Colombia está muy cerca de tener un medicamento obtenido de las plantas, para el tratamiento del cáncer de seno, y es la inmunóloga, Susana Fiorentino, formada en Colombia y Francia, quien podría ser la primera científica colombiana en obtener este fitomedicamento en cápsulas, para la lucha contra el cáncer de seno; pues ha desarrollado extractos estandarizados trabajando con semillas de dividivi y la planta de anamú.
Debido a la pandemia de Covid-19 incursionó en ensayos clínicos en individuos sanos y pacientes con COVID, con el fitomedicamento obtenido del dividivi. En la apertura de esta XXV Jornada de Investigación, reflexionó sobre ‘cómo el conocimiento transforma la biodiversidad en riqueza’, en su conferencia inaugural del lunes 20 de septiembre.
De la mano del conocimiento de las comunidades campesinas, inició su investigación en Villa de Leyva, y muestra una oportunidad para Boyacá en el desarrollo de cultivos a gran escala de anamú, a propósito la necesidad que tiene su investigación de los extractos de estas plantas.
La investigadora Susana Fiorentino, es Bacterióloga, Magister en Inmunología en la Universidad de Antioquia, Doctora en Inmunología en la Universidad Pierre y Marie Curie en Francia y Magister en Oncología Molecular del Centro de Estudios Biosanitarios CEB de España; coordina el grupo de Inmunobiología y Biología Celular de la Universidad Javeriana y dirigió el Programa Colombia Científica, financiado por el Banco Mundial. Allí trabaja con más de 100 investigadores y varias instituciones aliadas para continuar con la exploración de otras 30 plantas que pueden tener actividad biológica interesante y se puede escalar.
Campesinos de Boyacá, en la cuna de la investigación con plantas
Por: Nancy Milena Buenahora / Dirección de Comunicaciones UPTC
Nancy Buenahora. Iniciamos el diálogo con una pionera del tratamiento del cáncer con fito medicamentos, que ha trabajado en la investigación en cáncer, tratando de entender el papel de la respuesta inmune en el control del cáncer con semillas de dividivi y de la planta de anamú ¿Cómo se acercó a ese conocimiento de las plantas medicinales que venían utilizando los campesinos?
Dra. Susana Fiorentino. El conocimiento del Anamú era un conocimiento muy amplio en las comunidades campesinas; en varias partes de Colombia lo vimos y además está muy documentado, en Cuba sobre todo; que fue básicamente donde salieron los primeros reportes hace más de 200 años. Los campesinos sí tienen un conocimiento de que el anamú en infusión sirve para el cáncer y obviamente, pues cuando comenzamos el conocimiento era amplio, pero poco específico. Del dividivi había un conocimiento tradicional. Más específicamente de los polifenoles en enfermedades respiratorias por ejemplo. En Villa de Leyva, que es donde comenzamos a trabajar el Dividivi. Nos reportaban que la infusión la usaban haciendo inhalaciones para el tratamiento de la sinusitis, pero que eran tan fuertes las inhalaciones, que terminaban rompiendo el hueso.
Entonces con esos antecedentes y conociendo cuáles son los factores que están en la base de la generación del cáncer, comenzamos a trabajar en estas dos plantas. Primero en el anamú y después en el dividivi. Y se desarrolló mucho más fácilmente el medicamento a partir del dividivi, que es el que ahora estamos estudiando en ensayos clínicos; que el del anamú. Porque el anamú ha sido una planta compleja; muy prometedora, pero con muchos secretos.
N.B. ¿Es muy atrevido preguntar que si estamos cerca de tener un medicamento en la lucha contra el cáncer?
Dra. Susana Fiorentino. Se espera realmente que el estudio clínico nos diera algo, porque primero hay un antecedente de conocimiento tradicional muy fuerte de mejora de calidad, de vida de activación de la respuesta inmune, y en todo lo que tenga medicina tradicional China con estos productos. Lo segundo es lo que tenemos en evidencia en los animales que es consistente en los 15 años que llevamos trabajando en esto; así como en los casos esporádicos de los pacientes que han tomado medicina herbal. Yo espero que este estudio que comenzamos tan pronto el INVIMA nos de la aprobación, ya está en manos de ellos; nos muestre algo. Nos muestre que realmente puede haber una activación de la respuesta inmune y una mejora de estos pacientes de cáncer de seno, que es donde vamos a comenzar el estudio. Así que yo diría que estamos cada vez más cerca ahora, que antes.
