Taxonomía teórica y práctica de la fauna: profesores y estudiantes-VI
Al bajarme del colectivo, camino a la casa de mi madre, comenzó a pitar junto a mí un automóvil último modelo, de vidrios polarizados… Sentí cierto temor pero me sorprendió que se abriera la puerta y me dijera el conductor: -¿No te acuerdas de mí? Yo soy Buenavida, el apodo que vos me pusiste -Entonces, vino el recuerdo de los tiempos de secundaria. Subí al auto, pronto avanzó ante el pito de otros vehículos. Recordé al condiscípulo: compañero de octavo y el bautizo de los apodos.- Te tiraste al cojo con el alias: “El inmortal”… porque nunca estiraba la pata. Todavía lo llaman así. Cuando ofendido te hizo el reclamo, le dijiste: Eres famoso pues estás en una narración de Borges. También “Cielito lindo”, como la canción del lunar junto a la boca. Se murió la gorda, a quien llamaste la Ballena. Por ahí anda Palmolive, con su rostro inolvidable. Langostica, porque solo se le come la cola. Pero el peor apodo: Comiso porque se lo papeaban en los paseos. ¡Ah tiempos aquellos! Y, ¿la loca? -Se casó con romerito luego lo abandonó, se fue con otro, le dejó tres hijos.
El pueblo no era el mismo. Las antiguas casas republicanas demolidas para dar lugar a edificios de varios pisos, con ascensor y portero.- Y, ¿qué pasó con los clavados? Indagó, mientras el vehículo se detuvo en un trancón.- El pequeño Saavedra no pudo estudiar y, es secretario en la alcaldía, a pesar de los cambios políticos; el pelirrojo fue profesor de matemáticas hasta que murió de un ataque al corazón. Era un tigre con esas ecuaciones, límites, derivadas e integrales.- Y, ¿Toño?- Ni más desde que salimos de la clausura no lo volví a ver.
A continuación pregunté por los vagos. -En la universidad fueron anarquistas, comunistas, socialistas, se consideraban el proletariado, confundiendo las pedreas con la lucha de clases, pero cuando consiguieron “camello” se les acabo la revolución. Unos se hicieron ingenieros, por la piel de cocodrilo de las calles puedes ver, qué han hecho. Otros cayeron en la oficina de impuestos y se volvieron ricos. Aunque, ¿te acuerdas de Peralta? Pasó varios años a la sombra en Caravanchel, cuestiones de perica. -¿Téllez?- Murió de cáncer, recuerda que tenía una cicatriz en una de las piernas, por los totes. Mira, allá va Jimena, uno de tus amores. Otros fueron psicólogos, economistas, gerentes, arquitectos quebrados. El pequeño Tafur terminó de cura. Pulido murió en la explosión del atentado al departamento de seguridad.
Le pregunté por los caspas. Le dio risa, ya que uno de ellos era el conductor del vehículo. -Ya verás, el flaco es el distribuidor de cerveza para toda la región. El gordo, siempre goza de buena salud, aunque no su mujer, es dueño de un supermercado en el centro de la ciudad. El negocio de Julito, aquel que llegaba los lunes en un guayabo…es dueño del mejor estanco. El hijo del terrateniente, “Sueñoeterno”, es urbanizador, en el potrero, detrás de la antigua estación del tren. Está podrido en plata. Y, ¿tú? -No puedo quejarme. Tengo un negocito.-y me alcanzó el catálogo- Cuando lo abrí: las chicas en bikini o en nada, ofrecían caderas doradas, deliciosos senos, labios de fresa. Al bajarme del auto, junto a la puerta de la casa de mi madre, me extendió su tarjeta, y dijo: -cuando quiera vaya, para usted, que me puso el apodo, el servicio es gratis.