En las últimas encuestas sobre intención de voto para la Alcaldía de Tunja, el candidato Mikhail Krasnov ha crecido ostensiblemente, al punto de convertirse desde ya, sin haber ganado todavía, en un fenómeno político del voto de opinión.
Y es que el ‘Ruso’ o el ‘Profe Mikhail’, como le llaman conocidos y seguidores, es sin duda una bocanada de aire fresco en la vetusta politiquería tunjana. ¡Qué un extranjero, y más un ruso, llegase a la Alcaldía de la monacal y conservadora Tunja, sería una noticia de carácter nacional e incluso mundial! Pero, sobre todo, sería un terremoto en la historia política de la capital boyacense, tan acostumbrada al tedio de la misma gente, los mismos discursos y los mismos colores básicos: verde, azul o rojo.
El ‘Profe’ sería una sacudida por varias razones. Primero, de todos los candidatos es el más preparado académicamente: especializaciones, maestrías, doctorado y varios idiomas, un nivel educativo que no posee ninguno de sus contendientes o alcaldes pasado. Segundo, él mismo se proclama como un ‘outsider’, alguien que no viene de la clase política tradicional, sin maquinarias y hasta sin plata para financiar la campaña; lo cual también es algo ‘estrambótico’ en Boyacá, acostumbrada a los ríos de dinero derrochando publicidad, regalos, convites, campañas sucias pagadas y hasta helicópteros en épocas electorales. Más allá del acercamiento a políticos reconocidos de índole regional y nacional, la base del Krasnov está en la academia, no en la burocracia. Eso también es nuevo.
La otra novedad es que mientras varios (por no decir casi todos) de los otros candidatos han sido parte de la casta gubernamental y política de Tunja y Boyacá, y conocen la ciudad, su gente y sus problemas, lo han hecho desde la perspectiva de quien gobierna, desde las oficinas y los puestos burocráticos; Krasnov en cambio viene de las aulas, del debate, de caminar las calles, barrios, veredas, tiendas, parques y mercados tunjanos durante años, por iniciativa propia, por ejercicio académico – investigativo y por curiosidad social, no por moda o cálculo electorero. El ‘Ruso’ ha estado del otro lado, en la plaza pública, en la marcha, quejándose de los servicios públicos, moviéndose en bus, comprando mercado en la plaza, en la tienda, hablando con la vecina, con el taxista, etc. Y es quizás por esta última característica, que las encuestas lo colocan en un lugar preponderante, que la opinión ‘a boca de jarro’ que lo conoce y lo distingue le da su voto de confianza.
Ahora, no todo es maravilla, en su contra juegan dos factores claves para gobernar: la falta de experiencia en la administración pública y de candidatos propios o afines en el Concejo. Lo primero puede compensarlo con la academia, rodeándose de personal con conocimiento y práctica en esas lides. Lo otro en cambio es más difícil; ningún gobernante, sea alcalde, gobernador o presidente, puede desarrollar su proyecto sin el respaldo del Concejo, la Asamblea o el Congreso, sin bancada que lo apoye. Y, sin embargo, esto también sería algo distinto a lo hasta ahora conocido.
Por último, mi padre estudió ingeniería en una universidad de Moscú, compartió e hizo muchas amistades allá, y siempre me ha dicho que los rusos como amigos son los más leales y como enemigos los más formidables, pero nunca serán falsos o hipócritas. Y eso, en la historia de mandatarios tunjanos, sí sería algo muy diferente y sorprendente.
El profe Mikhail es un fenómeno político como lo fue Obama en Estados Unidos o el profe Antanas en la alcaldía de Bogotá, realmente es un cambio de rumbo y una alternativa para la transformación social de Tunja.
Yo lo acompañaré desde el Concejo Municipal para ser un interlocutor entre la ciudadanía y su gobierno pero también, para hacerle seguimiento y control a sus actuaciones.
Marque al Concejo La Fuerza de la Paz #17.🕊️