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La muerte del escritor peruano Mario Vargas Llosa, ha reavivado el debate sobre la relación entre arte y política en América Latina. Mientras políticos de derecha lo despiden como un titán de la libertad individual, otros lo queman en la hoguera de las redes sociales por sus posturas conservadoras y la distancia que tuvo con movimientos populares.
El Premio Nobel de Literatura, quien falleció el domingo 13 de abril, a los 89 años, dejó tras de sí una obra monumental, polémicas memorables y relaciones complejas con figuras clave del mundo cultural y político, entre ellas con mandatarios de la derecha latinoamericana.
Su figura despierta sentimientos encontrados. Algunos lamentan la pérdida del autor de La ciudad y los perros y Conversación en La Catedral como la de un gigante literario sin fronteras. Otros lo recuerdan como un crítico incómodo, liberal sin patria y enemigo político de las causas progresistas.
Vargas Llosa tuvo un paso fugaz por la izquierda revolucionaria en los años 60, y dio paso a un viraje ideológico que lo convirtió en uno de los más férreos críticos del socialismo latinoamericano.
Fiel a su ideario liberal, Llosa se convirtió en un referente intelectual para la derecha en América Latina.
En Colombia, su postura crítica lo llevó a chocar públicamente con líderes como Gustavo Petro, a quien llegó a calificar de «populista de izquierda» y aseguraba que pondría en riesgo las libertades democráticas en Colombia. Por supuesto, la derecha, ávida de intelectuales afines a sus ideas, celebraron el respaldo del peruano.
En el marco de una visita a Colombia en 2019 para participar de la segunda edición del foro “Diálogos de innovación para la democracia”, el peruano fue condecorado por el presidente Iván Duque. El mandatario le otorgó la Orden de Boyacá en el Grado de Gran Cruz. Durante su intervención, el escritor consideró que los países que han conseguido reducir las desigualdades sociales son capitalistas.

La condecoración con la Cruz de Boyacá, no fue solo un gesto diplomático, sino también un símbolo del abrazo político que la derecha del país ofreció a uno de los intelectuales más influyentes y controversiales del continente.
El Presidente @IvanDuque otorgó la Cruz de Boyacá, en el Grado de Gran Cruz, a Mario Vargas Llosa, Premio Nobel de Literatura. Un reconocimiento especial por su aporte a la cultura y a la defensa de la democracia y los derechos humanos en América Latina. pic.twitter.com/7tw12FUPET
— Presidencia Colombia 🇨🇴 (@infopresidencia) July 25, 2019
«Usted es un verdadero héroe»: Vargas Llosa a Uribe
El romance entre alvaro uribe y mario vargas llosa. pic.twitter.com/n4L0PTqAp1
— Gener Usuga (@gener_usuga) January 15, 2023
El expresidente Uribe fue una de las primeras figuras políticas en lamentar la muerte del peruano:
Ha fallecido Mario Vargas Llosa, un Maestro de Maestros.
Nos deja obra, admiración y ejemplo.
Nos deja derrotero para el futuro.
— Álvaro Uribe Vélez (@AlvaroUribeVel) April 14, 2025
Aun así, Vargas Llosa tuvo en Colombia un público lector fiel y una relación cercana con intelectuales del país. Visitó varias veces la Feria Internacional del Libro de Bogotá y fue galardonado en múltiples ocasiones por universidades colombianas.
Lo indiscutible es que Vargas Llosa, como García Márquez, ayudó a redefinir la manera en que el mundo ve América Latina. Sus desacuerdos, tan personales como ideológicos, son también parte del relato de una región polarizado entre extremos.