Por | Jhonathan Sánchez Becerra / Historiador
El triunfo en la segunda vuelta presidencial no solo es de Gustavo Petro y Francia Márquez sino de todos los colombianos que nos sentimos representados en sus figuras y en sus ejemplos de vida, marcados por las reivindicaciones sociales, pues es la primera vez que el país tiene un gobierno de corte popular.
El grito de esperanza “de los nadie” se hizo escuchar desde las regiones más azotadas históricamente por la indiferencia del Estado, colmó las urnas de la mano de 11´281.013 ciudadanos mestizos, indígenas y negros, hombres y mujeres jóvenes trabajadores y estudiantes que decidimos escribir una nueva página para el futuro de Colombia.
Hoy, quienes le hemos apostado a la paz, a la transformación a través de la cultura, a la construcción colectiva de una sociedad más justa y equitativa, respetuosa de la diferencia y la diversidad ¡Somos gobierno! Tenemos el compromiso de trabajar por la prosperidad y el desarrollo de todos, de seguir nuestra lucha frontal en contra de la desigualdad y las injusticias.
Es momento de la reconciliación y el gran acuerdo nacional, vamos a aprovechar esta oportunidad que nos brinda el universo para hacer las cosas bien, apegados al sentido humanista de la Constitución y de la Ley, que la educación sea la base sobre la que se alce el bienestar común.
Gracias a la mayoría de tunjanos que hicieron parte de ese 58.09% que eligieron la política del amor y la vida, que han hecho posible que hoy tengamos un presidente como Gustavo Petro, una senadora como Aída Avella y un representante a la cámara como Pedro José Suárez Vacca, personas íntegras que son nuestro orgullo a nivel nacional, pero es tiempo también, de que iniciemos nuestra propia transformación política regional y municipal de cara a los próximos comicios 2023.
En ese orden de ideas y consciente de la responsabilidad que implica ejercer un cargo de elección popular, hago pública mi intención de aspirar a una curul en el Concejo Municipal de Tunja, para lo cual solicito y agradezco, desde ya, el apoyo de todos quienes quieran sumarse a este proyecto de renovación de las decadentes ideologías que han desviado los recursos y obstaculizado el avance de la ciudad. Que se haga una verdadera veeduría y se ejerza el control político a los demás servidores y a las decisiones públicas que afectan el patrimonio del municipio ¡Que siga la fiesta democrática!