Por: Miguel Àngel Peña / Asesor TIC / @MiguelPTIC
Paradójicamente, nuestros padres y abuelos fueron los primeros en enseñarnos cosas como: “No hable con extraños”, “Lea bien” o “De eso tan bueno no dan tanto”. Pero en el año 2020 las cosas son radicalmente distintas; ahora son los hijos quienes les dicen a los padres: “Verifique quién le habla por WhatsApp”, “Verifique la fuente de esa noticia”, “No entregue sus datos bancarios por celular”.
Todo lo anterior hace parte de la revolución en información a partir de internet y las múltiples formas de comunicarnos que nos ofrecen las TIC; con esto no quiero decir que las personas más jóvenes ahora son las dueñas de la verdad, pero debemos aceptar que la gran mayoría de personas que caen en noticias falsas son personas mayores que migraron a la tecnología con sus avances; al contrario, los nativos digitales “Millennials” o “Centennials” podrían de forma más fácil evitar caer en ese tipo de fraudes.
En tiempos de alertas mundiales como Coronavirus (COVID-19), las noticias falsas no se hacen esperar. Existen cientos de personas dedicadas a generar desinformación vía internet; esta actividad les resulta lucrativa por varios aspectos, no solamente para estafar a inocentes con supuestas curas o vacunas utilizando logotipos oficiales de entidades gubernamentales; de hecho, la sola acción de generar un ingreso a las páginas web, siguiendo los enlaces que envían o publican para ampliar la supuesta noticia es fuente de rentabilidad por visitas registradas. Poder controlar cada página web que emite este tipo de falacias es cada vez más difícil para las autoridades, ya que escudarse en la libertad de expresión y otros argumentos legales dilatan el proceso de rectificación o eliminación de la desinformación. Lo más triste es que una vez se logre cerrar una de ellas aparecen 5 o 10 más.
Entonces, tal vez la estrategia más eficaz en contra de las noticias falsas es enseñar a las personas cómo identificarlas. Podríamos dar muchos consejos, por ejemplo: Verificar la URL o fuente de información, generar una búsqueda en google con el titular del mensaje, contrastar los datos citados o establecer la fecha de publicación, algunas veces se salen de contexto noticias muy antiguas que vuelven a reaparecer, pasa mucho con ofertas laborales o escándalos políticos. En anteriores columnas he mencionado los esfuerzos por parte de periodistas y comunidad en general para hacer contrapeso a esa situación, Colombia Check sigue siendo una de mis favoritas y me atrevo a recomendarla cada vez que deseen verificar información. Las consecuencias de una noticia falsa en la sociedad son muchas, desde generar pánico masivo, hasta causar la muerte de personas.
Por momentos también pienso que algunos medios de comunicación o periodistas faltos de imparcialidad manipulan convenientemente a su audiencia para generar o inducir opinión sesgada. Los comunicadores o periodistas saben bien de lo que hablo y quiero citar un ejemplo para mis lectores. Miren estos tres diferentes titulares: “Alcaldía reacciona oportunamente atendiendo emergencia por inundación”, “Basuras de los habitantes tapan alcantarillas y causan inundación” y “Más de 3 horas tomaron las autoridades para reaccionar ante emergencia por inundación”. Es el mismo suceso contado desde perspectivas diferentes, pero sin duda usted, como lector, se forma un juicio a priori muy diferente con cada uno de los titulares mencionados.
Los invito a informarse bien, no dejarse llevar por euforias a favor o en contra; recuerden que los sensacionalismos no son buenos consejeros y reenviar noticias falsas constantemente desacreditan a cualquier persona especialmente ante sus contactos de WhatsApp.