Por | Jacinto Pineda Jiménez, docente ESAP
El deterioro de indicadores como el desempleo, la inflación, la confianza del consumidor y de otra parte los de violencia, constituyen un verdadero viacrucis para los tunjanos. Los pobres los más afectados bajo la pesada cruz entre inflación y desempleo.
Tunja es la segunda ciudad con mayor desempleo en el país, según cifras DANE, para el trimestre diciembre-febrero, con una tasa de 17,5 por ciento; frente a la inflación llega al 5,19 por ciento, en el acumulado enero marzo del año 2022, siendo la segunda con el mayor índice de precios del consumidor (IPC) dentro de las ciudades evaluadas por el DANE. Ahora, según medicina legal, las violencias no fatales, en lo corrido de enero y febrero 2022, comparadas con las de 2021, han aumentado en el 88 por ciento y desde luego este escenario general ha deteriorado los indicadores de percepción de confianza del consumidor y el de seguridad.
Miremos el comportamiento de cada indicador.
Por sus consecuencias el desempleo constituye una pesada cruz para los tunjanos. Es histórico el problema, en general siempre los promedios de la ciudad superan los nacionales. En el último trimestre evaluado por el DANE, la fuerza de trabajo la constituyen 83.009 personas de las 137.847 en edad de trabajar; 68.502 están ocupados mientras 14.507 son desocupados. A estos se suman, de manera preocupante, 54.838 habitantes, considerados población fuera de la fuerza laboral, es decir los estudiantes, los pensionados, los discapacitados, quienes se cansaron de buscar trabajo y los que realizan oficios de hogar, en su mayoría mujeres.
Al iniciar el año 2021 había en Tunja más población por fuera de la fuerza laboral que ocupados, los primeros llegaban a 64.112 y los segundos a 55.625. Una de las principales causas del actual desempleo es que estas personas inactivas están presionando el mercado laboral. El mayor sufrimiento en la ciudad lo llevan los jóvenes pues el desempleo entre ellos llega al 29,5%, son profesionales en búsqueda de oportunidades, juventud con la fuerza vital de la vida que ven frustrados sus sueños ante la ausencia de ingresos. En la ciudad no cede el desempleo, sumándose a la inflación que combinadas condenan a los pobres a la indignidad.
Tunja históricamente tuvo un comportamiento inflacionario inferior al promedio nacional sin embargo este año la tendencia ha sido contraria. En lo corrido del año, enero marzo suma la inflación el 5,19 por ciento mientras la del país es de 4,36 por ciento. Lo más preocupante de esta situación es el aumento de los precios de los alimentos que en lo corrido del año 2022 llega al 12,02 por ciento y el acumulado del último año alcanza al 26,13 por ciento, cifras letales para los más pobres.
Recuérdese que los alimentos tienen un mayor peso en la canasta familiar de los pobres y vulnerables y que los estimativos en pobreza extrema y pobreza se pueden ver afectados, en una ciudad con el 45% de pobreza, según datos del 2020.
El clima de desconfianza se expresa en la percepción negativa de los tunjanos en varios aspectos, según cifras del DANE, encuesta pulso social a febrero.
El índice de confianza del consumidor sigue en caída y se ubica en el 32,04 cuando hace un año estaba en 40 puntos. Hoy estamos por debajo del promedio nacional. Solo el 22,5 por ciento de los tunjanos percibe que la situación en 12 meses será mejor, muy por debajo de lo que sienten los habitantes de las 23 ciudades capitales con el 35,2 por ciento.
Frente a la seguridad hay un gran deterioro en el indicador de seguridad, el 49,15 por ciento de los tunjanos se sienten inseguros, hace un año solo el 12 por ciento.
El problema no es de simple percepción pues las cifras de violencia, no fatales este año entre enero y febrero de 2022, comparadas con las de 2021 han aumentado en el 88 por ciento.
Son tiempos duros, pero de donde debe emerger el espíritu tunjano de luchador y superador de obstáculos. Las cifras son fuente para la toma de decisiones y lo que esperamos son acciones, por ello en esta semana santa mucha reflexión frente al futuro que deseamos para la ciudad, el problema es de todos.