En exclusiva Gustavo Manrique, epidemiólogo, magister y doctor en Salud Pública, le explicó a EL DIARIO cuál es el pronóstico de la pandemia para Boyacá.
El tercer pico ha demostrado ser la ola de contagios más fuerte para los boyacenses, como se ha evidenciado en este nuevo pico se ha duplicado el número de personas fallecidas diariamente. Actualmente, la suma de muertes diarias oscila entre las 20 personas, en cambio, en la pasada ola, el número diario se aproximaba a las diez personas.
Al día de hoy, sigue estando viva la preocupación de la comunidad y del sector salud departamental ante el panorama actual, en donde, en el último reporte de la Secretaría de Salud, registró 576 casos nuevos de contagio y 24 muertes asociadas con COVID-19.
Debido a esto, EL DIARIO se comunicó con Fred Gustavo Manrique, epidemiólogo, magister y doctor en Salud Pública y Ciencias de la Enfermería. Actualmente, es docente de la Universidad Nacional, catedrático de la UPTC y asesor de la Secretaría de Protección Social de Tunja para el manejo de COVID-19 de la capital boyacense.
Manrique ha dedicado su vida al estudio de pandemias y ha desarrollado varias investigaciones al respecto, entre ellas; la influenza de la dama española y en el año 2007 escribió un artículo alertando a la sociedad de que se venía la batalla contra un nuevo virus.
EL DIARIO: ¿Cuál es el panorama actual del tercer pico?
Fred Gustavo Manrique: Hay que ver cómo se comporta naturalmente una pandemia. La primera forma es con una enfermedad infecciosa nueva, que nos trae varios problemas cuando se presenta en una comunidad, es decir, cuando la transmisión se da en la gente.
En este caso, hace aproximadamente un año, en marzo, esperábamos que llegara el virus al país, llegó a Colombia y sucedió por el contagio externo, por personas que han estado afuera, vuelven al país y empiezan a contagiar.
Obviamente depende también de la velocidad y el mecanismo de transmisión. Inicialmente, no se sabía muy bien y pone muchas alertas, pero al final es respiratorio, es una transmisión directa de personas a personas por vía respiratoria, específicamente, por la boca y por la nariz. El virus se multiplica, ¿qué va a pasar?, pues va cambiando, una pandemia hay que entenderla de diferentes formas:
Primero, cuando la gente dice tenemos más casos, pues obviamente cuando hay más gente expuesta, van a existir más casos, a medida que aumenta, aumentarán los casos. Pero también, naturalmente va a llegar un momento en el que la mayoría de la gente ya estaría enferma y empiezan a disminuir los casos y un número máximo de casos, hará una campana de la curva, en la cual va a subir, pero después va a bajar la montaña, naturalmente sin que hagamos nada.
Esa subida de casos va a tener el segundo componente y es que van a existir complicaciones, lo que se traduce en que la gente se enferme un poco más, es decir, se agrave y se muera, y el otro también es que las enfermedades infecciones llevan a que el cuerpo reaccione y se recupere, entonces la curva tiende a bajar.
También, hay otro punto que hay que entender de las enfermedades infecciosas y es que los recuperados desarrollan un sistema de inmunidad, después de que se enferman, el cuerpo se prepara para responder nuevamente, pero, así como sucede esto, el virus también cambia y se replica, generando así variantes y linajes, que hacen que el virus se prepare nuevamente para atacar.
E.D: ¿Cuál es su análisis de los tres picos que ha habido?
F.G.M: Es grave la situación, pero era lo que se esperaba y lo que se pronosticaba que podía darse. Primero cuando llega el virus preparamos ciertas estrategias: supresión, mitigación o eliminación.
Eliminar el virus, no era una opción porque no sabíamos cómo, sin embargo, se colocaron ciertas medidas como desinfección de tapetes, fumigación de llantas de carros, desinfección de los alimentos y demás cosas que hoy ya no existen (…) Esa eliminación que se intentaba hacer no se daba, otra idea que aún se mantiene es la desinfección de manos, esta sí eliminaría el virus, pero no toda la transmisión, la cual disminuye solo con la utilización del tapabocas.
Había unas estrategias de mitigación y supresión, ¿qué significa esto?, aplazar el impacto del virus, es decir, aplanar la curva de contagios (…) Se dio la primera ola y vino por debajo de la infraestructura que teníamos y nos dio tiempo para preparar un sistema hospitalario de Unidades de Cuidados Intensivos para una segunda ola. Sin embargo, entre el lapso de tiempo de esos dos picos se evidenció que el virus cada vez era más fácil de transmitir, ya que, antes había poco virus y pocos enfermos. Antes, por cada paciente se contagiaban dos, ahora, esos dos transmiten a cuatro, eso cuatro contagian a 16 y cuando existen 16, se transmiten a 300, eso es lo que va pasando, se vuelve un modelo exponencial.
La tercera estrategia para combatir el COVID-19 es la vacunación, sin embargo, es importante que se tenga en cuenta este dato; en Boyacá, de cada 100 personas que se contagian mueren dos o tres y en Tunja, de esas 100 persona solo muere una, entonces la letalidad que esperábamos, no es tan alta y esa misma ha permanecido todo el año.
