En los páramos el efecto principal de la niebla es reducir la pérdida de humedad o evapotranspiración de la vegetación, pues bloquea la radiación solar impidiendo la caída directa de los rayos sobre ella. Este es uno de los principales hallazgos incluidos en el libro Los páramos de Colombia: Aspectos biofísicos, eco-hidrología y cambio climático, resultado del seguimiento que por más de 15 años ha realizado el grupo de investigación Hidrología y Modelación de Ecosistemas Dinámicos, de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Medellín.
Por Agencia de Noticias UN
“Además, como la niebla satura el ambiente, las hojas permanecen húmedas por más tiempo” agrega el profesor Conrado Tobón Marín, coordinador del grupo de investigación.
La reducción de la evapotranspiración es uno de los principales factores que determinan el rendimiento hídrico de los páramos, ya que como el agua no es tomada por las raíces, cuando llega agua nueva (por ejemplo por niebla o lluvia), la que ya estaba en los poros del suelo es empujada como con un pistón hacia los ríos”, explica el docente.
Y agrega que “desde hace años se sabe que los páramos son fundamentales para la vida en el planeta, y aunque son esenciales como reservorios de agua, su estudio hidrológico ha sido escaso”.
Por eso, desde 2006 el grupo de investigación Hidrología y Modelación de Ecosistemas Dinámicos se dio a la tarea de profundizar en su estudio en la región Andina, evidenciando, entre otros factores, que la niebla desempeña un papel fundamental en la cantidad de agua o rendimiento hídrico que emerge de estos.
Para su estudio establecieron una metodología estándar, basada en equipos de medición automática, que les permitió registrar con detalle entornos paramunos hostiles y de difícil acceso. Con esta midieron variables climáticas, hidrológicas y de caudal. Por ejemplo, durante cerca de tres años registraron cada minuto el clima diurno y nocturno de siete páramos, y así desmintieron la afirmación de que la temperatura en estos lugares baja hasta los -8 °C. “La temperatura que medimos no estuvo por debajo de los -8 °C ni superó los 27 °C”, anota el docente Tobón.
A partir de todos los análisis realizados hasta ahora se le ha dado fundamento al concepto de “ecología funcional”, en el cual se estudia cómo los rasgos de la vegetación son determinantes en la funcionalidad de comunidades enteras; por ejemplo: cuánta agua toma una sola planta, cuánta se evapora, cuántas hojas tiene, cuánta hojarasca larga cae al suelo… todo influye.
Por otro lado, encontraron que no todos los suelos paramunos colombianos son derivados de ceniza volcánica. También hay unos formados a partir de la materia orgánica liberada por la vegetación y unos mixtos, con capas de suelo orgánico y de suelo volcánico.
Otro hallazgo importante tiene que ver con la medición del número de hectáreas de páramos que hay en Colombia. Según las delimitaciones elaboradas por el Instituto von Humboldt, que se basan en la posición altitudinal que ocupan estos ecosistemas –si están entre los 2.800 y los 4.500 msnm–, en el país hay cerca de 2.950.000 hectáreas de páramos.
No obstante, los investigadores consideran que un páramo se debe medir no solo por su posición altitudinal, sino por el tipo de vegetación que lo compone.
“Dentro del grupo hicimos una nueva delimitación. No incluimos áreas con cultivos, bosques ni ganadería, solo aquellos sitios con vegetación propia de los páramos del norte, y hallamos que habría 1.300.000 hectáreas, un dato importante para los decisores y para poner en marcha políticas de conservación.
El libro
Los hallazgos, las metodologías usadas, las discusiones a la luz de la ciencia y algunas fotografías están reunidas en el libro Los páramos de Colombia: Aspectos biofísicos, eo-hidrología y cambio climático, en cuya producción participaron 17 investigadores (8 autores y 9 coautores).
La iniciativa surgió a partir de la pregunta: “¿Qué de todo lo que estamos investigando está quedando realmente en el país?”, narra el profesor Tobón.
Agrega que “nosotros publicábamos nuestros artículos científicos en inglés, teníamos menciones, nos citaban. Sin embargo, en el fondo veíamos que las instituciones nacionales no estaban haciendo uso de esa información”.
Por eso convocaron a investigadores que estuvieran trabajando en proyectos sobre los páramos colombianos y se les propuso compilar los hallazgos en un libro publicado por la Editorial UNAL.