La investigación con plantas, jalonando desarrollo agrícola para el país, requiere inversión en laboratorios para su procesamiento a escala industrial
N.B. Respecto a estas dos plantas una es considerada como una maleza, la otra precisamente se ha utilizado en la industria del cuero en la Guajira y acá en Boyacá ¿hay necesidad del cultivo de plantas como estás y otras con las que vienen trabajando a gran escala?
Dra. Susana Fiorentino. Si Indudablemente esta pregunta es fundamental y además es el cuello de botella de este tipo de proyectos. El dividivi ha podido avanzar porque nosotros tenemos el permiso de colecta y el permiso de acceso con fines comerciales para el fruto del dividivi, que afortunadamente crece en forma silvestre es un árbol silvestre en la zona del alto Ricaurte en Boyacá, es decir Villa de Leyva, Tibasosa y esa región. Hay gran cantidad de árboles, que además pierden los frutos que se caen a la carretera, pero Colombia pues pierde está biodiversidad, pero en Perú si tienen grandes cultivos de dividivi y que esperamos que se puedan tener acá y es un poco lo que estamos promoviendo.
De anamú, toca cultivarlo. Hay gente que tiene cultivos de anamú, porque los vende para que la planta de anamú la vendan en la plaza. Sin embargo, es un tema complicado. Porque uno no le puede decir al campesino que siembre anamú, si uno no tiene todo lo que va después de la siembra. Es decir la posibilidad de comprarle a un buen precio, transformarlo y producir el fitomedicamento, producir las cápsulas, salir al mercado, venderlo. Es decir ¿cómo poner andar un tren, cierto? en dónde se requiere todo para que ande. Pero entonces no puede andar si no están los rieles y no se le pone el carbón o la gasolina, si no hay quien compré los tiquetes, esto es lo mismo.
Osea si yo le digo a los campesinos que siembren anamú, tengo que tener la posibilidad de comprarles toneladas de anamú seis meses después y eso sólo se logra, si la empresa que va a transformar el anamú y la va a sacar al mercado, está completamente instalada y tiene toda la capacidad de transformación y ese punto específicamente es el que no tiene Colombia.
Es decir, nosotros en Colombia tenemos posibilidades de procesar, no se… una tonelada, 500 kilos. Nosotros ahora estamos produciendo 20 kilos de extracto por mes, lo cual puede sonar mucho, que es el extracto, que usa para producir el medicamento, en el caso del dividivi. Pero si uno va entrar al mercado real. Lo que le piden, a uno son miles de toneladas. En estos días estaba hablando con alguien en Australia, que está interesado en jalonar estos productos desde allá y nos decía que la demanda de esos mercados es muy grande. Entonces si realmente queremos que estos desarrollos lleguen a tener impacto en el país, ahí es donde toca meter los recursos para montar los laboratorios de transformación de la materia prima y eso jalona el cultivo en el campo. Todo está jalonado es por un desarrollo tecnológico, para el cual no hay apoyo al día de hoy en Colombia.
Si queremos que Colombia sea cuna de patentes, se requiere gran inversión para que los descubrimientos de las universidades, se vuelvan empresa
NB. Ha desarrollado extractos estandarizados en el campo de la lucha contra el cáncer en tumores en modelos animales, ha logrado seis patentes concedidas en países como el nuestro, Estados Unidos y Canadá. ¿Cómo es el proceso de transformación de la investigación que usted realiza, en resultados para una patente, cuánto tiempo llega a tomar, que más actores deben intervenir para que esto se logre?
