Por | Lorena Rubiano Fajardo
«Diferentes países han hecho varios esfuerzos para abordar el cambio climático,
pero lo que estamos haciendo en este momento,
simplemente, no es suficiente»,
dijo el Primer Ministro de la India, Narendra Modi
Me pregunto ¿qué desastre mundial nos hace falta presenciar o padecer, para que tomemos conciencia de la urgentísima necesidad de iniciar grandes planes para desacelerar el cambio climático?
Nos preocupa que las dos grandes potencias mundiales anden enfrentadas, por aranceles, o buscando conflictos y despreocupadas por el medio ambiente, porque no les interesa. Hablo de la China y los Estados Unidos.
Y si recorremos el mundo vemos con tristeza, como bien lo dice el Papa Francisco: “que estamos haciendo muy poco, por salvar nuestro planeta” .
No queremos entender que no tenemos más mundo que este, en el que estamos, no podemos irnos de aquí. Marte está lejos e imposible que todos viajemos. Somos unos depredadores desalmados.
Para qué traemos hijos al mundo si les vamos a entregar un mundo destruido, en ruinas y una población disminuida por los desastres naturales.
Veamos las noticias de las últimas horas, grandes terremotos en México, cuatro seguidos cerca de Acapulco, huracanes que golpean a los Estados Unidos, inundaciones por doquier, sequias en el áfrica, tormentas eléctricas, pandemias y contaminación ambiental.
Antonio Guterres, Secretario General de la ONU insta a todos los países a incrementar sus esfuerzos por mejorar la calidad del aire y apostar por un mejor control de las fuentes de contaminación atmosférica.
Nueve de cada diez personas respiran aire contaminado, una situación que provoca anualmente alrededor de 7 millones de muertes prematuras, 600.000 de las cuales corresponden a niños.
Es urgente reducir la cifra de 3000 millones de personas que siguen, quemando combustibles sólidos o queroseno para cocinar y para la calefacción y el alumbrado, lo cual incremente peligrosamente la crisis climática.
Tenemos que legislar y educar y obligar a los seres humanos a cumplir las directrices sobre la calidad del aire marcadas por la Organización Mundial de la Salud.
Mejorando la calidad del aire, podemos respirar mejor y salvar a millones de habitantes del plantea que mueren por problemas pulmonares.
El tema de este año, «Aire saludable, planeta saludable», resalta los efectos de la contaminación del aire en la salud, especialmente durante la pandemia de la COVID-19.
El cambio climático como la crisis ecológica, nos afecta a todos. Todos debemos asumir nuestra propia responsabilidad. Según los organismos internacionales, el impacto potencial es enorme, principalmente repercute en la falta de agua potable, cambios en las condiciones para la producción de alimentos y el aumento de fenómenos naturales como inundaciones, tormentas, sequías y olas de calor. Es un fenómeno ambiental de profundas consecuencias económicas y sociales, sin embargo, los países más pobres están peor preparados para enfrentar los cambios, indudablemente sufrirán las peores consecuencias.
El cambio climático ya lo causamos, ahora la tarea es tratar de revertirlo, para contener la «crisis ecológica», porque como dice la ONU, “junto con la pobreza y la desigualdad, son los principales desafíos de nuestra era a nivel ambiental, social y económico”.