El verdadero enemigo

Publicidad

Por | Guillermo Velásquez Forero

No es el marrano convertido en títere del poder corrupto, narco-paramilitar y genocida de Uribe; no es ese tonto empeñado en demostrar que es un imbécil, no es esa marioneta ridícula manipulada por los capos de la ultraderecha, la banca, los multimillonarios y el imperio norteamericano; no es ese aprendiz de matarife que manda la policía a asesinar a los jóvenes manifestantes del paro nacional; ni los generales que apenas son peones de la muerte en el ajedrez de la guerra contra los colombianos; ni los ministros y demás ayudantes del verdugo. El jefe del ejecutivo sólo es el cabecilla de las bandas de corruptos, ladrones y asesinos que se ocultan y protegen en las curules. El verdadero enemigo del pueblo colombiano es el Congreso. Esa es la gran cueva de bandidos, la madriguera de fieras melosas, embusteras y traidoras del pueblo; la olla de bruja donde se cocinan los peores maleficios contra Colombia. El Senado y la Cámara de Representantes son las guaridas donde se ocultan los peores delincuentes de este país, los que violan la Constitución, los que garantizan la impunidad, los que aplauden y respaldan a los asesinos, los que le entregan nuestro territorio y sus riquezas a los buitres extranjeros, los que avalan la corrupción, los que protegen a los criminales, los que legitiman la dictadura fascista de Uribe y le ayudan a apropiarse de todos los poderes, los que crean y aprueban todas las leyes que sojuzgan a la sociedad, mutilan los derechos y libertades, atropellan, roban y arruinan a los colombianos. Estos ilustres hampones son los que impiden el cambio y el progreso en la búsqueda del respeto a la vida, la justicia social, el Estado social de derecho, los Derechos Humanos y la vigencia de la democracia. Esta camada de canallas hizo imposible la matrícula cero en la universidad para estudiantes pobres, rechazaron el proyecto contra la violencia policial, hundieron la ley que prohibía el fracking; y continuarán utilizando la ley como un arma para beneficiar a los poderosos y negar e impedir cualquier esperanza de un futuro posible de dignidad y bienestar para la mayoría de colombianos. A estos parásitos letales hay que aplicarles la muerte política en las próximas elecciones, y arrojarlos al círculo de la mierda en los infiernos de la historia nacional.    

Publicidad