Dra. Susana Fiorentino. Lograr una patente es muy fácil, porque solo es escribirla de tal manera que la Superintendencia la evalúe y determine que es novedosa, que lo que hay adentro de este papel, es novedoso. Yo diría incluso, que escribir una patente, es más fácil que escribir un artículo; que es un poco a veces un concepto errado que tenemos. Una vez uno radica una patente, con un concepto novedoso; lo cual tiene que hacer muy rápidamente, si uno quiere que ese conocimiento tenga valor en el mercado, uno tiene hacerlo muy rápido.
Una vez esta patente es aceptada, ya sea en Colombia o a nivel internacional, viene lo difícil. Lo difícil no es tener la patente, es sacar el producto que corresponde a esa propiedad intelectual. Entonces si yo tengo patentes que protegen un desarrollo como en este caso el extracto estandarizado del anamú y del dividivi para el tratamiento del cáncer en ciertas condiciones, reivindicando que además haya activación de la respuesta inmune etcétera, pues tengo que estar en la capacidad de producir el medicamento. En los países desarrollados y en otro tipo de industria, porque no es en la producción de productos derivados de la biodiversidad, complejos como estos, en otra industria: Lo que pasa es que las grandes empresas buscan lo que ha salido de las universidades, que sea novedoso y que tenga patente y le dicen: Venga, a mí me interesa desarrollar esto. Las universidades le licencian la patente a cambio de una regalías y la empresa se ocupa de escalar el producto, de hacer pruebas de campo, de mirar si ese prototipo realmente, vale la pena o no vale la pena. Hacer el estudio de mercado, mirar si puede venderlo o no puede venderlo y finalmente venderlo, en el mejor de los casos. Lo difícil es comercializar esas patentes, que son lo que tiene valor; digamos en Colombia todavía estamos en la etapa en que queremos patentar. En otros países que ya hace muchos años pasaron por eso; están en la etapa de como ese conocimiento y esos productos fruto de la biodiversidad o de la innovación o de la biotecnología, pueden impactar el desarrollo de la sociedad; pueden generar mejores bienes y recursos para que los seres humanos vivan mejor.
Bueno, pues Colombia va en ese camino un poco atrasado y mientras no se entienda que lo que se requiere es después, una gran inyección de capital, para que los descubrimientos de las universidades se vuelvan empresa, pues eso difícilmente va a pasar. Además esperar en Colombia, que las grandes industrias vengan a comprarles el conocimiento a las universidades, pues es una utopía que no ocurre. En Stanford la universidad gana más por las donaciones de las startup y de las empresas que usan la tecnología o de estudiantes que montan empresas salidos de Stanford y donan a la universidad, que de las mismas regalías de las patentes que transfieren las universidades. Entonces es un mundo complejo que hay que conocer y que está basado en el conocimiento precisamente.
Relación estado, empresas spin off de las universidades e industria: Entre la utopía y el futuro de Bioeconomía
N.B. En el año 2018 usted ganaba a la aprobación del Programa Colombia Científica financiado con recursos del Banco Mundial por el orden de 18 mil millones de pesos, donde trabaja con más de 100 investigadores de varias instituciones aliadas en la exploración de otras plantas, sin embargo usted misma también ha levantado la voz para mencionar esto último que estaba subrayando y es que las empresas spin off o derivadas del conocimiento y de la ciencia, no tenían una legislación muy clara. Es usted directora científica y fundadora de la spin off Dreem Bio; ¿Esto ha cambiado actualmente o en qué estado está?
Dra. Susana Fiorentino. Si estoy dirigiendo el Ecosistema de Colombia Científica, el cual sí es una de las grandes iniciativas del país, aunque todavía pobre: una pobre iniciativa; comparada con las iniciativas mundiales. En Puerto Rico le acaban de aprobar a un amigo un proyecto por 12 millones de dólares, para que desarrollen un estudio genómico en Covid y nosotros recibimos cinco millones de dólares para esto. Que además tendría que ser repartido entre instituciones públicas, privadas, estudiantes, formación… bueno hay que alargar esa platica para que alcance. Pero bueno no me quejo. Me parece que es una forma muy interesante de poder continuar el trabajo nuestro. Lo segundo, si salió la Ley de Spin Off, la cual complicaba el tema de las spin off en las universidades públicas. Lo cual es un problema porque los profesores y los investigadores se veían un poco desmotivados a sacar productos, bienes o servicios de sus investigaciones, ¿por qué? Pues la misma legislación les frenaba eso, pero ya hay apertura para que monten sus empresas. Lo que si no existe es lo que viene después más o menos son librados a la naturaleza para que salgan adelante ya con el título spin off, pero eso no es suficiente. Acá en Francia un spin off consigue una inversión por 100 mil dólares y estado le da otros 100 mil. Allá en Colombia le dan un palmadita en la espalda y le dicen usted es un caso exitoso.
