Con esta campaña Corpoboyacá inicia el mes de diciembre haciendo un llamado al departamento, para que no se utilice el musgo para los pesebres y no se use pólvora que ocasione incendios forestales.
La Corporación Autónoma Regional de Boyacá (Corpoboyacá), comenzó la campaña ‘diciembre en paz con la naturaleza’, con el propósito de no utilizar pólvora porque puede ocasionar incendios forestales y pone en peligro la fauna. Además, el tráfico ilegal de especies como musgo extraído de páramos y otras zonas de importancia ecológica.
En Boyacá existen más de 50 especies de musgos, líquenes, chamizos y barbas de viejo que cumplen un papel fundamental en los ecosistemas, pues ellos evitan la erosión del suelo, son fijadores de carbono y contribuyen en la regulación hídrica, sin embargo, suelen ser usados para la decoración de los tradicionales pesebres.
El director de Corpoboyacá, Herman Amaya, invitó a los boyacenses a no usar plantas vivas en pesebres y adornos navideños, “el propósito es motivar a los boyacenses para que en las fiestas de fin de año respeten y protejan la naturaleza y evitar que se extraigan o comercialicen”.
Reutilice para decorar el pesebre
No utilice musgos en la decoración de pesebres y árboles navideños implemente otras alternativas como: resinas, madera, aserrín, cartón, papel usado, tela y ¿por qué no?, use material reciclable.
No a la pólvora, amenaza la fauna y arrasa con los bosques
La temporada de fin de año e inicio de 2022, es propicia para disfrutar en familia y revivir tradiciones, sin embargo, la pólvora, se convierte en una amenaza para la fauna y los bosques, por lo que Corpoboyacá, hace un llamado a la prevención para disfrutar de las fiestas sin pólvora.
Para el jefe de la oficina territorial de Socha, Jaisson Carreño, el ruido y gases que generan los juegos pirotécnicos, impresiona a la fauna doméstica y silvestre, desplazamiento de nidos, estrés, nervios, e incluso vuelve violentas algunas especies.
Los residuos que dejan los juegos artificiales al estallar, o los globos al caer en las coberturas vegetales secas, pueden provocar incendios forestales y los compuestos químicos de la pólvora contaminan el aire y el agua.