Por | Jhonathan Leonel Sánchez Becerra / Historiador
En Santafé de Bogotá, capital del Virreinato de la Nueva Granada a 20 de julio de 1810, luego de los acontecimientos en la tienda del comerciante español José González Llorente.
Se reunieron las autoridades de la ciudad en el Cabildo: crearon una Junta Suprema de Gobierno Temporal y redactaron un documento titulado “Acta de la Revolución” en contra de la invasión de los franceses sobre la península con el que se desconoció el reinado de José Bonaparte I de España; se expresaron los deseos por el pronto regreso del rey Fernando VII y se nombró como presidente del nuevo gobierno al virrey don Antonio Amar y Borbón.
Los miembros de la junta juraron en esa ocasión:
“Cumplir religiosamente la constitución y voluntad del pueblo expresada en esta acta, acerca de la forma del gobierno provisional que ha instalado; derramar hasta la última gota de nuestra sangre por defender nuestra sagrada Religión Católica, Apostólica, Romana; nuestro amadísimo monarca don Fernando VII y la libertad de la Patria…” En clara alusión a la patria española, pues se creía que de la recíproca unión de los americanos y los europeos en esos momentos de peligro, nacería la felicidad pública.
Hechos que provocaron la reacción furiosa de los revolucionarios más radicales como Policarpa Salavarrieta y José María Carbonell, quienes representaban los intereses de la gente del común que reclamaban la independencia absoluta de España.
Las movilizaciones se extendieron hasta el 25 de julio y lograron la prisión del virrey y su esposa. Luego, el 16 de agosto de ese mismo año la Junta ordenó el arresto de Carbonell y otros líderes.
De ese modo, el gobierno quedó integrado por la alta clase criolla que por tradición familiar, venía ocupando los cargos públicos más importantes.
El 4 de abril de 1811, el Presidente y Vizconde de Pastrana Jorge Tadeo Lozano de Peralta, promulgó la Constitución Monárquica de Cundinamarca en los siguientes términos:
“Don Fernando VII, por la gracia de Dios y por la voluntad y consentimiento del pueblo, legítima y constitucionalmente representado, Rey de los cundinamarqueses, etc.”. Es decir que pasado un año de aquél 20 de julio, las familias que gobernaban Bogotá permanecían fieles a la monarquía.
No fue hasta el 18 de julio de 1812 y con un golpe de Estado, que el Presidente Antonio Nariño y Álvarez pudo finalmente, romper los lazos con España y reformar la Constitución que dio origen a la República de Cundinamarca como un Estado independiente, libre y soberano de cualquier autoridad extranjera.
Finalmente, el Acta de la Independencia de Cundinamarca que fue promulgada, el día 16 de julio de 1813 entre otros términos, señala:
“Que en atención a que por haber los reyes de España desamparando la nación pasándose a un país extranjero; a la abdicación que sucesivamente hicieron de la corona renunciando el padre en el hijo, éste luego en el padre y ambos en Napoleón Bonaparte; a la ocupación por las tropas francesas de la mayor parte de la península, en donde ya tienen un rey de la misma nación, (…) y a que estos males se acercan ya sobre la Provincia de Cundinamarca, que no sólo no había hecho un formal desconocimiento del Rey Fernando, sino que era el asilo de cuantos españoles europeos se veían perseguidos en otras partes, y a lo impolítico y bárbaro que sería seguir en el mismo estado, y a la aproximación de tropas enemigas mandadas por españoles que violando la santidad del juramento, vienen a atacarnos en nombre de un rey y de una nación que en el orden político ya no existe.
(…)
Cundinamarca es un estado libre e independiente, que queda separado para siempre de la corona y gobierno de España y de toda otra autoridad que no emane inmediatamente del pueblo o de sus representantes; que toda unión política de dependencia con la Metrópoli está rota enteramente…”.
Documento firmado por Antonio Nariño.
El 20 de julio fue impuesto como fiesta nacional mediante la Ley 60 de 1873, bajo el gobierno de Manuel Murillo Toro, presidente de los Estados Unidos de Colombia, desestimando las objeciones de don Miguel Antonio Caro.
esa fecha no representa nada para los colombianos en general, fue una acta que se hizo en Santa Fe de Bogota, no participo ningun pueblo, no hubo ninguna independencia( al contrario los bandidos que aun siguen mandando nos sometieron ) es un invento de los cachacos para dominar al resto de país, igual la tal batalla de Boyaca, ahi no hubo ni una escaramuza, en ese puente no caben dos perros peleando😂😂, despierten creer en esas fiestas es como creer en el niño dios o en el arca de noe