Lo tercero: Si yo soy la fundadora, directora científica y accionista principal de Dreem Bio; que nació de una universidad privada. Nosotros no teníamos problemas para montar la empresa, pero además contamos digamos con una apertura de espíritu, con una visión innovadora y novedosa en la universidad; que también tomó tiempo. Para no tener que mezclar el tema académico, con el tema empresarial; lo cual en nuestro país sigue siendo un tema tabú. La empresa fue fundada en el 2019 en este momento, llevamos ya dos años recibimos una capital semilla y estamos en búsqueda de capital de inversionistas.
Hemos tenido la oportunidad de poder participar como spin-off en varios proyectos de investigación con la Universidad Javeriana y con otras universidades para seguir desarrollando nuestros productos y esperamos pronto salir al mercado con el primero, que es en el área de dermo-cosmética y muy pronto tener resultados en conjunto con la Universidad, de un estudio de uno de los fitomedicamentos en Covid, qué es muy prometedor. Además, Colombia Científica financió la realización de los estudios clínicos en los pacientes con cáncer, hemos tenido la fortuna de que todo esté ligado. Desde la investigación básica en la Universidad hasta llegar a esta gran financiación, por el préstamo del Banco Mundial y estar enlazados con Dreem Bio, que la spin off que espera sacar adelante esto.
Pero nosotros aun siendo empresa, necesitamos de alguien más grande. Estamos aliados con Procaps, quién trabaja de la mano del Ecosistema de Colombia Científica, pero también con Dreem Bio para poder escalar, digamos en las grandes ligas la producción en condiciones aprobadas de la FDA para poder salir al mercado. También es muy importante Labfarve, es el laboratorio de productos naturales de la Universidad Juan N. Corpas. Es con ellos que hemos venido desarrollando la producción del medicamento en los últimos 15 años, muy importante poner en valor su participación; porque sin ellos no estaríamos en donde estamos ahora.
Aunque salir del mercado, sigue siendo todavía una utopía. Como dice el doctor Castellanos, director de Hospital San Ignacio, no hay que olvidar que todo esto sigue siendo investigación. ¿Por qué? Porque todavía no tenemos la aprobación definitiva mostrando que en los seres humanos en condiciones reales esto funciona, pero si tenemos mucha esperanza. Y si no funciona este, funcionará el que viene detrás y para eso hay todo un ecosistema con 30 plantas que vienen detrás, de las cuales algunas, ya tienen antecedentes de estar en el mercado en el mundo y otras pues son completamente nuevas. Entonces este tren ya arrancó y espera, pues tener más apoyo; para finalmente poder llegar a
apostar a lo que realmente se llama la Bioeconomía; que por ahora solo ha estado en el papel, pero solo se logra cuando se vuelve cifras de negocio, basadas en conocimiento.
Alentadores resultados de la utilización de fitomedicamentos en pacientes con Covid
N.B. Además de sus logros en fito medicamentos contra el cáncer y en el aprovechamiento de esta biodiversidad colombiana de plantas que nos ha mostrado hoy, está trabajando en pacientes con Covid y en individuos sanos
¿En que están estos ensayos clínicos?
Dra. Susana Fiorentino Como te decía en los pacientes con Covid, cerramos el estudio la semana pasada; que ya lo terminamos. Esta semana abrimos el ciego y pues vamos esperar que nos arroja el estudio. Esperamos tener buenos resultados, por lo menos de datos de seguridad; ya sabemos que el medicamento es seguro cuando se lo damos a humanos sanos y a pacientes. Todavía no sabemos cómo cambian sus parámetros inmunológicos, pero lo que tenemos de evidencia en modelos animales, con enfermedades respiratorias, es que hay una disminución de la inflamación inicial pulmonar generada por otros agentes que inducen fibrosis pulmonar y que queremos extrapolarla a los resultados del Covid. Estamos terminando estos estudios y hemos observado que hay inhibición de la replicación viral, lo cual es muy interesante y ya había sido un poco reportado para otros productos naturales.
