El más reciente reporte de la Secretaría de Salud de Boyacá, indica que se han descartado 155 posibles casos de COVID-19. Mismo número que en el reporte anterior, lo que habla de la lentitud para el procesamiento de pruebas en Bogotá.
Se dice que el Instituto Nacional de Salud tiene capacidad para realizar hasta 1.600 pruebas diarias con diferentes equipos. Sin embargo, en Boyacá hay preocupación porque esa capacidad de procesamiento no se evidencia.
El martes 31 de marzo, al inicio de la jornada, la Secretaría de Salud dio a conocer su reporte diario sobre el estado del COVID-19 en el departamento, en el que se estableció que se habían descartado 155 probables casos para ese momento.
Pero para sorpresa de muchos, en el reporte de hoy el número de descartados sigue siendo el mismo. Es decir que de las 1.600 pruebas no se procesó ni una sola proveniente de Boyacá.
Esto eleva la preocupación de la población, más con lo que se conoció ayer, el caso positivo de un hombre de 84 años que fue ingresado al Hospital Universitario San Rafael el pasado 22 de marzo, pero solo nueve días después se pudo conocer que su caso era positivo. Es decir que fueron nueve días en los que se expuso a trabajadores del hospital y demás pacientes del mismo por la extrema lentitud para el análisis de esta prueba.
Esto hace que tenga mucho más peso el pedido del departamento para contar con su propio laboratorio para el procesamiento de pruebas, propuesta que por ahora no cuenta con el visto bueno del Instituto Nacional de Salud.
De acuerdo al reporte de la Secretaría de Salud, en Boyacá se han tomado 292 muestras, 155 han sido descartadas, 131 se encuentran en espera de resultados, mientras que seis han sido confirmadas.
