de los Mil Días pasó otra vez al Ministerio del Gobierno. Ha estado en diferentes oportunidades en manos de alcaldes y gobernadores que en otras épocas eran nombrados a dedo y esas personas hacían parte de la problemática partidista que se vivió. Colombia ha tenido muchos problemas y la Policía ha estado en el centro de eso. En 1953 Rojas Pinilla saca la Policía del Ministerio de Gobierno y la pasa al Ministerio de la Guerra como cuarta fuerza armada y de ahí en adelante se ha sostenido apartada de la política que la ha querido permear toda la vida; apartada de la política y cercana a las armas, cercana a la disciplina que le ha sido muy beneficiosa para la formación de sus hombres, su capacitación y su estructuración y pues hoy está dependiendo del Ministro de la Defensa y esa dependencia le ha permitido una serie de desarrollos y adelantes muy importantes. Además el país vive un conflicto; para el Presidente no es rentable estar enfrentando un conflicto y buscar una paz teniendo una fuerza pública censurada. Sacar la Policía del Ministerio es distanciarla de las Fuerzas Militares que deben estar muy cerca de la Policía mientras exista un conflicto interno porque la Policía es blanco fácil para los armados ilegales. Entonces es necesario tener la Policía en capacidad de defenderse y estando respaldada permanentemente por las fuerzas militares para poder nivelar las fuerzas y hacerle frente a los arlados ilegales. No es el momento. Seguramente cuando el Presidente logre la paz que el sueña y que el país anhela, en ese momento deben sentarse los retirados, el gobierno, el país entero a analizar qué vamos a hacer con la Policía y aparecerán algunas propuestas interesantes. Muchas veces los mismos ministros de Defensa, cuando ya conocen la Policía, cuando ya conocen las Fuerzas Militares, cuando se enteran de la necesidad y las tareas y cuando se enteran de cómo se deben complementar los unos con los otros, las cosas cambian y el pensamiento del ministro cambia. El Ejército restablece el orden y la Policía restablece la sociedad. Entonces detrás de los éxitos militares van los policías consolidando la recuperación de los territorios. Donde los policías están solos y son blanco de los ataques de los armados ilegales está el Ejercito para reforzarlos, para defenderlos, para apoyarlos. Es muy importante tener esa cercanía, tener esa compenetración, tener esa unidad. Cuando se alcance la paz, tendremos una Colombia diferente y el presidente nos va llamar a los colombianos para que analicemos cuál debe ser nuestra policía. Nuestra policía es grande; la policía es grande, la policía es linda, la policía ha cumplido, la Policía está salpicada de héroes; mucha sangre ha rodado al interior de la Policía en defensa de la Patria, en defensa de la Constitución.
EL DIARIO: ¿Consideras Ud., General que mientras no haya paz total, quitarle las armas a la Policía los pone en una situación de vulnerabilidad?
LEG: Usted lo ha dicho, no dejemos a la Policía en posición de vulnerabilidad; mostrémosla fuerte, capaz y comprometida con la misma paz.
EL DIARIO: ¿Y qué opina Usted de la propuesta de muchos sectores afines con el presidente Petro de que es necesario acabar, desmantelar el Escuadrón Móvil Antidisturbios, ESMAD?
El ESMAD no nace de un capricho; el ESMAD nace de la generación de la experiencia frente al tipo de disturbios. Cuando los disturbios eran pequeños, cuatro policías con bastón de mando y escudos defendían y enderezaban el orden público alterado. Esto se ha ido potenciando y en la medida en que esto se agranda, en esta medida la policía ha tomado capacidad, ha estudiado, ha analizado, se ha entrenado para atender esas situaciones. Estábamos siendo vulnerados por la falta de equipo para organizar y manejar la protesta interna desbandada y llegamos a la Policía y encontramos que las policías del mundo todas tienen una fuerza de choque importante y la tienen totalmente armada y organizada y, con un excelente equipo para enfrentar los ataques venidos de la delincuencia, de la subversión y d ellos desórdenes públicos. Y simplemente la Policía de Colombia hizo lo mismo, preparó su gente, compró equipos y ahora tenemos el ESMADd. Cámbiele el nombre, póngale otro nombre, dígale lo que quiera, pero no existe gobierno en el mundo que no necesite una fuerza de choque para poder enderezar y apaciguar los desórdenes públicos salidos de madre y en defensa de la ciudadanía y de la comunidad.
La Policía se debe fortalecer, empoderar con su autoridad y respeto. Policías abnegados e incorruptibles hacen que haya una mejor sociedad.