A esa determinación llegó el Consejo Superior de la Universidad en sesión realizada el pasado martes 31 de marzo.
La contingencia del COVID-19 ha golpeado con fuerza el normal funcionamiento de las instituciones educativas del departamento. La UPTC no ha sido ajena a esto.
Algunos de los estudiantes han manifestado las dificultades que tienen para acceder a los contenidos de carácter virtual desde sus lugares de residencia, ya sea por la falta de dispositivos o por problemas de conectividad.
De todas formas, el Consejo Superior de la universidad, en sesión realizada el martes 31 de marzo de 2020, determinó “la continuidad de las actividades académicas como garantía para que la universidad permanezca activa respondiendo a los desafíos del momento y a las demandas de la sociedad”, según señala un comunicado publicado por la UPTC en la jornada de hoy.
Aclara la universidad que las decisiones tomadas se ajustan a lo establecido en las normas y resoluciones de carácter gubernamental, que procuran la protección de la vida por encima de cualquier otro interés.
Además, agrega la universidad las disposiciones del comunicado 01 del Consejo Académico siguen vigentes, documento mediante el cual se determinó que “durante este tiempo no se realizarán evaluaciones, se aplicarán formas flexibles de enseñanza y los docentes entregarán informes semanales que permitan construir un diagnóstico general de la situación del estudiantado, los obstáculos encontrados en el desarrollo de las actividades y las recomendaciones frente a los mismos”.
En la misma sesión se estipuló la conformación de una comisión de trabajo integrada por el Representante de las Directivas Académicas ante el Consejo Superior, el Representante Profesoral del Consejo Superior, el Representante Profesoral del Consejo Académico (por todo el profesorado), el Representante Estudiantil del Consejo Superior, el Representante Estudiantil del Consejo Académico (por todos los estudiantes), Decanos designados y Vicerrectores; que será presidida por el Rector (e), y que tendrá como fin “la construcción colectiva de alternativas que mantengan la Universidad en permanente actitud dialógica, propositiva y deliberante, mediante el adecuado relacionamiento entre sus estamentos y cuerpos colegiados; la caracterización y el diagnóstico del estado de la universidad en cuanto a sus capacidades, necesidades y requerimientos para operar en esta situación de crisis y la elaboración de una hoja de ruta académica que parta de las realidades, necesidades, capacidades y expectativas de la comunidad universitaria”.
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