Educación virtual a los empujones

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Por: Miguel Àngel Peña / Especialista en gerencia del talento humano Asesor TIC / @MiguelPTIC

Foto: Archivo personal

La educación en Colombia siempre ha sido un claro diferenciador de clases sociales. La brecha educativa en nuestro país es bastante amplia pese al gran avance de los últimos años para su reducción, hace algún tiempo la mayoría de estudiantes de colegios rurales tenían que atravesar ríos, caminar horas enteras para llegar a su centro educativo, muchas veces con hambre y sin los útiles necesarios para desarrollar su aprendizaje. Lastimosamente no se puede decir que dicha situación está completamente erradicada especialmente en veredas alejadas de Colombia, pero sí es acertado decir que las cifras se han disminuido últimamente, claramente en Boyacá las administraciones departamentales han invertido bastantes recursos en mitigar dicha situación; he sido testigo directo y además he recibido testimonios de las mejoras en calidad de vida de los estudiantes en los municipios de Boyacá donde el P.A.E. y los servicios de ruta escolar garantizan el acceso al aprendizaje.

Lastimosamente el internet pasa a ser otro claro diferenciador de competitividad educativa no solo para estudiantes de colegio sino también de universidades, determinante en la cuarentena que vivimos. El Ministerio TIC llevó a cabo la subasta del espectro para dar cobertura de internet a los sitios alejados del país, pero al surgir imprevistos como el coronavirus no ha sido fácil la tarea para garantizar el acceso en zonas apartadas. Actualmente, según el Laboratorio de Economía de la Educación (LEE) de la Pontificia Universidad Javeriana, el 96% de los municipios en nuestro país no podrían implementar lecciones virtuales. Por otra parte, las entidades de educación privada viven otra clase de problemas, dado que las instituciones educativas tienen que avanzar en sus programas académicos se llevó a cabo la virtualización de la enseñanza, algo para lo que la mayoría no estaba preparada.

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Ingenuamente los docentes, tanto en el sector público como privado, que no manejan las herramientas TIC pensaron que la educación virtual se limitaba a entregar vía mail o plataforma archivos PDF junto a talleres para que el aprendizaje de los estudiantes sea plenamente autónomo, sin retroalimentación, un intento de modalidad de aula invertida y en cierta forma desentendiéndose del acompañamiento y explicación presencial, contrario a lo que hacían habitualmente. Siempre he pensado que la labor de los docentes es una de las más loables, dedicar su vida a la pedagogía no es nada sencillo, o pregúntenles a los padres que tienen que resolver dudas que surgen por estas épocas. Definitivamente pienso que la mayoría no ha entendido que la educación virtual maneja otra dinámica; diferente a lo anteriormente expuesto, la guía a través de videos o reunión con estudiantes por video llamada es necesaria y es la mejor forma de apuntar a ese aprendizaje real, es darle la oportunidad al educando para que exprese sus dudas o resuelva sus inquietudes ojalá en tiempo real.

Como lo mencioné, muy pocos estaban preparados para la situación, pero he visto que hay varias falencias en la migración al aprendizaje digital. En las casas no se da abasto con la cantidad de trabajos y tareas que se le dejan a los estudiantes en plazos mínimos, sin contar con el tiempo que les absorbe a los padres de familia o cuidadores hacer el papel de profesores, sumado a la limitante del número de computadores o dispositivos con acceso a internet en las casas y a las obligaciones laborales que tienen que cumplir los padres, usando el mismo medio.

Tal vez, es el momento de que los profesores tomen la iniciativa y se actualicen en cómo dar una clase virtual que cumpla con la calidad educativa, con los tiempos necesarios y la apropiación de los conocimientos, todo con el fin de tener alternativas en situaciones de confinamiento. Así mismo, ojalá que los estudiantes puedan tener la voluntad de manejar los programas básicos para su desempeño académico como Word o Excel y dejen de lado un poco las destrezas en TikTok o juegos en línea, que en la mayoría de casos solo consumen tiempo excesivo de ocio y diversión.

Les recomiendo herramientas como Google Classroom, Moodle o Microsoft Learning Tools. Como siempre, mis mejores deseos de salud y bienestar en estos momentos de crisis. #QuédateEnCasa.

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