Con estos resultados, pues estamos comenzando a evaluar con aliados, cómo con este potencial medicamento, como nos decían en Australia, que no tenía digamos competencia en su grado de desarrollo: Cómo podemos validar todo el uso de los productos naturales en otras patologías, por ejemplo en otras patologías respiratorias en donde se ha reportado realmente resultados muy interesantes, en diferentes partes del mundo. Cada vez parece que estamos más cerca, pero cuando llegamos, como que parece que se aleja el frente, pero este tema es así.
Clamor de una científica para que se faciliten lo administrativo para la ciencia en biotecnológia en Colombia o diáspora científica
N.B. El Covid, evidenció la inexistencia de una industria de vacunas en varios países de América Latina, con excepción de Cuba, ¿Cómo está el apoyo en este tema de investigación en biotecnología en Colombia?, ¿Qué falta para que científicos colombianos puedan producir fitomedicamentos contra el cáncer, contra el Covid?
Dra. Susana Fiorentino. Bueno, ¿Qué falta para los fito medicamentos y para la biotecnología? Falta, todo. Colombia es un país gobernado por abogados. Entonces ¿Qué significa esto?, para decírtelo en palabras simples, significa que así uno tenga todos los millones del mundo, en Colombia no se pueden ejecutar. Porque son tantas las trabas: a nivel administrativo, a nivel de la DIAN, a nivel de importación de biológicos, es tanto el desconocimiento que tenemos en el país: No los científicos, los administrativos, las diferentes instituciones que reglamentan la entrada y la importación de reactivos. ¡Es tanto el desconocimiento, que hacen que el trámite sea imposible¡. Para decirte algo si uno así investigación y desarrollo en otro país: uno requiere de un anticuerpo, de una pipeta y una punta de plástico y la tiene a las veinticuatro horas. Porque acá todo funciona como un reloj, en Colombia es posible que esto se consiga en seis meses, así uno tenga plata. Porque las puntas de plástico, los anticuerpos y lo que a uno se le ocurra; tiene que pasar por el ICA, por el INVIMA, por la DIAN o por algún funcionario, que no sabe para qué sirve eso; entonces lo demora y los proveedores se jalan los cabellos tratando de solucionar el tema. Porque parece que en Colombia la normativa estuviera hecha para que no se hiciera nada. Parece como si nuestros gobernantes no entendieran que en Colombia no se produce nada, entonces todo lo que tenemos que utilizar para hacer investigación y desarrollo, como en el caso nuestro en biotecnología, de vacunas, de medicamentos, de fitomedicamentos es importado.
Colombia no produce nada y cuando uno saca a la luz estos problemas. Lo único que dicen los encargados de tomar las decisiones es: ‘Esos son temas menores, de esos temas nos ocupamos después’. No esos son temas mayores, y esos temas mayores, hacen que empresas como la nuestra, esté pensando seriamente, en montar su laboratorio de investigación y desarrollo y su planta de producción fuera del país. Porque llega un momento en que ya es tanto, tanto el problema; que uno no tiene ganas de romper más barreras. ¿Cómo solucionar esto? Ya no sé.
Se necesita armonización para llevar a industria farmaceuta los fitomedicamentos
N.B. Los procesos de validación de los medicamentos dependen de organismos como la FDA de Estados Unidos y las lógicas de las farmacéuticas. ¿Hay independencia en el caso de Colombia para la validación de estos medicamentos en entidades como INVIMA?
