El exgobernador de Boyacá Carlos Amaya fijó ayer en su cuenta de Twitter un mensaje con el que defiende el programa ‘Palabras Mayores’, de educación de adultos, ejecutado durante su administración al frente del departamento.
«En febrero, rumbo a Labranzagrande, conocí a don Édgar», dice Amaya y coloca un video sobre un conductor, que da un testimonio según el cual él y su esposa terminaron el bachillerato gracias al programa de educación de adultos y agrega que estuvieron en Tunja recibiendo el diploma de manos del Gobernador.
De esa manera Amaya se defiende de la acusación que sobre ese programa de educación de adultos le hizo ayer el columnista Johir Ákerman en el portal Cambio.
Lo que sorprende del tuit de Amaya es el mensaje que al final le envía al petrismo:
«Matonean desde el petrismo y pretenden que en eventual 2a vuelta entre ellos y el uribismo los apoyemos».
¿Lo anterior podría significar que Amaya estaría pensando, en una segunda vuelta entre Gustavo Petro y Federico Gutiérrez, no apoyar al líder de la Colombia Humana?
Sorpresas da la vida.
Para el Petrismo, lo mejor sería no tener cerca al Sr Amaya, mientras no de claridad a sus actuaciones, que pretende minimizar, ostentando un seudoliderazgo que se marchitó desde la formalidad y se revierte en escenarios no muy claros ante la ley.
Pareciera azuzar a los organismos de control, enfrentándolos, como si quisiera emboscarlos o sorprenderlos al momento de una investigación. Se siente el Sr Amaya, ofensivo e incitante cuando se le menciona la Fiscalía, denotando una arrogante actitud que es más un gesto despreciativo hacia las autoridades que tienen la potestad por la constitución, de establecer la legalidad de la conducta de los funcionarios públicos.
Ahora amenaza con cambiar su rumbo y su desgastado discurso, porque supondrá, que bajo las toldas que ha atacado, o dice contraponer, encontrará un espacio como el laberinto de Creta, y a manera del Minotauro se refundirá él mismo, en una maraña de incongruencias, escondiendo la verdad; pero desconoce el Sr Amaya, que todavía en el país judicial, existen Teseos, que lo acorralarán y al final, para bien de la sociedad manipulada, encontrarán la verdad.
No hay intocables Sr Amaya. En Colombia, no hay intocables.