Ahora, la tasa de positividad, pues obviamente cada vez tenemos más positivos, ¿por qué?, porque se muere más fácil el virus y hay más gente contagiada. La tase de positividad se da calculando cuántas, de cada 100 personas se contagiaron. Al inicio teníamos una tasa con porcentajes muy bajos, ahora que hay muchas personas, hemos llegado al 40% de positividad. Ahora, ser positivo no quiere decir que está enfermo ya que hay casos de positivos asintomáticos, o sea no está enfermo porque no desarrolla síntomas.
Entonces, hasta el momento la última estrategia es vacunar. Cuando nos dimos cuenta, el virus afectaba de manera grave y de mortalidad a los mayores de 60 de años, por eso la vacunación inicia con este grupo poblacional.
Hoy, en el caso de Boyacá y Tunja se ha cubierto a la mayor cantidad de gente de ese grupo poblacional. Sin embargo, la gente está diciendo: “a mí me vacunaron y me enfermé”, pues sí porque la vacuna es para proteger a la persona de que se agrave, no de contagiarse. Hay que entender que la vacunación es una estrategia interesante para disminuir la hospitalización y la cronicidad, sin embargo, no la anula en un 100% sino que la baja un poco más a lo normal. Uno esperaría que en Tunja se pudiera bajar la tasa de mortalidad, en donde de cada 100 personas, uno muere, pero esto es prácticamente imposible, de ahí para abajo difícilmente va a cambiar.
Vamos a tener un número de muertos constantes y no va a ser por 8-15 días como la gente espera. Este tercer pico va a bajar en unos prontos días, sin embargo, el número de enfermos que van a estar en UCI va a ser bajo, pero se mantendrá el número de muertos probable, esto seguirá existiendo por uno, dos o muchos años más, porque así lleguemos a una inmunidad de rebaño, va a quedar gente susceptible y el virus también va seguir mutando y cambiando.
E.D: ¿Entonces cuál es el pronóstico para los próximos días?
F.G.M: El virus en su historia natural va a llegar a un punto máximo, alguien decía mire lo que está pasando, la situación social, pero hay que ver también en Italia, Francia, Buenos Aires, que hace 15 días tuvieron un pico y ya está disminuyendo con o sin medidas. Las medidas son importantes, pero también depende del momento en que se dé la pandemia. Hoy en día estamos con vacunación y muchas de las medidas específicas de autocuidado son importantísimas y hay que mantenerlas.
Hay que intentar vacunar más gente, es decir, el primer grupo susceptible y nos dicen ahora, que están muriendo más jóvenes yes cierto, hay gente joven que está enferma, pero esto también existía antes, sino que tenía menos posibilidad de contagio porque el virus circulaba más en población mayor y por eso estaba contralada la situación es los adultos jóvenes.
Ahora las UCI no están colapsadas por la mayor cantidad de personas que ingresan sino porque los que están entrando son adultos jóvenes, que al tener más resistencia duran más tiempo en la Unidad de Cuidados Intensivo, era algo que no pasaba antes porque un anciano duraba máximo ocho días en la UCI y se recuperaba o moría, lo más probable es que moría y teníamos una mortalidad alta de ese grupo poblacional.
Ahora lo que sucede con un adulto joven es que transcurren los siete días y no está muerto, pero tampoco recuperado, a los 15 días sigue utilizando la cama. En cambio, si lo comparamos con el tiempo que utilizaba un adulto mayor, esa misma cama ya hubiera sido ocupada por lo menos por dos personas diferentes en ese mismo lapso de tiempo. Entonces a los 21 días, cuando el adulto joven ya se ha recuperado o muerto, la cama ha sido utilizada por una persona, en cambio, si miramos la situación con los adultos mayores, ya hubieran ocupado esa misma cama por lo menos tres pacientes.
A raíz de esto es que colapsa el sistema hospitalario. Las camas de UCI sí se duplicaron en Boyacá, pasamos a tener una cama por cada 8.000 personas a una cama por cada 4.000, pero no podemos tener tantas camas UCI para tantas personas, no hay sistema que resista.
Entonces la pandemia va a empezar a disminuir de forma natural. Primero porque ya no existe más gente para contagiar y segundo, por el avance de la vacunación en la población, entonces se está dando una inmunidad por infección y una inmunidad por vacunación. En una o dos semanas se van a encontrar estos dos puntos, inmunidad por infección en un 40% y por vacunación otro 40%, tendremos un 80% de gente inmune y el virus no va a circular y empezará a caer el número de casos.
E.D: ¿Las nuevas variantes de COVID-19 no pueden generar un nuevo pico?
F.G.M: Los estudios han demostrado que la vacunación protege a las personas de las nuevas variantes porque lo que se ha demostrado es que las mutaciones que se han dado solo se han generado en ciertos aspectos del virus que se vuelve de mayor transmisión y gravedad en las personas que no han sufrido infección previa o personas que no han sido vacunadas con todo el esquema completo. No hay posibilidad de que haya un nuevo pico si el 51% de la gente ya está inmunizada porque solo queda susceptible un 49% a las nuevas variantes.
E.D: ¿Hay alguna posibilidad de que haya un cuarto pico? F.G.M: Hay una posibilidad de que si haya un cuarto pico: Primero, por una variante agresiva que permita la reinfección. Podría haber una ola que se daría en las personas antivacuna cuando se supere la cobertura del 70%, entonces ese 30% podría generar una cuarta ola.