Por | Ec. Carlos Julio Castro Espinosa / http://pazquinar.blogspot.com
En la Vuelta al Perro para nadie es un secreto que la Campaña Electoral 2023 comenzó hace un año en Boyacá, porque el Partido de gobierno sabe que la coyuntura le plantea un gran reto, después que ser pillados en el trasteo masivo de votos para Rodolfo Hernández.
No es fortuito que en las inauguraciones de obras que viene realizando el Gobernador de Boyacá Ramiro Barragán Adame, esté acompañado de los Parlamentarios en ejercicio del Partido Alianza Verde.
Y tampoco es una coincidencia, que el Ingeniero Carlos Amaya con este mismo equipo de “amigos y colaboradores”, se encuentre de gira por los municipios boyacenses visitando Alcaldes en ejercicio o ex mandatarios locales.
La vieja política tiene desde los días de Jorge Perico Cárdenas sus líneas de conducta, para que el electorado sepa en su momento oportuno, quien posee la varita mágica que saca el conejo del sombrero y abre esa cajita de pandora que es el presupuesto regional y local.
Si el Verde madruga, en el Partido Liberal el Doctor Rodrigo Rojas hizo lo propio para ganarse el aval y dejar medio aturdidos a sus potenciales competidos, que por mucho que lo deseen, les será difícil ganarle esa apuesta.
Sin embargo, las viejas componendas con el Ingeniero Amaya para compartir la torta burocrática en el Palacio de la Torre, no dejan de imprimirle a su candidatura cierto tufillo de continuismo del que los boyacenses estamos ya cansados.
El Centro Democrático, Partido Conservador y Cambio Radical podrían unir fuerzas y convertirse en una opción electoral con potencial de triunfo, a juzgar por los resultados en las pasadas Elecciones Parlamentarias.
La gran limitación que tendría una eventual coalición así integrada, es que carece de una figura política que aglutine ese potencial electoral en la implementación de una campaña regional.
La coalición que en el pasado conformaron el Partido de la U, Movimiento Mira, ASI y Colombia Justa y Libres; en mi opinión, terminarán adhiriendo al mejor postor en el futuro inmediato, pues en honor a la verdad a duras penas logran sacar un par de diputados.
En esta reflexión, he dejado para el final, las posibilidades que el Pacto Histórico tendrá en las próximas elecciones, como segunda fuerza electoral en Boyacá, con la esperanza que haya aprendido la moraleja que le dejo la elección del rector de la UPTC.
Es innegable que en una Campaña electoral por la Gobernación de Boyacá, el Pacto Histórico tiene la obligación de sumar apoyos con tal propósito; lo que podría originar, que la designación del Candidato no sea una responsabilidad que recaiga entre sus miembros.
No obstante, encomiable ha sido en trabajo de construcción política y organizativa, que viene adelantando el Ingeniero Giovanny Pinzón, y que el Pacto en su conjunto debería apoyar sin más dilaciones, aunque ya se tenga una mayoría que se juzga decisiva.
Una decisión en tal sentido, facilita inmediatamente la exploración de potenciales aliados en la construcción de un acuerdo programático, alrededor de los postulados de la COLOMBIA, POTENCIA MUNDIAL DE LA VIDA.
Este panorama no estaría terminado, de no tenerse en cuenta la candidatura que por firmas ha comenzado a trabajar el Presbiterio Víctor Manuel Leguizamo Díaz; y el gran apoyo ciudadano que desde ya se vislumbra recibirá en la ciudad de Tunja y municipio de Paipa.
Un gobierno del Cambio en Boyacá, exige pragmatismo sin oportunismo y flexibilidad política sin abandonar los postulados que hicieron posible elegir el Gobierno de Gustavo Petro y Francia Márquez.