Es estado actual de la Plaza de la Libertad de Chiquinquirá, sugiere que existe una intención para desconocer la figura emblemática e histórica de Simón Bolívar en la construcción de un territorio en libertad, precisamente en momentos previos a la celebración del Bicentenario.
La Plaza de la Libertad de Chiquinquirá ha sido, por décadas, epicentro de la religiosidad nacional. Pero también, lugar de especial inspiración para los amigos del paisaje cultural y de los atributos de la arquitectura colonial y republicana.
Su nombre, trascendió fronteras, porque ha sido considerada una construcción única, por llevar el lema de “La Libertad”, eje motivador y emblema de cientos de luchas sociales en América Latina.
Esta plaza mantiene como símbolo central el monumento al “Bolívar Jóven”, obra del escultor chiquinquireño César Gustavo García. Escultura que reposa en el centro de la plaza, desde 1986, cuando ocurrió la visita del Papa Juan Pablo II a la ciudad de Chiquinquirá. Desde entonces, el “Bolívar Joven” ha sido objeto de admiración. Pero también, de debate entre círculos de opinión , grupos de gestores y artistas, que incluso llegaron a definir esta faceta del libertador, como la más elocuente, la más vital, la más trascendente.
Pero, hoy la situación de esta Plaza de la Libertad es distinta. No solamente, se olvidó la importancia de este monumento al libertador, ubicado en el centro de la Plaza de la “Capital Religiosa de Colombia”, sino que también se olvidó el sentido de su lucha, sus idearios, su pensamiento y sus legados, en opinión de algunos ciudadanos.
El abandono total de la Plaza de la Libertad, por parte de las autoridades locales y departamentales, deja ver el grado de desconocimiento de la grandeza de la gesta del libertador con este territorio. El pedestal del monumento presenta fisuras y fracturas en sus cinco costados. La estatua de dos y medio metros de altura, elaborada por el maestro García, se mantiene en constante abandono, sin ninguna intervención que guarde el rigor artístico y estético. No tiene señalización alguna. La omega que rodea el monumento presenta vegetación constante, fractura de sus lozas, cableados de sus luminarias a la vista y las láminas de mármol están cubiertas con humedad.
El área del entorno de la Plaza de la Libertad está en total abandono. No existen las bancas en madera tradicionales. Sus estructuras metálicas están tomadas por el óxido, como sus rejillas de las alcantarillas. Además, presenta vegetación constante, mensajes de grafiteros y focos de contaminación por la presencia de caninos.
En general, la Plaza de la Libertad, a escasas siete semanas de la celebración del Bicentenario, es un espacio abandonado y no se compadece con el discurso alentador que se pronuncia por estos días, para dedicar todas acciones el Estado a esta conmemoración.
Además de los temas de infraestructura y tratamiento estético del monumento, también se siente un clima de total olvido hacia la exaltación de la figura histórica que encierra la obra del libertador, reivindicada a través de la gesta de la Libertad que cumple 200 años.
Esto se sustenta en que no existe programación del Bicentenario en esta ciudad. No hay espacios de reflexión comunitaria sobre la construcción de identidad, luego de 209 años de independencia. No hay un consejo de cultura o patrimonio que trabaje en esta dirección. No hay un plan de regulación del “Centro Histórico” donde se ubica este monumento. Y lo que parece más crítico, es que no existe ciudadanía que reclame un tratamiento más generoso hacia esta conmemoración.
“La ausencia de estos factores sugieren que existe la intención de olvidar a Bolívar. Olvidar su monumento, pero también olvidar su legado” dijeron algunos gestores culturales de la ciudad.
El tema se torna más crítico, si se tiene en cuenta que en esta Plaza de la Libertad están previstos los actos principales de le celebración del Centenario de la Coronación de la Virgen de Chiquinquirá como “Reina de Colombia”, principal evento religioso de este año. Además, los 100 años de la Feria Equina “Grado A” de Chiquinquirá en agosto próximo y la realización del Encuentro Internacional Cultural “Victor Raul Rojas Peña”, con la presencia de artistas de varias naciones. También, en esta Plaza de la Libertad se hace el Festival Nacional de la Guabina y la Romería, y el Aguinaldo Chiquinquireño.
Pero, tal vez, hoy no sea el lugar más decente e indicado en Boyacá para recordar a Simón Bolívar, como un hombre que pensó la libertad para toda América.