La Orinoquía colombiana es un tesoro de riquezas naturales y culturales. Toda la atención debe dirigirse a un departamento como el nuestro que atesora un abundante patrimonio en la construcción del desarrollo sostenible de esta vasta región debido a su riqueza histórica, diversidad geográfica y contribución a la biodiversidad regional.
Boyacá es una tierra conocida por su belleza y diversidad natural. Es uno de esos lugares importantes en términos de biodiversidad, ya que no solo tiene abundante vida silvestre, sino que existe una amplia gama de ecosistemas, creando un punto de fusión donde la flora y la fauna se encuentran para formar especies nativas únicas.
Boyacá es parte del inmenso territorio de la Orinoquía, una región que según el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) contiene el 35% de las especies endémicas de la nación, el 32% del agua y 30% de la producción agrícola colombiana, puesto que es en este hermoso paisaje en dónde se juntan la cordillera de los Andes y los imponentes llanos orientales.
Varios de los ríos más importantes de esta zona oriental del país nacen en Boyacá, el Cravo, el Pauto, el Cusiana entre otros. Sus páramos, bosques andinos y sabanas deben conservarse para sustentar a las especies en peligro de extinción y garantizar que el área sea sostenible desde el punto de vista ambiental.
Además de su valor ecológico, también es un gran patrimonio cultural. Este suelo alimentó una rebelión indígena contra la conquista española, y vestigios de este legado cultural persisten en su gente, costumbres y tradiciones. La rica riqueza arqueológica de Boyacá incluye reliquias precolombinas que enfatizan cómo la naturaleza y la memoria histórica son aspectos integrales de nuestra nación.
Boyacá hace un aporte considerable al panorama demográfico de la Orinoquía, debido a que su población en la región limítrofe con el piedemonte se dedica predominantemente a actividades agrícolas y ganaderas, el departamento sirve como un importante motor económico para la región.
En un momento crítico para el bienestar de nuestro planeta y la conservación de la riqueza natural, por estas consideraciones, entre otras, y por compartir valiosos ecosistemas, cinco municipios de Boyacá, Labranzagrande, Pisba, Paya, Pajarito y Cubará hacen parte de la jurisdicción de la Corporación Autónoma Regional de la Orinoquía – Corporinoquía – que es la autoridad ambiental de este territorio y tiene una gran responsabilidad en este momento histórico.