Una vez más los empresarios, las organizaciones de productores y los mismos mineros informales o barequeros, que se dedican a la extracción de las esmeraldas, solicitan al gobierno nacional la mayor precisión posible y en consecuencia una legislación pronta para poder tener claras las reglas del juego del sector.
Como es sabido, la minería de las esmeraldas es una de las actividades más importantes de la economía del departamento en las provincias de Occidente y Oriente en la región de Chivor, actividad de la cual el Estado colombiano captó el año pasado, por concepto de regalías, la suma de 5 mil 900 millones de pesos.
Estos planteamientos han sido expuestos por Óscar Baquero presidente de Fedesmeraldas, quien expresa que es necesario acometer estas acciones lo antes posible.
Las solicitudes mencionadas se hacen en el marco del foro de formalización minera de la cadena de las esmeraldas que se lleva a cabo en Bogotá en el Salón Rojo del Hotel Tequendama, convocado por la Asamblea de Boyacá y el Gobierno departamental y que cuenta con la presencia de los directores de las corporaciones regionales, Corpoboyacá y Corpochivor, lo mismo que de la Agencia Nacional de Minería y del Ministerio de Minas y Energía.
El evento fue instalado por el gobernador Carlos Amaya, quien saludó y resaltó la voluntad de los empresarios del sector para abordar su problemática y manifestar su decisión de formalización y legalización de la actividad en todos los órdenes, pero que se necesita del concurso del gobierno nacional y del trámite de un marco legal justo y transparente.
Por su parte, el presidente de la Asamblea, Jonathan Sánchez, ha dicho que el sector se ha venido organizando a lo largo de toda la cadena donde han tenido espacio los representantes de las empresas extractoras, los mineros informales, la cadena de comercialización y de valor y que todos coinciden en que lo más importante en la región productora tanto en el Occidente como en Chivor es la del mantenimiento y preservación de la paz y la tranquilidad y que se equivocan quienes piensan que pueden volver a las viejas prácticas de la violencia que tradicionalmente ha transversalizado la actividad.
Entre tanto, la policía nacional, a través de uno se sus voceros, analiza las múltiples dificultades que afronta la seguridad en la región y hace mención de los delitos que afectan las regiones productoras de minerales, no solo de las esmeraldas sino de la minería en general en el departamento.
La apreciación de la seguridad en la región esmeraldífera por parte de la policía, es que no todo lo que sucede tiene que ver con la actividad minera; que en este momento hay muchas acciones ilegales que no necesariamente están vinculadas con la actividad.
En este sentido también se reafirma por parte de la policía la construcción del fuerte de Maripí, que es un instrumento estratégico para preservar la seguridad de la región.