¿Bucaramanga campeón? Si se da la justicia en el fútbol, pensaría que sí. “San Rafael”, como le dicen por estos días de ‘fiebre amarilla y verde’ al estratega del ‘Leopardo’, logró lo impensado, acabó con 27 años de sequía, le ha dado gloria, revivió más que a un equipo, a una ciudad, a una población, a toda una comunidad desde la pasión más grande del mundo: el fútbol.
El crédito de la frase que escogí para el titular me corresponde mencionarlo. Lo he tomado de comentarios que he leído en redes sociales a propósito de la fiesta que se vive con la final del balompié profesional en su máxima categoría, la Liga BetPlay Dimayor I-2024.
… “Es Santa Fe contra todo un país”: hijuemadre, hasta dónde sea eso tan así, complejo asegurarlo (cuentan que gran parte de los colombianos le están haciendo fuerza), lo que sí se siente es la alegría de los santandereanos con ese onceno salido prácticamente de la nada, que terminó como el mejor del ‘todos contra todos’, sufrió en cuadrangulares (cuádruple empate al lado de Millonarios, Pereira y Junior), y ahora está muy cerca de la primera estrella que anhela bordar en su escudo; fue la piedra en el zapato del equipo de mis amores y con una ventaja deportiva, que consiguió a punta de esfuerzo, se quedó con el ‘tiquete’ a la instancia definitiva.
Recientemente, en uno de los programas deportivos que sigo, contaban de la decisión del exportero venezolano Dudamel para llegar al plantel. Muchos, entre colegas del hoy técnico, figuras del deporte y periodistas, le decían, ¿en serio el Bucaramanga? Pues el hombre tomó una decisión y armó (como grandes profesionales en su momento, por ejemplo el profe Alberto Gamero, quien se ganó el seudónimo del “Michelangelo” del fútbol colombiano por su hazaña con el Boyacá Chicó en el 2008) un combo de jugadores de oficio, que meten alma y corazón en la cancha. En otras palabras, con sed de triunfo.
Así me atrevo a compararlo, pues quien dirige desde el banco a los ‘Auriverdes’ dista de tener grandes estrellas en su nómina; claro, sin desconocer lo del ‘Chino’ Sambuesa que es más que notable (incluso lo apuntan como más figura que Sherman Cárdenas) y que vuelve a estar en una etapa definitiva, ya lo consideran como un amuleto, pues con cuatro equipos nacionales ha llegado hasta allí.
La gente está que no se cambia por nadie, un aire de felicidad vive ‘la Ciudad Bonita’. Independientemente de lo que pase o haya pasado en el primer partido y el próximo fin de semana en Bogotá (pues esta redacción finalizó antes del encuentro de la ida), para mí, lo hecho por el Atlético Bucaramanga es para celebrar. Y que vengan más posiciones de privilegio y la anhelada cita internacional como lo soñaba en aquella imagen que hizo famosa José Ordoñez (con su personaje de Memer): https://acortar.link/TObzKS ¡Rumbo a la Liberadores!
Quizá de esta manera Noraima (su inseparable compañera) pueda comprender el eterno amor de su esposo, que es el de miles de hombres: ver a su equipo ganador.
Y bueno, hay que referirme también al rival, brevemente eso sí, con el perdón de todos, debido a que estas letras las escribo dedicadas especialmente, con admiración y respeto hacia el trabajo del que hemos sido testigos, al equipo y su afición que comienza como local este 8 de junio y deberá ir a El Campín para la vuelta.
Santa Fe supo para qué se clasificó a las semifinales y pasó de largo; qué equipo más bravo ese. Un cuadrangular casi perfecto lo tiene en carrera de su décima conquista. Dos nombres para recordar (como más destacados entre varios) en esta campaña: Hugo Rodallega (el de siempre, el que conocimos y no se cansa, el goleador) y Daniel Torres con el conjunto que se nota a leguas domina el lado izquierdo de su pecho.
El ‘León’ está que ruge, solo que tiene un ‘Leopardo’ al frente. Los ‘cardenales’ tienen historia y por ende obligación, además de ilusión. Mientras que el ‘búcaro’ tiene hambre, tiene un sueño por delante. Emociones por lado y lado, qué sabrosa esta película deportiva.
No voy a mentir. Nunca vi a Rafael Dudamel como director técnico y me sacaba unos “piedronones” como arquero; es decir, no es de mis afectos, pero me quito el sombrero, ha quedado plasmado para siempre en la historia y la retina de quienes amamos la ‘pecosa’. Y algo más de lo que comenté hace poco, también en un artículo de opinión, que me sorprendió gratamente: lo vi cantar el himno del departamento donde está dejando huella, siendo del país vecino. Eso enamora.
Que gane quien pueda hacerlo mejor en los 180 minutos y que la victoria sea para el fútbol en paz:
“Respete al que tiene la camiseta contraria, porque debajo de esa camiseta hay un padre de familia… un hermano, un hijo… bienvenido mano”, dice el mismo Ordoñez en un video que circula en redes sociales (y aquí el más reciente con la misma invitación: https://acortar.link/qjvp3m).
De modo que, felicitaciones a las dos hinchadas, merecen disfrutar.
Por esta vez (que me perdonen mis ‘azules’ del alma) entono un: ¡Búcaros, Búcaros!
PD: No faltará el que me va a decir: ¿se apendejó ‘manito’?