Esta innovadora bebida fue creada por Julián Torres, un joven emprendedor nacido en el municipio de Siachoque.
Se conoce cerveza artesanal de malta de cebada y trigo, ¿pero de quinua?, sí, es algo impensado, pero real. A 40 minutos de Tunja se encuentra el municipio de Siachoque, territorio papero por excelencia y cultivador de maíz; sin embargo, últimamente se le ha apostado a la producción de quinua, un cereal con altos valores nutricionales y del que se derivan harina, pan, arepa y en un caso sorprendente: cerveza.
Hunzahúa es un proyecto innovador en el que se produce cerveza artesanal a base de quinua, baja en conservantes y de gran aporte nutricional, además no tiene gluten, ideal para esas personas que son intolerantes a este componente. Julián Torres, ingeniero agrónomo de la UPTC, es la persona que está en cabeza de esta ambiciosa propuesta.
En diálogo con EL DIARIO, Torres comenta como ha evolucionado su negocio el cual ha generado un impacto positivo en los amantes de la cerveza.
EL DIARIO: ¿Cómo nació el proyecto?
Julián Torres: Después de varios ‘ires y venires’ me aventuré en este proyecto, como ingeniero agrónomo tengo el conocimiento de la producción de quinua, pero decidí hacer algo diferente y me lancé por la producción de cerveza a base de este cereal (…) esta es mi vida, mis sueños y lo que le quiero heredar a mis hijos.
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EL DIARIO: Nosotros los visitamos hace año y medio, ¿Cómo ha sido ese transcurrir hasta hoy?
Julián Torres: Gracias a Dios nos ha ido muy bien. Cuando ustedes nos visitaron trabajamos con equipos prestados, hoy ya tenemos los nuestros. Hemos ampliado nuestro mercado a nivel nacional, haciendo presencia en Bogotá, Medellín, Cali y próximamente estaremos en Manizales y la costa atlántica.
E.D: Haciendo énfasis en nuestro departamento, ¿Si han respondido los boyacenses?
J.T: La receptividad es estupenda, acá en Boyacá les ha gustado bastante la cerveza, ciudades como Tunja, Sogamoso y Villa de Leyva han acogido nuestra propuesta de la mejor manera. Expertos y consumidores a través de sus buenos comentarios han ayudado a posicionar la marca.
E.D: ¿Qué tiene de especial Hunzahúa?
J.T: Lo especial es que se produce con quinua cultivada en un proceso de agricultura limpia, evitando al máximo el uso de agroquímicos.
E.D: Algo que resalte durante la producción…
J.T: Creo que todo es apasionante. Desde el cultivo hasta el envase, la producción de esta cerveza es algo mágico, se cuenta con una pequeña planta, la cual es escenario de un momento donde se vive una explosión de olores y sabores.
E.D: ¿Cómo se vive este fenómeno de la cerveza artesanal en Boyacá?
J.T: Estamos pegando duro, somo seis cervecerías artesanales formalmente constituidas y vienen otros proyectos en camino, es más, ya se empieza a gestar un club de cerveceros en Duitama. El fenómeno de este tipo de cerveza revolucionó la manera de consumo, ya se volvió un estilo de vida en el departamento.
E.D: ¿Cómo está el panorama de la quinua?
J.T: Mejoró gracias a impulsos como el que le dio la Gobernación debido a su inclusión en el Plan Alimentario Escolar (PAE), como alimento para los niños. Gracias sus propiedades, la quinua se ha vuelto a atractiva para productores agropecuarios quienes le apuestan a este cereal. Además, con la cerveza también se están rompiendo barreras.
E.D: Háblenos de sus formación y trayectoria
J.T: Soy ingeniero agrónomo de la UPTC, trabajé en el ICA y ahora emprendí negocio. Lo que más me caracteriza es mis ganas de salir adelante día a día.
El aporte del gobierno central al impulso de la quinua
Con el objetivo de convertir a la quinua en uno de los cultivos estrella del departamento, la Gobernación, a través de la Secretaría de Fomento Agropecuario, materializó un proyecto para el fortalecimiento de las capacidades productivas del cultivo de este cereal. Con esta iniciativa se beneficiaron 5 asociaciones de las provincias Centro y Sugamuxi.
Las asociaciones contaron con herramientas como cartillas para el uso y manejo del cultivo en búsqueda de la elaboración de un paquete tecnológico como resultado de las parcelas demostrativas fruto de este proyecto, las cuales sirvieron como una guía para el beneficio de los futuros productores.
El proyecto tuvo un valor cercano a los 123 millones de pesos y ayudó a más de 300 productores presentes en los municipios de Siachoque, Soracá, Tunja, Tibasosa y Tuta, en temas como el acompañamiento al proceso productivo y la asistencia técnica, los análisis de suelo y agua y la preparación del terreno, en aspectos como las enmiendas con abono, semillas, uso de fertilizantes, la adquisición de un tanque zamorano, una desaponificadora y una máquina trilladora para los procesos de cosecha.