Dra. Susana Fiorentino. Yo te puedo decir que hemos trabajado de la mano del INVIMA para evaluar los estudios clínicos con el fitomedicamento y hemos estado gratamente sorprendidos. Realmente ha sido un aliado, que yo creo que esperaba una participación activa de la academia, para potenciar este tema de independencia farmacéutica en el país. El problema no es el INVIMA, el problema es lo que había antes. Ahora muchos piensan que el problema es el Invima. Yo pienso que el problema es una falta de comunicación a nivel nacional, de armonización de los procesos, para que cada una de las instituciones entienda que es lo que hubo antes y que es lo que habrá después. En estos temas y en esas sillas decisorias coloquen gente que sepan y que esté dispuesta a preguntar, a entender y a desbloquear; lo que antes fue mal hecho y lo que se puede desbloquear ahora. Entendiendo para dónde vamos.
Yo creo que ustedes deberían tener el ejemplo de la nueva empresa a la que SURA le inyectó 54 millones de dólares y que está tratando de instalarse en Colombia para producir vacunas contra el Covid. Yo ruego que tengan la fortaleza suficiente para poder poner la empresa en Colombia y no se cansen antes de ver la cantidad de dificultades que hay. Es una armonización a nivel nacional.
La biotecnología actual está validando el conocimiento de los bio medicamentos ancestrales
N.B. ¿Cree que hay algún estigma sobre la utilización de extractos de plantas y su aplicación en el tratamiento de las enfermedades, si la mayoría de medicamentos se obtuvieron precisamente de las plantas?
Dra. Susana Fiorentino. Creo que lo que hay desconocimiento. En estos días hablamos con los Dr. Castro Director de la Liga contra el Cáncer, a quien le mostramos el trabajo que estamos haciendo, lo invitamos al ecosistema y tuvimos una conversación muy interesante, muy grata que nos lleva a una conclusión. Primero. En términos coloquiales los medicamentos, muchos se han obtenido de plantas y de pronto a los clínicos se les olvida, pero este no es el tema más importante. El tema más importante, es entender por lo menos en el campo de los fitomedicamentos, que un medicamento de síntesis, que es una molécula inflada, se está usando al día de hoy para tratar una enfermedad; que tiene no un blanco molecular, sino muchos. Entonces, la aproximación de tratar una enfermedad con una sola molécula, digamos que está un poco pasada de moda y el tema de usar extractos que tienen múltiples moléculas y que van a actuar en sinergia, frente a diferentes blancos moleculares en el paciente; es un tema muy antiguo.
Pero que apenas ahora está comenzando a entenderse; gracias al advenimiento de todas las nuevas tecnologías bioinformáticas, que nos han permitido hacer análisis complejos, análisis de sistemas y en las cuales se ha logrado entender como un extracto, que antes era una cosa que se vendía en un almacén de productos naturales, puede realmente cambiar el estado oxidativo de un paciente, puede activar la respuesta inmune, puede activar múltiples genes y como todo eso se puede convertir realmente en un medicamento. De hecho, la FDA solamente ha aprobado dos fitomedicamentos al día de hoy. Es un tema muy complejo, en el cual hay un miedo, yo creo por falta de conocimiento; pero no es culpa de nadie. Es un tema que a pesar de ser ancestralmente nuestro y de todas las poblaciones, es un tema nuevo. Visto con nuevos ojos.
N.B. Esperamos que por el bien de la investigación en Colombia y de la ciencia en Colombia la tramitología no la desanime a continuar haciendo ciencia en nuestro país. Muchas gracias por atender nuestro llamado y nos gustaría que para finalizar, formule la invitación su conferencia, de este lunes como directora del grupo inmunología y biología celular de la Universidad Javeriana.
Dra. Susana Fiorentino. Pues espero tenerlos a todos en la charla del 20 de septiembre a las 10 a.m. Voy hablar de algo que el título fue sugerido por mi hijo que está haciendo matemáticas en Francia y que me dijo este yo creo que es un título que motiva a los jóvenes y es “Reflexiones sobre como la biodiversidad se puede convertir en riqueza a través del conocimiento”. Los invito para que reflexionemos juntos para que haga preguntas, sobre todo, para que hagan preguntas todas las preguntas son bienvenidas y todas son buenas, así que muchas gracias por la invitación para mí es un honor el estar con ustedes en la inauguración del congreso. Esta es la mejor de las profesiones, indudablemente.