El anuncio que hicieron el Ministerio de Agricultura y el Banco Agrario “para beneficiar financieramente a pequeños y medianos productores” más parece humor negro que una realidad seria y creíble, ya que pasados 70 días desde que se impuso el confinamiento por la pandemia, es la primera vez que estos organismos se pronuncian sobre una estrategia que debió ser de las primeras en adoptar el gobierno.
El ministro, Rodolfo Zea Navarro, y el presidente del Banco Agrario, Francisco José Mejía, los mismos que desde el primer día de la emergencia económica, decretada por el gobierno con motivo de la pandemia se apresuraron a agilizar los créditos, esos sí blandos, -menos del DTF efectivo anual-, para sus amigos, los grandes agricultores, importadores y agroindustriales, a quienes les entregaron cientos de miles de millones en tan solo 15 días, y que luego, Mejía, el presidente del Banco saliera a ofrecerles 25 mil millones de pesos de créditos a los equipos de fútbol, ahora, apenas al comienzo de este mes de junio, aparecen, con bombos y platillos, anuncian que inician “un plan de choque encaminado a profundizar la irrigación de créditos entre los pequeños y medianos productores del campo que demandan recursos para mantener activa la cadena de abastecimiento de alimentos del país”.
Y siguen con un discurso todavía más altisonante; el ministro dice: “con el fin de garantizar la ampliación del crédito en los pequeños y medianos productores agropecuarios en la actual coyuntura, se han adoptado medidas que faciliten la entrega de créditos a personas sin experiencia en el sector financiero, a lo que se suma la firma de convenios con los gremios de productores y la habilitación de más de 600 de corresponsales bancarios para tramitar solicitudes de crédito en pueblos y veredas del país”.
El presidente del Banco Agrario no se queda atrás con loa perorata: “Estamos innovando y adaptándonos a los requerimientos de estos tiempos, para garantizar que llegamos con los recursos financieros a los campesinos de las regiones apartadas de Colombia. También hemos reconvertido los procesos y consolidado la fuerza comercial de modo que ningún productor se quede sin alternativas de solución a sus problemas financieros”.
Y sueltan la frase definitiva: ‘Plan de choque’
“Entre las medidas para garantizar la irrigación de los recursos financieros dispuestos por el Gobierno nacional en esta coyuntura generada por el Covid-19, se destaca la promoción de líneas de crédito, con tasas competitivas, dirigidas a jóvenes del sector rural con poca o ninguna experiencia en el sector financiero, pero con conocimientos en actividades agropecuarias o rurales”.
Nótese que usan el término “tasas competitivas”, que nadie sabe qué significa, a diferencia de lo que hicieron desde el primer día con sus amigos a quienes les precisaron que la tasa efectiva anual de sus millonarios créditos estarían por debajo del DTF efectivo anual.
Y para que nadie diga nada, acaban de enredar el lenguaje: que “el Banco Agrario ha sido habilitado para financiar a clientes que no han tenido créditos bancarios, y a los que, teniendo experiencia crediticia, han registrado calificaciones de mayor riesgo o reportes adversos por pequeños saldos en mora en el sector financiero, sin que esto constituya una causal de negación. Para esto, se analiza la viabilidad del proyecto productivo y su capacidad de pago”.
Pero la realidad es otra: pequeños y medianos productores que han ido al Banco Agrario en los últimos días chocan contra la rigidez de los gerentes y directores locales de oficinas del Banco que simplemente se limitan a decir que “hay que cumplir los requisitos” (y entregan la larga lista de requisitos) y a advertir que, lamentablemente el nivel de riesgo hay que evaluarlo, lo que quiere decir que lo más probable es que el crédito sea negado o que si se otorga, se hará con una tasa de interés más alta, que en últimas es lo que significa la expresión “tasas competitivas”.
Y para acabar de encarecer el valor del crédito, para la aceptación de solicitudes de crédito de personas que tienen un estatus de “pendiente” en las centrales de riesgo, anuncian el incremento de las coberturas de la garantía FAG para pequeños y medianos productores, en las que la cobertura para el pequeño productor queda sin deducible al 80% y la del mediano productor queda sin deducible al 60%, mecanismo que jamás aplican para los amigos de los créditos abundantes y efectivamente baratos
Como experiencia con el banco me permito comentarles experiencia personal con nuestra empresa familiar, no a sido posible en los últimos años un apoyo por parte de la entidad somos productores de leche , cero deudas con deseos de generar más empleo con ampliación de nuestra infraestructura y por interpretación de estados financieros, exactamente valor de nuestros activos, nos niegan el préstamo por ende el progreso de la familia .bco agrario Ofic Paipa, Boyacá