El Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural (MADR), con el apoyo técnico de la Unidad de Planificación Rural Agropecuaria (UPRA), entregó oficialmente el mapa de zonificación de la papa de la variedad Diacol Capiro, también conocida como R12-negra, utilizada para procesamiento industrial.
Sin embargo, al leerse el contenido completo de la información oficial no queda claro cuál es el objetivo de haber concluido este “nuevo estudio”, lo cual parece típico del atolondramiento (¿intencional?) que por estos días caracteriza más de una “información” emitida por el gobierno nacional.
En el ranking de las tierras aptas para el cultivo de esta variedad, el departamento de Boyacá está en el tercer lugar. Según el mapa de zonificación arrojó que el top 5 de los departamentos con aptitud alta es el siguiente: Cundinamarca (111.148 hectáreas), Nariño (66.824 ha), Boyacá (21.655 ha), Antioquia (4.171 ha) y Cauca (3.001 ha), lo que al totalizarse arroja que la papa Diacol Capiro (R-12 negra) para uso industrial tiene un mapa de aptitud de 510.475 has aptas para su cultivo, área que está en manos de más de 100 mil familias que se dedican al cultivo de papa, que genera anualmente 264 mil empleos totales.
Destaca la información que la UPRA realizó el ‘estudio’ con el apoyo de la Federación Colombiana de Productores de Papa (Fedepapa), el Consejo Nacional de Papa y la participación de industrias procesadoras como McCain Colombia, PepsiCo, Productos Yupi SAS, Frozen Express, Comestibles Ricos Ltda., entre otros, adicionando que este es “el primer paso para la construcción de lo que será el plan de ordenamiento productivo de esta cadena”.
En este punto se esperaba leer la propuesta concreta de qué hacer con las 510 mil has., pero ni una palabra. En cambio se pasa a la demagogia oficial.
Señala la información oficial que el ministro del ramo, Rodolfo Zea Navarro, afirmó que: “la identificación de zonas aptas para el cultivo de papa es uno de los productos más importantes en las primeras etapas del proceso de planificación sectorial que permiten generar estrategias de un trabajo conjunto entre el sector público y privado para el crecimiento productivo de la papa, y de esta variedad en especial, que genera grandes aportes a la industria”.
¿Cuántas has. de las identificadas en cada departamento se van a dedicar a producir esta variedad? ¿Bajo qué condiciones y con qué tipo de relación entre los cultivadores y la industria? y si esto va a tener algún incentivo desde el gobierno, por ejemplo, en asistencia técnica, créditos, etc.
Nada de esto se menciona. En Boyacá las tierras identificadas se supone que están en poder del universo de los productores, por lo que debería concretar algún tipo de ofrecimiento para uno o para cuántos agricultores; así que todo esto parece ser otro de los tantos estudios que irán a los anaqueles de los archivos oficiales y de un gremio como Fedepapa y del mismo Consejo Nacional de la Papa que se han vuelto meros entes burocráticos excluyentes, ajenos a las realidades del papero raso, mientras la industria oscila entre la supuesta alianza estratégica con los agricultores, cuando le conviene, pero que sale pronta a abastecerse en el mercado internacional apenas sean propicias las circunstancia a costa de abandonar a sus supuestos socios estratégicos que se quedan viendo un chispero en la labranza.
Más carreta, ninguna propuesta
Es lo que se deduce de la perorata del Director de la UPRA, Felipe Fonseca Fino, quien echa otro discurso que en la práctica no lleva a ninguna parte: “Hoy se cultivan entre 120.000 y 140.000 ha de papa, que están asociadas a más de 100.000 productores. Conocer que Colombia cuenta con 209.000 ha de aptitud alta (A1) para la producción de la papa Diacol Capiro industrial, nos permite establecer áreas estratégicas en las cuales el gremio se proponga generar clústeres productivos; esto se traduce en productividad, competitividad y especialmente en la creación de estrategias por geolocalización”.
